15: Batalla y una charla

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La mujer no se había acercado a nadie, tampoco hablaba como era de costumbre, se había alejado incluso de Legolas quien al intentar hablarle fue ignorado y evadido.
Sin embargo cierto pelinegro no iba a dejar pasar la oportunidad que ahora le estaban dando, podía volver a recuperarla. La busco por cada rincón que se le ocurría del Abismo, los minutos cada vez pasaban más rápidos y la tensión de todos empezaba a sentirse, corrió más rápido preguntando incluso a quien se le pasara por el camino. Termino por encontrarla en la desolada armería mientras afilaba sus dagas con la mirada perdida.

—Eva. -la nombrada detuvo su acción y se giro al hombre. Al darse cuenta de quien era tenso su mandíbula.

—Quien te crees que eres para pronunciar mi sobrenombre? Ya no tienes la confianza para hacerlo. -al ver que este no respondia solo bufo y estaba dispuesta a irse pero la mano del contrario la detuvo. —Sueltame. -quito su mano bruscamente.

—Lo siento, Evangeline de verdad por todo. Te puedo demostrar que he cambiado. -era un hipócrita, ella lo sabía y sabía que era una completa mentira, era malvado y en su mirada eso aún se notaba. —Cuando te vi allá afuera, supe que aún te amaba, dame otra oportunidad.

—Amarme? Tu eres el menos indicado para hablar sobre la palabra "amor", el único amor que ahí en tu corazón es a ti mismo. Así que no me vengas con tus mentiras baratas, porque no te creo nada. -y ahí estaba la mirada de John cambio por completo, la que era de culpa y arrepentimiento pasó a ser sombría. Eva retrocedió al ver que se acercaba.

—Tu sabes perfectamente que a mi nadie, escúchame muy bien Evangeline, nadie me rechaza. -la mirada de la castaña también cambio se convirtió en una tan fría como el lado más profundo de su corazón.

—Pues quizás tus perras no te rechazan, pero yo ya no estoy para tus juegos. Así que mantente alejado de mi porque ahora no seré tan compasiva como la última vez. -le dio un empujón apartandolo de ella para salir a buscar al elfo, le debía una disculpa. Pero unas palabras a su espaldas hicieron que se detuviera por unos segundos.

—Te vas a arrepentir de esto, linda. -una mirada rápida y amenazante fue lo que recibió por parte de Evangeline antes de salir completamente del lugar dejandolo solo.
La ira y la cólera se empezaban a apoderar de él. Un corazón rechazado era muy peligroso, pero más peligroso era la obsesión que podía surgir de una persona por otra.

Por el lado de la castaña su mente daba vueltas, el coraje, la decepción, la traición y el engaño la invadieron de nuevo. A pesar de ya haberlo superado hace mucho tiempo, el sentimiento de engaño seguía presente en ella causándole un sentimiento de odio al pelinegro. Y más ahora que ya sabía que la tenía amenazada. "A mi nadie me rechaza" sus palabras se repetían una y otra vez por la cabeza de la castaña quien no había prestado atención hasta que choco con el cuerpo de alguien.

—Eva, estas bien? -esa voz era la que justamente quería escuchar ahora.

—Legolas. -lo abrazo sintiéndose nuevamente segura y en paz. —Lamento haberte ignorado antes, estaba muy confundida y... -el elfo la interrumpió.

—Es por el príncipe no? -el corazón de Eva se encogió por unos segundos y se separo de los brazos del elfo.

—Que sabes? -su voz cambió de nuevo, en ese instante Legolas supo que era por el que estaba así. Y no pudo evitar que el sentimiento de celos lo invadiera, como aquella vez en Lothlórien, pero esta vez mucho peor.

—Haldir solo dijo que no había que confiar en el y que... -la mujer espero a que continuará. —Te había hecho mucho daño.

Evangeline solo cerro los ojos en respuesta.

𝘓𝘜𝘡 𝘋𝘌 𝘔𝘐 𝘝𝘐𝘋𝘈  ~  𝘓𝘦𝘨𝘰𝘭𝘢𝘴 𝘎𝘳𝘦𝘦𝘯𝘭𝘦𝘢𝘧Where stories live. Discover now