13: Sin vida

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Llegaron al lugar que todos anhelaban, el abismo de Helm se veía ya a la distancia y todos estaban ya muy felices por eso. Por otro lado los pocos hombres del rey iban un poco más atrás debido a que debían subir a los heridos a caballos para luego ser atendidos.
Sin embargo, la castaña no emitía palabra alguna, luego de haber estado en los brazos del elfo se levantó y monto a su caballo y partió así junto a los demás, desde ese momento se había mantenido abstracta a todo y a todos, inclusive del rubio quien solo la observava de vez en cuando viendo como su mirada se tornaba fría y sin vida por cada segundo y minuto que pasaba. Al llegar al abismo un poco después que la gente todos abrieron paso al rey quien era el que encabezaba a los jinetes.
Todos bajaron de sus caballos mientras Éowyn compartía una palabras con su tío antes de darse la vuelta y cruzar palabras con Gimli.

—Lord Aragorn ¿Donde está? -la rubia busco con la mirada al castaño pero no lo encontró, solo a su hermana quien bajaba de su caballo mientras le respondía.

—Muerto. -la mirada de la castaña fue tan fría e inexpresiva que hizo que la rubia se encogiera en su lugar mientras bajaba la cabeza. Eva sólo dio media vuelta sin decir una sola palabras más dejando a todos callados y con el corazón dañado.

Se dirigió al establo para guardar su caballo agradeciendo que este se encontraba completamente vacío a excepción de otros caballos. Cuando dejó a su caballo en su corral y había terminado de comer, no pudo seguir conteniendo ese profundo dolor que crecía en su corazón y sin evitarlo rompió en un silencioso llanto mientras se apoyaba en la cerca de madera. Las lágrimas no cesaban y su dolor tampoco, había perdido a su compañero de vida, a su hermano, su mejor amigo, su otra mitad y se rompía en mil pedazos al saber que ya no volvería a abrazarlo, nunca más.

—Evangeline. -esa voz que era la única que podía calmarla se escucho a sus espaldas, pero no quería girar, no quería mostrarse débil otra vez junto a él.

—Ya iré a ayudar, solo estaba terminando de darle de comer. -se limpio las lágrimas y suspiro antes de girar.

—Linda...conmigo no tienes que fingir nada. -Legolas se acerco a ella mientras tomaba sus mejillas tan delicadamente que hizo que la castaña cerrara sus ojos mientras una lágrima se deslizaba por su mejilla siendo quitada por el pulgar del elfo.

—Se fue...y yo no pude hacer nada para impedirlo. -Ahora aparte de su corazón, empezaba a doler la herida de su brazo que parecía ya querer infectarse.

—Eva, no fue tu culpa. -hizo que lo observará. —Tu hermano era el hombre más valiente que yo haya conocido y estoy seguro que el murió pensando en que debía protegernos, porque ese era su espíritu. Y el ahora mismo te está cuidando sea donde sea que esté, porque el siempre será tu hermano y estara aquí.-tocó su pecho justo donde latía su corazón. —Pero Eva, Aragorn no esta muerto, yo se que no. -las palabras de Legolas eran tan seguras que la mujer ahora también dudaba de la muerte. Pero eso no tenía lugar ahora en su cabeza porque sin poder evitarlo la castaña tomó con su mano sana el cuello del rubio atrallendolo a ella para así fundirse ambos en un hermoso y salado beso debido a las lágrimas antes derramadas por la chica.
Al separarse, el tono de Legolas pasó a preocupación.

—Debemos ir a que te atiendan eso, no quiero que se vaya a infectar. -Eva sólo asintió y junto a la mano del elfo salieron a donde los médicos para que la herida de ella sea atendida.

~•~•~•

Estaban todos afuera de la sala donde se encontraba el Rey, Legolas y Eva se encontraban ayudando a algunos heridos. Ayer habían llegado a Helm y aún faltaban muchas cosas por hacer.

Se oían los gritos de Gimli que al parecer eran de alegría, Eva miro algo extrañada al rubio quien tenía su vista fija al frente haciando a la oji-azul girar también y sentir que su mundo volvía a cobrar vida otra vez. Ahí estaba, el que pensó hace un día que estaba muerto caminar hacia ella con una sonrisa. Ella sin dudarlo se acerco a él lo más rápido que tuvo y lo abrazo con todas sus fuerzas que hasta su brazo llegó a doler. Aragorn la recibió en sus brazos sintiéndose así con más fuerzas, tenía a su hermana de nuevo a su lado.

—Eres un estúpido. -Golpeo su cabeza haciendo que este se quejará. —Derrame lágrimas por tu muerte y mírate estas aquí muy bien parado.

—También me alegra verte. -contesto. —Y que te paso ahí? -apunto a su brazo.

—Orco, flecha, puf -hizo un movimiento con sus manos de estar tirando una flecha. —Nada grave. -se hizo un lado al ver a Legolas detrás.

Llegas tarde -El rubio miro serio al hombre y lo escaneo de arriba abajo. —Tu cara es terrible. -Aragorn rió ante las palabras del elfo y sin evitarlo ambos de dieron un gran abrazo. Legolas deposito el collar del castaño sobre su mano mientras esté lo miraba sorprendido, no sabía que lo había perdido. Le agradeció al elfo y sin más entro abriendo ambas puertas donde se encontraba el Rey quien se sorprendió al verlo.

Las noticias que Aragorn traía no eran las mejores, un gran ejército se aproximaba y eran demasiados comparados a las fuerzas de Theoden. Todos empezaron a prepararse puesto que según Aragorn las tropas estarían fuera de la muralla al anochecer. Theoden mando a que todo hombre o niño apto para pelear se alistara para la noche, necesitaban a todos los que se pudiera defendiendo el castillo.

—Debe pedir ayuda, mi señor. -Aragorn trataba de convencerlo pero el rey se negó puesto que según el ya no había ninguna alianza entre ningún reino.

Pero había algo que no sabían, la ayuda llegaría del lugar menos esperado y será una gran sorpresa para todos, en especial para Evangeline. Su pasado llegará a las puertas de la fortaleza...

 Su pasado llegará a las puertas de la fortaleza

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𝘓𝘜𝘡 𝘋𝘌 𝘔𝘐 𝘝𝘐𝘋𝘈  ~  𝘓𝘦𝘨𝘰𝘭𝘢𝘴 𝘎𝘳𝘦𝘦𝘯𝘭𝘦𝘢𝘧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora