9: El Bosque de Fangorn

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Las esperanzas al acercarse a inicio de ese gran humo se iban desvaneciendo. Cada paso que daban sentían que era en vano, si los hobbits habían muerto, tal como habían dicho los jinetes, todos su esfuerzo no habría servido.

Al llegar el olor no era el más agradable de todos, esas bestias daban un olor fétido que Legolas y Eva tuvieron que cubrirse la nariz por su delicado sentido del olfato. El enano que estaba escarbando entre uno de los montones de orcos, encontró algo que era de los pobres hobbits.

—Es de alguno de ellos? -la angustia se hizo presente en su voz y todos bajaron la cabeza lamentando el cruel e injusto destino de los medianos. Aragorn lleno de impotencia pateo un casco y callo de rodillas al suelo soltando un grito. —Le hemos fallado. -Legolas tenia su mano en su corazón mientras decía una palabras en elfico por los difuntos amigos hobbits. Pero, Eva que se había alejado un poco de los demás empezó a ver algo extraño en el suelo, marcas de algo arrastrándose y huellas, huellas de hobbits.

—Estas marcas las hizo un hobbit. -la castaña llamó la atención del grupo quienes rápidamente se acercaron a ella.

—Si. -Aragorn empezó a ver con más determinación las marcas. —Se arrastraron, llevaban las manos atadas, luego se soltaron, los perseguían y fue cuando botaron el cinturon, y se adentraron en... -Aragorn dejó de hablar al ver lo que tenía enfrente.

—El Bosque de Fangorn -Su hermana terminó la frase, sabiendo perfectamente lo que su hermano pensaba.

—Quizás están con vida.

—No tendremos como saberlo, si no entramos. -Eva la primera en empezar a correr en dirección al bosque, Aragorn dudo un poco a excepción de Legolas que al ver a la chica correr bosque adentro bastaron microsegundos para que este la siguiera.

Ya estando todos adentro, la oscuridad reino entre los 4 presentes quienes seguían, algo desorientados, tratando de encontrar a los medianos. Gimli se detuvo en una planta al ver algo gotear de ella, pero al probarlo se dio cuando de que era sangre de los orcos.

—Eva ven. -su hermano la llamo. —Estas huellas son...

—Extrañas -la castaña se quedó observandolas tratando de reconocerlas.

—El aire está demasiado denso, siento que me asfixio. -el enano dijo más palabras que todos pensaban. Se sentían presionados, como si de una jaula se tratase.

—Este bosque es antiguo. -Legolas empezó a admirarlo mientras les hablaba a los demás. —Lleno de memorias y cólera, creo que los árboles se comunican. -Todo empezó a crujir y fuertes sonidos se escuchaban, no negaban que estaban asustados pero no podían alterarse, a excepción del enano quien al tener el hacha arriba Aragorn pidió que la bajara.

Aragorn, algo anda ahí. —Legolas se acerco a pasos rápidos mientras era seguro por el castaño. —El mago blanco está muy cerca. -Eva observo su perfil y verlo tan concentrado le causó, de cierto modo, ternura pero a la vez preocupación. Eva posiciono sus manos en su cinturón junto a sus dagas lista para atacar en cualquier momento.

—Debemos ser rápido si no queremos que nos hechize. -Aragorn hablaba en susurros. —Debemos atacar...¡Ahora! -todos atacaron Gimli lanzó su hacha a la criatura que encandilaba por la luz que desprendía, Legolas lanzó una flecha que, al igual que el hacha de él enano, fue partida en dos. Los hermanos al desenvainar sus armas sintieron una presión tan fuerte en sus manos que hicieron que arrojaran sus armas al suelo.

—Siguen los pasos de dos hobbits. -la voz era extraña pero raramente conocida para los oídos de la chica.

—¿En donde están?

—Pasaron por aquí anteayer, vieron a una persona que no era esperada, eso los reconforta? -volvió a hablar.

—¿Quien eres? -Fue Evangeline quien hablo ahora. —Quiero verte! -la figura salio de la luminosidad y dejó ver su rostro, el corazón de todos dio un vuelco.

Gandalf, estaba ahí, con vida, justo delante de ellos.

—Increíble. -Aragorn al igual que todos allí, no podían creerlo. Legolas y Gimli se arrodillaron frente a él en señal de respeto. —Tu habías caído.

—Combati con el Balrog y derribe a mi enemigo. Todo se volvió blanco, mis pensamientos eran nulos, creí que sería mi fin pero...fui enviado de regreso a terminar con mi tarea.

—Gandalf.

—Gandalf? Mmm si, me decían así hace tiempo, Gandalf el Gris. Ahora díganme, Gandalf el Blanco. -todos estaban felices por poder tener a Gandalf de nuevo allí. Legolas abrazo a Eva por los hombros mientras que con una sonrisa miraban ahora a él nuevo mago Blanco. —Y he vuelto con ustedes. -dirigió si mirada a la pareja que estaba detrás de Aragorn sonriéndoles con complicidad. —No han perdido el tiempo. -La cara de Aragorn fue un monumento y rápidamente se giro pero noto que Eva iba camiando hacia Gimli y Legolas se mantenía parado en su lugar.

—Me gustaba su pareja antes. Pero como que...estoy cambiando de opinión. -Aragorn miro amenazante al elfo quien solo trago saliva y lo siguio junto a los demás del grupo.

—Ya a terminado una etapa de su viaje queridos amigos. -Gandalf los lideraba mientras hablaba. —Una nueva comienza ahora. La guerra llegó a Rohan, por lo que debemos marchar a Edoras a toda velocidad. No hay tiempo que perder.

El bosque cada vez se hacían menos denso, y sus pasos cada ves se sentían más ligeros. Según Gimli se sentía como un caballo siendo por primera vez liberado del corral en toda su vida. Legolas no dudo en hacerle una broma con respecto a ese comentario.

—Deberías cargarme. Como dices que eres un caballo yo creo que, el caballo debería llevar al elfo. -Eva soltó una carcajada y la cara del enano se desconfiguro por completo.

—Ni aunque estuviera apunto de morir dejaría que un orejas puntiagudas se suba en mi espalda. -y ahora había sido el elfo quien dejó de reír ante tal comentario.

—Prefiero ser un ojeras puntiagudas a que cuando debe sentarme a la mesa a comer, no tenga que usar un banquito. -Sin evitarlo se convirtió en una guerra de palabras que Evangeline solo podía observar y reírse por las graciosas caras que cada uno de ellos hacían.

La pequeña discusión terminó al salir del bosque y llegar al claro, Gandalf empezó a silvar esperando a algo o mejor dicho a alguien. Un hermoso caballo blanco se distinguía a la distancia y Legolas había quedado fascinado.

—Es uno de los Mearas. -contemplo a aquel animal que cada vez estaba más cerca. —Si mis ojos no se engañan por algún hechizo.

—Sombragris. -Gandalf acaricio al caballo. —Es el señor de todos los corceles...y fue mi amigo en peligrosas tareas.

Sin poder esperar más, montaron a sus caballos, en las mismas posiciones de antes, y partieron rumbo a Rohan...

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𝘓𝘜𝘡 𝘋𝘌 𝘔𝘐 𝘝𝘐𝘋𝘈  ~  𝘓𝘦𝘨𝘰𝘭𝘢𝘴 𝘎𝘳𝘦𝘦𝘯𝘭𝘦𝘢𝘧Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ