Camaleón [Vhope] (Finalizada)

12

—Yoongi va a estar devastado, —susurró Hyerin.

Hoseok se movió en su asiento y tocando obsesivamente sus uñas. Se sentaron a la mesa, esperando que Yoongi llegara.

Había pasado el fin de semana repasando su decisión, y cada vez recordaba la mirada en los ojos de Taehyung. La preocupación, y la honestidad.

—Simplemente no se ajustaba a los criterios.

—¿Estás seguro?

—Sí…

Yoongi entró en la habitación y se quedó inmóvil al ver a Hyerin sentada a la mesa.

—Toma asiento, —dijo Hoseok.

Yoongi no apartó los ojos de Hyerin cuando se sentó frente a
Hoseok.

—¿Estoy en algún tipo de problema?

—No, no hay problema. No hay una manera fácil de decirlo, pero te estoy retirando del estudio.

Yoongi parpadeó y Hoseok se preparó en caso de que se lanzara sobre la mesa. En cambio, Yoongi se encogió en su silla y frunció el ceño. Pasaron unos tensos segundos y Hoseok esperó pacientemente la respuesta de Yoongi.

—¿Qué hice mal?

—No hiciste nada malo. Es mi culpa. No cumpliste con los
criterios para continuar.

—Dijiste que lo estaba haciendo bien.

—Lo hiciste genial. Es solo una de esas cosas, —dijo Hoseok.

Yoongi levantó la cabeza y el estómago de Hoseok se tensó cuando vio lágrimas en sus ojos.

Se preparó para un aluvión de abusos, o para que Yoongi lanzara un puño, pero sonrió y le tendió la mano.

Hoseok la miró, sin saber si sacudirla, pero Hyerin le dió un codazo en las costillas, y él respondió, agarrando a Yoongi con fuerza.

—Muchas gracias por las conversaciones, Hoseok, y gracias por ponerme en primer lugar. Voy a extrañar estas sesiones.

Hoseok tragó saliva y asintió.

—Sí, yo también.

—Si alguna vez necesitas un participante para algo más. Soy tu hombre.

Hoseok asintió.

—Serás el primer hombre al que me dirija.

Yoongi le lanzó una sonrisa de ojos llorosos a Hyerin, luego abandonó la habitación. Sus lentos pasos resonaron en el pasillo, y luego la puerta al final se cerró.

—Eso fue mejor de lo que esperaba, —murmuró Hyerin.

—¿Qué estabas esperando?

—Llorando, mucho de eso. Pensé que por eso me lo pediste, para que pudiera abrazarlo.

—No, te pregunté en caso de que se pusiera desagradable.

Hyerin levantó una ceja.

—Yoongi? Él es un amor.

—Aparte de quemar la cara de su padre...

—Bueno, sí, pero eso fue fuera de aquí. Ha sido el prisionero perfecto, educado, servicial, no haría daño a una mosca. De hecho, se angustió bastante cuando una polilla voló en hacia el atrapa mosca...

Hoseok se dejó caer de nuevo en su silla y cerró los ojos. Había estado esperando que Yoongi gritara, exigiera más sesiones o amenazara. Tenía su mano lista sobre la mesa para golpear el gran botón rojo, pero no lo había necesitado. Yoongi le había dado las gracias y sonrió cálidamente mientras se estrechabanlas manos.