Celos

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Desde que el confrontamiento entre Miles y Miguel acabó en un acuerdo de paz, siendo Miles ahora parte de la sede, empezaste a convivir más con él, siendo la atracción principal de todos en aquel lugar.

Cada vez que el venía te acercabas a él para hablar de cualquier cosa, lo veías como un gran amigo y el a ti, entre ustedes se veían como hermanos pero a ojos de Miguel y Gwen, traían algo más que una amistad, lo que desencadenó fuertes celos entre ellos hacia ustedes.

Si bien Miles no tenía nada con Gwen, ni tú con Miguel, los contrarios sentían envidia de lo que tenían entre ustedes.

La spiderwomen más joven en la sede se columpio con sus telarañas hasta llegar a la sala de control donde estaría Miguel manipulando las pantallas

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La spiderwomen más joven en la sede se columpio con sus telarañas hasta llegar a la sala de control donde estaría Miguel manipulando las pantallas.

- Ya estoy aquí, ¿que era lo que necesitabas?

Preguntaste mientras te acercabas a él, pero Miguel parecía estar más serio que nunca y en parte lo conocías, seguro algo le estaba molestando.

- ¿Qué traes tú con Miles?

La pregunta te dejo fuera de órbita, tampoco entendías a que se refería.

- ¿Por qué lo preguntas?

Respondiste confundida mientras caminabas hasta estar frente a él.

- ¿Hay algún problema entre la amistad que tengo con Miles?

Cuestionaste cruzándote de brazos dejando tu mirada fija en la de él, lo que pareció darle una pizca de nervios.

- No digo eso, solo que... - trataba de buscar las palabras correctas para soltar lo que tenía en su mente -, parecen más que amigos.

Lo miraste por unos segundos hasta que dejaste escapar una sonora carcajada y te encogía tomando tu vientre.

- No.. Puede.. Ser... ¿Enserio me llamaste solo para eso?

Preguntaste entre risas mientras te recuperabas.

- Claro que no, Miles es como un hermano para mi.

Miguel soltó un leve suspiro al escuchar aquella respuesta.

- ¿En qué mente cabe que yo pueda tener algo más con Miles? Es algo muy tonto.

Dijiste negando con una sonrisa divertida.

- Bueno, la forma en la que se tratan y tu no eres así con nadie, nisiquiera conmigo.

Susurró lo último lo cual si alcanzaste a escuchar.

- Miguel cada vez que me trato de acercar a ti o ser de ese modo contigo me haces a un lado, pareces que no me soportas y no es raro, tú no soportas a nadie.

Respondiste alzando los hombros, finalmente él se giro hacia ti.

- ¿Sabes por qué no te soporto?

Te preguntó observandote con atención.

- Porque soy una niña que no sabe lo que pasa a su alrededor y blah blah blah, es algo muy ob-

Sin que pudieras terminar de hablar Miguel se acercó a ti dejando un suave beso en tus labios, algo que si bien te tomo por mucha sorpresa no lo evitaste, te pegaste aún más a él profundizando aquel beso.

Él se separo un poco de ti aún quedando a centímetros de tus labios.

- No te soporto porque me haces perder el control y que mi ritmo cardíaco se acelere.

Escuchaste que dijo en un susurro, tus ojos se abrieron levemente pues tu sentías algo por el desde hace tiempo, sin embargo no te atreviste a hacer nada por miedo.

Bajaste la mirada hasta los labios de él con la intención de volver a besarlo, sentirlos nuevamente contra los tuyos pero al querer hacerlo alguien entró a donde estaban.

- Miguel quería hablarte sobre-

Jess entro viéndolos con normalidad.

- Genial, ahora puedo decirle a Peter B. Parker que gane la apuesta.

Y así salió del lugar dejándolos nuevamente solos, por aquello ambos se habían separado y tu no sabias como mirarlo nuevamente a los ojos después de lo que había pasado.

Tu broche parpadeó avisando que tenias asuntos que resolver a en tu universo.

- Debo irme.

Avisaste rascando tu nuca, finalmente elevarte tu mirada hacia la de él.

Con aquel reloj abriste un portal hacia tu dimensión pero antes de entrar sentiste el tacto de alguien más en tu brazo.

- ¿Estarás libre en la noche?

Su corazón latió como nunca, sonreíste hacia él y asentiste, te acercaste para dejar un último beso en sus labios.

- Nos vemos después.

Hablaste para luego pasar por tu portal hacia tu universo y dejando una sonrisa boba en el rostro de aquel hombre.

𝐒𝐓𝐑𝐀𝐍𝐆𝐄𝐑𝐒 | Miguel O'Hara Where stories live. Discover now