Camaleón [Vhope] (Finalizada)

10

Taehyung apareció en la siguiente sesión con otro chaleco ceñido. Había mantenido su rastrojo en la misma longitud, y su cabello fue arrastrado sobre su cabeza. Se movió en su silla para ponerse cómodo, y los músculos de sus brazos se hincharon
escandalosamente.

Se encorvó con las piernas abiertas, mostrando su torso apenas cubierto. Una posición en la que un amante podría fácilmente subirse a su regazo y sentarse a horcajadas sobre él.

Las imágenes aparecieron tan rápido en la mente de Hoseok que se ahogó con el aire.

—¿Estás bien, Hoseok?

Hoseok asintió, tosió y luego golpeó su pecho. Taehyung resopló y levantó una ceja a sabiendas.

—Entonces, aparte de comerte con los ojos mi cuerpo, ¿qué más tienes planeado para hoy?
El calor se acumuló en las mejillas de Hoseok, y mantuvo la mirada baja. Su lengua pareció enredarse, y abortó varias oraciones, luego simplemente empujó un cuaderno de papel hacia Taehyung.

—Una prueba de inteligencia?

—Hay treinta preguntas para responder.

—Si las hago bien, ¿obtengo un premio muy especial? —Taehyung dijo.

—No, no hay premios.

Taehyung hizo una mueca.

—¿Dónde está la motivación?

—Te ofreciste para el estudio.

—Bien, voy a responder a tus preguntas.

Hoseok extendió el lápiz, pero en lugar de agarrar el extremo
opuesto y tomarlo, Taehyung pasó los dedos a lo largo y agarró a Hoseok. Hoseok se congeló, y solo salió de su parálisis cuando Taehyung acarició su pulgar contra el costado de su mano. Jadeó y se echó hacia atrás.

El lápiz cayó sobre la mesa y Taehyungsuspiró.

—Ahora si toda la punta está rota, es tu culpa no la mía.

—Empieza las preguntas, —dijo Hoseok rápidamente.

Escondió su mano debajo de la mesa e intentó ignorar el
persistente hormigueo donde Taehyung había tocado.

Taehyung no sonrió, ni comentó.

Comenzó con las preguntas con una mirada de pura concentración. Hoseok se movió al otro lado de la mesa, sin saber dónde mirar. Incluso inclinado hacia adelante,
frunciendo el ceño, Taehyung era guapo. Cuando leyó las preguntas, corrió el lápiz contra su labio, frotando la suave piel.

Hoseok tragó el nudo en su garganta y estudió sus manos.

Pasó su dedo índice por los rasguños curados, y contó hasta diez. Escuchó el garabato del lápiz, el aleteo del papel y quiso que la sesión terminara.

Necesitaba correr al baño y echarse agua fría en la cara.

—Oh, tu gato se llama Marte.

Hoseok dejó de cepillar las heridas en su mano y lanzó una
mirada hacia arriba. Miró a Taehyung con incredulidad, y su boca se abrió y cerró.

—Eso, eso es imposible.

Taehyung inclinó la cabeza y sonrió.

—¿Entonces, tengo razón?

—No hay manera, ¿cómo diablos puedes saber eso?

—Bueno, podría decirte...

Hoseok entrecerró los ojos.

—¿Por qué siento que va a haber un pero?

Taehyung sonrió, mostrando sus dientes nacarados.

—Quiero algo a cambio.