Еclipse ||| Chuuya x Oc |||

Capítulo 12:

《 Mi solcito. Tan deslumbrante y cálido para un corazón que solo vió oscuridad》

Inquieta en la cama no podía conciliar el sueño, mis pensamientos se entrelazan de tal manera que no comprendía la totalidad de lo que pensaba, como si fuera un conjunto de ruidos que se interponen. Ya rendida decidí vestirme y salir, ya que no pude dormir tenía planeado adelantar los planes de mudanza, iría a mi apartamento para llevarme lo primordial.

Sujeté el picaporte de la puerta, hubo un momento en el cual dudé, ya que sabía con qué me encontraría, o mejor dicho con quién. Sabía perfectamente que él me estaba esperando, me fijé en la hora del celular; eran las 4 de la mañana, sinceramente esperaba que él siguiera ahí. Por alguna razón necesitaba verlo, sentía el corazón apretado, como si algo lo oprimiera, tal vez eran los nervios, pero agarré todo el valor necesario y salí del nuevo apartamento y me encaminé a mi destino.

Caminaba por las calles tan familiares, las luces de las calles me iluminaban el camino, y los autos que iban provocaban borrones de luces que apenas veía por sus velocidades. En un momento giré a un callejón y me encaminé a mi calle, ahí estaba mi apartamento.

Suspiré y me dirigí hacía donde había dejado la llave para emergencias, abrí la puerta e ingresé. Todo estaba a oscuras y silencioso, pero el aire era tenso, tanto que podría cortarlo con un cuchillo, decidí ir primero a mi habitación pasando por la sala hasta llegar a mi puerta, por memoria esquivaba los muebles aún a oscuras.

Abrí la puerta de mi habitación, de un momento a otro sentía mi espalda golpear la pared, levanté la vista apreciando la mirada molesta del oji celeste, él me tenía arrinconada sujetando el cuello de mi camisa con una mano y con la otra apoyándose contra la pared.

Quise decir algo abriendo la boca pero él me calló presionando con más fuerza su mano contra mi cuello.

— Solo una cosa te pedí...— tenía el ceño fruncido al igual que sus labios. No entendía a qué se refería.

— Te pedí que no te vayas sin despedirte. Mierda, ni siquiera necesito tus explicaciones sobre qué era lo que le hiciste al Boss para dejarlo así, solo necesitaba que por lo menos me llamaras. — por su voz se notaba que estaba molesto y dolido.

—Yo...— bajé la cabeza impidiéndole ver mi expresión— perdoname Chuuya.— extendí mi mano apoyándola en su mejilla, acariciándola suavemente y volviendo a mirarlo.

—Solo.... no vuelvas a hacerlo. Tenemos este celular especial que hiciste para que no se rastreara.

—Sí, no volveré a desaparecer así. Vos también podrías haberme llamado baka.— proteste y su expresión enseguida se oscureció para luego mostrar una expresión enojada.

—Claro, te hubiera llamado si hubieras dejado algún número al cuál llamar. ¡Solo entregaste el aparato sin tu número guardado!.— exclamó molesto y me reí con nerviosismo.

—Pues sí... mala mía.— me reí un poco, él soltó el agarre que tenía y yo alejé mi mano de su mejilla. La calidez que sentía en la mano desapareció.

Chuuya suspiró cansado y ahora me miraba dudando, quería decirme algo pero cada vez que lo hacía cerraba la boca.

—Vamos, sé qué tienes curiosidad por saber cómo me ha ido. — sonreí y lo abracé.— me fue espectacular, ya lo conocí y él no me rechazó. ¿Puedes creerlo?, también me aceptaron en la agencia, aunque estoy en período de prueba, estoy segura que aprobaré todo.

Sentía como él apretaba el agarré en el abrazo, se ve que estaba preocupado por mí, y por alguna razón esa preocupación no se iba, ni siquiera con las buenas noticias que traje.