— “You have no place to run, you'd better come here and face the show.”
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Aurora se había levantado temprano de su cama, la verdad era que no había podido conciliar el sueño la noche anterior gracias al don sabe quien, Miguel O'hara. Se había quedado en vela investigando desde su computador toda la información que pudo recopilar de él, videos, etc... Hoy en día la Internet sabía de uno, con sólo un click. Salía de su departamento, emitiendo un bostezo llevando en su mano un vaso de café caliente en busca de poder espabilar.
— Jesús, nunca más me pondré a buscar la información de una persona. — Se quejó, mirando a su alrededor en un instante de manera sutil. Se sentía observada, no sabía por qué. No dio importancia, se encogió de hombros escuchando los pasos fuertes de sus pisadas sobre el piso.
Por un lado un poco alejado, O'hara estaba escondido entre algunas personas del lugar, vistiendo prendas simples con unas gafas y bufanda. Lyla le había recomendando eso sí quería acercarse a la mujer de manera correcta. Investigarla un poco, los sentidos de ella eran más agudos de lo que pensó. Fue simplemente dar un paso y que ella lo notará. Por suerte, se hizo pasar por el acompañante de una familia y ahí fue cuando, a pocos minutos llegó a la famosa cafetería. El estado se había encargado de hacerle los arreglos necesarios, así todos podrían disfrutar de un café. Era un pueblo pequeño.
Entró junto a la familia, dejando oír una campana en la puerta de entrada.
— Bienvenidos, ¿Qué se les ofrece? — En está ocasión Gwen era la cajera, cuando lo vio mostró una sorpresa. — ¿Gefe?...
— No soy tu gefe, no hoy, mi nombre es Jacinto. — La rubia no sabía si Miguel estaba cayendo en un delirio o algo, le tomó el pedido, viendo como él iba a una de las mesas del fondo. Agarrando una revista para leer. — Que disfrute de su café y pastel, señor Jacinto.
— ¿Ocurre algo Gwen? Te veo... ¿Divertida y asustada? — Aurora se había percatado de las facciones contrarias, no sabía si reír junto a ella o preocuparse.
— No es nada, tranquila. Dime, ¿Tienes planes para hoy?
— Así es, seguramente te pida que me cubras hora simplemente, tengo que ir a ya sabes donde. — La pelinaranja se rió, colocando algunos pasteles cerca de la vitrina.
— Ya veo, no pude traerte mi vestido. Sin embargo, puedo prestarte le... — Era costumbre qué al abrir no hubiera nadie, y Gwen soltaba chistes con respecto a su amiga. Pero teniendo en cuenta las tres personas en el local ; una madre con un niño, y Miguel. Le apeno un poco continuar.
— ¿Qué decías? — Por suerte, Aurora en ocasiones era despistada y no se daba cuenta de las cosas.
— Nada, no te preocupes. Cubriré tu hora, tú me cubriste cuando me enfermé un día entero así que debo devolverte el favor. Sólo avisame qué estás bien, así puedo estar tranquila.
— No te preocupes Gwen, soy una mujer fuerte de roer. Además, si pasara algo llamaría a Paw Patrol. Ellos son mejores que nosotros. — Bromeó, ayudando a hacer algunos encargos junto a Gwen.
¿Tendrá que ir a alguna fiesta? Se preguntó Miguel internamente, le había llamado la atención lo atenta qué era, como su verdadera forma detrás de ese traje era de una bella mujer que cocinaba delicioso. No podía creerlo, se sentía raro espiando pero Gwen no lo ayudaría, y se lo había dicho ayer. Entonces, si uno quiere que salga bien el trabajo, tiene que hacerlo por sí mismo. Tomó su reloj, Lyla no apareció sin embargo en voz baja consulto por lugares donde le mujer solía ir de noche. Varios qué salieron en el buscador de su IA, eran pizzerias, restaurantes de comida asiática, otros sitios... Oh, había uno que no le había prestado la atención antes. Parecía ser un tipo de, ¿Bar? No lo sabía, pero tenía una fachada curiosa. Para las reseñas qué habían de que era un lugar fantástico, y que la música aún más. Le hizo recordar a las palabras de Gwen y Lyla. Enseguida le dijo que liberará su agenda.
— Bingo.
Sí quería conocer al enemigo, debía ver más allá de su carcasa exterior y ir a la interior, para ver si tenía alguna debilidad para poder manipular. Aunque... ¿Por qué se sentía emocionado por saber que le seguiría? Tendría que volver nuevamente con el Spider- Psicólogo de manera urgente.
No supo cuánto tiempo se quedó, pero si qué Gwen sin que se lo pidiera le traía comida cada tanto como cafe's.
Se quedó ahí, hasta que el sol casi se pone. Tuvo que irse para alistarse, de seguro la Rusa lo haría pronto. Tendría que poner en marcha su plan, sin embargo... Divertirse en el intento no estaba mal, ¿Verdad?
