Camaleón [Vhope] (Finalizada)

5

La cantidad de veces que YoungKan se había casado sorprendió a Hoseok. Estaba convencido de que había un error en su archivo y le preguntó a YoungKan para estar seguro.

—Entonces, hum... trece esposas...

YoungKan sonrió con orgullo, luego se rascó la barbilla erizada.

—Qué puedo decir, yo amo demasiado.

—Trece esposas, y trece divorcios.

—Impresionante, ¿no? Espero una decimocuarta vez tras las rejas.

—¿Qué? cómo?

YoungKan se encogió de hombros.

—Me llega el correo de fans. A las mujeres les gusta un chico malo.

—¿Por qué crees que tus matrimonios no funcionaron?

YoungKan dejó escapar un largo suspiro, y luego murmuró:

—El fastidio.

—¿Fastidio?

—Constantemente haz esto, haz lo otro. ¿A dónde vas? ¿Cuánto tiempo estarás? Me encanta la seducción y la etapa de luna de miel, pero luego se vuelve aburrido y otras me llamaron la atención. Soy un hombre de sangre roja, y era inevitable que iba a engañar.

—Los divorcios deben haber sido caros.

YoungKan se echó a reír y se dio una palmada en la rodilla.

—No bromees. Ellas me limpiaron.

—¿Entonces por qué seguiste casándote?

—La propuesta, y la parte de la boda fueron adictivas. El sexo fue el mejor durante ese tiempo. Amo a las mujeres, esa es mi debilidad.

La cara de YoungKan cayó, y su postura se puso rígida.

—Pero no los que pretendían ser mujeres. Fueron tentadoras. Alimañas en las esquinas.

—Háblame de tus esposas, —dijo Hoseok rápidamente. YoungKan parpadeó y luego dejó caer su cabeza.

—Por supuesto…

Cada esposa fue descrita físicamente, pero no emocionalmente. YoungKan describió su forma con las manos y palpó el aire cuando dijo que tenían pechos grandes. Se centró en el sexo, más que nada, y cada mujer se superponía a la otra.

Cuando los ojos de YoungKan comenzaron a dilatarse, y la hinchazón en sus pantalones se hizo notable, Hoseok terminó la sesión temprano. YoungKan salió a toda prisa, dejando la puerta batiente. Hyerin asomó la cabeza por dentro.

—¿Quién encendió sus pantalones?

Hoseok se estremeció e hizo una mueca.

—No, simplemente no.

Hyerin echó un vistazo a las notas sobre la mesa.

—Trece veces, ni siquiera puedo encontrar a un hombre para que se case conmigo.

—¿Realmente quieres casarte con alguien como YoungKan?

—No exactamente. Aunque es mi tipo.

—Los asesinos en serie son tu fetiche?

—Me refiero a miradas sabias.

Hoseok entrecerró los ojos y la fulminó con la mirada. El peso de su mirada hizo que Hyerin retrocediera fuera de la habitación.

—No me juzgues.

—Estoy juzgando y juzgándote duro.

Hyerin sonrió, luego desapareció por el pasillo.