Capítulo 14

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Las manos le temblaban, haciendo vibrar el papel que sostenía entre sus dedos. No podía apartar los ojos de los resultados de su análisis de sangre.

–Jimin –lo llamó Nayeon en un tono bajo, intentando no escandalizar a un omega al borde de una crisis.

Sus lágrimas gotearon sobre el papel, sin que se hubiese dado cuenta de que estaba llorando. Se le había vuelto una costumbre por el estado tan sensible en el que se encontraba. Eso y los vómitos matutinos eran una tortura.

–¿Puedes hablarme, Jimin?

Las palabras no salían de su boca. No había nada que pudiera decir que explicara la maraña de sentimientos que no podía identificar dentro de sí mismo.

Minnie seguía callado, mantenía sus distancias. Le expresó a Jimin su deseo de conservar los cachorros tantas veces que perdió la cuenta. A pesar de la intención, el lado humano tenía otra idea.

Técnicamente, la decisión no estaba tomada. Tenía sus dudas, porque sería fácil tomarle cariño a uno o varios cachorros porque estaba en su naturaleza omega. Pero había otra opinión dentro de él que se negaba a seguir la felicidad que se le ofrecía. De nuevo, sentía que no la merecía, que no tenía ningún derecho a esperar cosas buenas para su vida, y ese castigador sentimiento echaba por tierra cualquier buena perspectiva que pudiera tener acerca de conservarlos.

No pretendía cargar a Jungkook con la descendencia de un prostituto. Por más que el millonario estuviera dispuesto, no iba a aceptarlo. Un omega que no contribuye económicamente en la casa, que sólo se dedica a malgastar el dinero de su alfa y que debe quedarse a cuidar a los cachorros porque no tiene ninguna oportunidad de convertirse en alguien en la vida, sería demasiado corriente de su parte.

–Abortaré –respondió, sereno. Dejó los papeles sobre la mesa y se concentró en la blancura de las paredes, buscando una distracción que no le remitiera a la culpabilidad por estar a punto de asesinar lo que se desarrollaba dentro suyo.

El rostro de Nayeon se contrajo en una mueca de decepción. Abrigaba la esperanza de que Jimin continuara con el embarazo. Quería que su hermano fuera feliz, y su alma destinada junto a cachorros eran su mayor deseo. Jungkook le confesó que tenía muchísimas ganas de ser papá, de tener una familia numerosa, de presentar a Jimin a sus padres y de plantar una marca para siempre en su cuello. Un aborto lo destruiría.

–Hablaré con los miembros de mi equipo –suspiró con tristeza la omega, abriendo su agenda para ver qué turno tenía disponible–. Debo recordarte que esto es confidencial y extraoficial –le dijo a Park–. No debe llegar a las autoridades porque tanto tú como yo podríamos tener un problema judicial y terminar en la cárcel, ¿comprendes?

–Entiendo perfectamente. Asumo los riesgos que vienen con eso, también.

–Bien, tengo un turno disponible para dentro de dos semanas. El miércoles.

–Lo tomaré –susurró Jimin, con expresión ausente.

–Este es el régimen que debes seguir durante los días previos –Nayeon le extendió un montón de folletos con indicaciones y terminó de asignar el turno en su cuaderno.

En una sociedad con predominio de alfas y omegas, el aborto era considerado ilegal. Los gobiernos propiciaban el incremento de las tasas de natalidad debido a la gran disminución de población infantil en el país. Por tal motivo, desaprobaban bajo severas penas de cárcel –tanto para los profesionales que intervinieran como para los pacientes– la interrupción de los embarazos en omegas.

Jeon Nayeon formaba parte de un grupo selecto y secreto de médicos y ayudantes que realizaban intervenciones quirúrgicas de interrupción en centros clandestinos. Decidió unirse tras ser víctima de abuso sexual durante su último año en la universidad, pasando a formar parte del gran número de omegas gestantes producto de violación.

Esclavo del Placer ║ Kookmin (Omegaverse)Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang