𝐃𝐎𝐋𝐋?

Espía Atrevido. II

— “I am out of my head, out of my heart, out of my mind. You can run but not hide, I will make you mine.”

[🦢]

Miguel o'hara, el hombre menos demostrativo se encontraba en un bar bástante particular. Antes de entrar, le habían pedido su identificación como mantenerse al margen. Era seguro por lo que veía. Al entrar habían varios hombres sentados, con tragos en sus mesas entre charlas y risas. Pero no le importaba en ese momento, estaba de incógnito o eso quería. Se sentó en una mesa cercana, ¿La chica era fanática de estos espectaculos? ¿Le gustaba gastar dinero aquí? Era lo que se preguntaba, ya que no tenía otra idea en la mente en aquellos momentos.

— Lyla, te mantendré informada sí veo algo más. — Por su reloj le dijo a su IA. Bastaron unos minutos antes que todo el lugar se oscureciera, Miguel escuchaba algunos comentarios como ; “Nuestro bello ángel vendrá está noche al parecer.” “Estoy ansioso, nuestro Lindel hace un buen trabajo. Sabe nuestros gustos.”  Arqueó su ceja, dirigiendo su vista al frente, ella estaba ahí. Viendo a un costado cuando sus miradas de manera natural conectaron.

Sólo pudo sonreír algo nervioso, esperando a no ser reconocido. Mostrando una expresión divertida algunos segundos cuando la música empezó a sonar.

— “Baby, it's hard to see, when you lookin' at me... — Comenzó a cantar de manera lenta aquella mujer con una voz que no pensó que podría llegar a tener, dando pasos lentos por el escenario en un balanceo. Viendo hacía otras miradas. — “But I do what I want. Don't give a fuck at all (nuh-uh)
Lookin' for something sweet, when it comes time to eat (uh)...
You better start to run when I call.

— “Cause I know that you don't really know, how to handle it (how to handle it). — Los pequeños silbidos empezaron a oírse cuando aquel meneo de caderas lado a lado, fue a agacharse mostrando la sensualidad suya a su esmero esplendor. Dando pequeños brincos moviendo su parte trasera antes de levantarse y caminar por aquel pasillo.

— Jesús. — Fue lo único que dijo Miguel, tratando de no ver hacía la mujer, no pensó que se tornará de aquella forma. Bebió un poco de su vaso, no sabía como reaccionar ante aquello. Una pequeña sonrisa se tornó en su rostro, al parecer Gwen tenía razón. Era una mujer difícil de roer.

Los billetes comenzaron a volar por su vista, con rumbo a ella, otros simplemente tiraban sus relojes o ella se agachaba dándoles un guiño.

— “ So get down on your knees
And get ready to become my bitch (to become my bitch). — Aurora había bajado parte de su cuerpo con una sonrisa hipnotizante, como si fuera un cisne, con delicadeza. Pensó Miguel. Aunque no le agradaba la idea que ver aquellas mano tocar el pie o pierna de la mujer donde el portaligas tenía dinero.

— Así que a estos te dedicas, mujer... — Susurró sin quitarle la mirada.

Pronto esta a regañadientes de la gente volvió al centro, dando la espalda al público donde claramente podía verse una espalda casi desnuda. En ello, notó como un leve relieve de... ¿Escamas? Que se volvieron unas alas a su lado, quedo completamente sorprendido al ver las plumas blancas como una perla, casi con un brillo dorado. Algunas de ellas caían por el lugar, una llegó sobre la mesa de O'hara, donde la tomó con delicadeza analizándola. Su vista subió pronto, algo en sí quería mantenerse cerca de ella.

— Al parecer tendré que dominar a un bello ángel. — Se rió ante su propio comentario, aquel show continuo por varios minutos mostrando la delicadeza y sensualidad de Aurora, al parecer entendía por qué le decían Ángel, parecía uno como tal. El telón pronto se cerró frente a sus ojos, se levantó con cuidado de la silla. Yendo hacía la parte detrás, donde pudo por fin estar cerca de ella.

— Así que... Te llamas ángel, te queda muy bien. —Aurora pronto se dio la vuelta, acercándose hasta Miguel con el entrecejo fruncido.

— ¿Qué haces aquí? Se supone que tendrías que estar salvando el universo, no en un club privado. — O'hara solamente rodó los ojos.

— Así es, eso mismo me pregunto. Sin embargo, debo admitir que diste un buen show, Ángel.

— Gracias... De verdad, deberías irte de aquí, no es un lugar para tí. — Trató de empujarlo fuera, sin tener éxitos.

— Pues déjame decirte que no me puedo ir sin tí.

— ¿Por qué? ¿No tienes una novia o novio esperándote en casa para cenar?  — La vista de Aurora se vio confusa por el raro actuar del Spider.

— Primero, porque no es un lugar para tí y segundo, porque tengo que interrogarte. — Lo último no era del todo cierto, pero lo primero sí. Por alguna extraña razón un instinto suyo quería sacarla de ahí. Sólo que quería darle la escusa con lo segundo. Además de que era un caballero.

— Miguel... No puedo, lo siento. — la más baja negó.

— No me iré sin tí, Aurora. — Lo último tomó por sorpresa a la mujer, no espero que supiera su verdadero nombre.

— ¿Crees que no te investigue antes de venir aquí? — Se rió, tomando de su brazo con delicadeza buscando la puerta de salida de emergencia.

Al verla, el mexicano se dirigió a está aunque la más baja se quejo qué no, y no. No quería lastimarla, era lo menos que quería hacer, pero le llamaba la atención ver que no usará sus poderes contra él, ni contra los otros.

¿Qué ocultaba?