𝐒𝐓𝐑𝐀𝐍𝐆𝐄𝐑𝐒 | Miguel O'Hara

Play with fire

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Todos estaban emocionados por asistir al dichoso lugar, Miguel suspiraba pensando que esa noche en vez de disfrutar sería una niñera.

- Vamos Miguel, será divertido, estamos seguros de que te gustará.

Dijo un emocionado Pavitr luego de estar listo.

Hobie, Miles y Peter estaban listos y esperando al antes mencionado.

- ¿Dónde dejaste a tu hija?

Interrogó Miles a Peter.

- La dejé con tía May, el lugar al que iremos no es adecuado para una pequeña como ella.

Contestó como todo un padre sobreprotector.

Miguel salió luego de dejar todo asegurado en la sede.

- ¿A quién conquistarás esta noche?

Pronunció Hobie quisquilloso mientras rodeaba a Miguel viendo su vestimenta, formal y al mismo tiempo casual.

- Deja tus tonterías, ya vamonos antes de que me arrepienta.

Pavitr abrió un portal hacia la taberna a la que irían, en una misión la encontró y está al parecer era más interesante que las que había visto en otros lugares, todos pasaron por el portal llegando a este.

Pagaron las entradas y aquel guardia los dejo entrar, el cambio de ambiente fue instantáneo, luces tenues adornaban el lugar junto a pequeños focos amarillos que daban una sensación mágica y sensual al espacio que los rodeaba, la música era alta pero no tanto para no poder hablar entre las personas, solo para disimular las voces fuertes de algunos.

Se acercaron a una mesa vacía para sentarse, encargaron unos tragos y pronto les fue entregados, el ambiente se estaba tornando divertido, no podían negarlo.

Entre tragos pasaron a reír con cada ocurrencia o pequeña pelea entre ellos, bromeando claro está.

- Oigan, ¿esas son las chicas o ya se me subió el alcohol a la cabeza?

Musitó Pavitr mientras entrecerraba los ojos, se notaba que ya estaba iniciando su borrachera, todos giraron hacia donde miraba notando a Jessica, Gwen y ___ en otra mesa, sentadas conversando entre ellas y a veces soltando una risa.

Era claro que ellas no se habían percatado de la presencia de los chicos.

- ___ se ve muy bien con ese vestido, ¿no es así Miguel?

Señaló con cierta sonrisa juguetona estando al lado de Miguel quien no apartaba los ojos de la mencionada.

Se veía jodidamente bien, aquel vestido negro corto que le llegaba a la altura media de los muslos mientras mostraba un escote bastante revelador resaltando los dotes de la chica.

Algo se endureció entre los pantalones de Miguel, podía ver a detalle cada curva en el cuerpo de la chica, su piel brillante resaltaba entre la ligera oscuridad del lugar, quería tocarla, sentirla y recorrer cada parte dejando marcas en ella.

El deseo por arrancar ese ajustado vestido pasaba por la mente de Miguel mientras sus ojos analizaban cada lugar que fue suyo una y otra vez, los pechos ajustados que podía besar y apretujar como quisiera, finalmente elevo su mirada hasta el cuello de la chica, esa parte que siempre podía marcar, lamer y enviar corrientes a su causa.