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Habían pasado un par de días y Hansol comenzaba a sentirse mal, si es que era posible sentirse peor. Además de estar tener el corazón roto, los pequeños pétalos blancos que antes solo tosía y podía esconder, ahora salían en grandes cantidades mediante el vómito, y se estaba haciendo una rutina salir corriendo de clases o cualquier lugar hacia el baño más cercano para vomitar esos pétalos.

— Hansol, tenemos que hablar —Soonyoung lo tomó de la muñeca antes de que pudiera entrar a su clase de cálculo y se lo llevó a rastras a un lugar poco concurrido. Hansol no entendía, o quería no entender, por qué Soonyoung quería hablar con él—. ¿Cuándo pensabas contárnoslo?

— ¿De qué hablas, hyung?

— ¡De Seungkwan y Seungcheol! ¡Están saliendo, los vi besarse! —exclamó Soonyoung, cómo si fuera lo más obvio del mundo—. ¿Por qué no viniste a nuestro apartamento? Estoy seguro que la noticia no te cayó bien.

— Estoy bien, hyung, Seungkwan me gusta pero por eso mismo quiero que sea feliz, y sé que Seungcheol hyung lo hará más feliz de lo que yo podría —Hansol miró hacia el suelo, parpadeando para que las lágrimas no salieran, pero fue inútil porque Soonyoung lo abrazó y Hansol sintió que podía soltarlo todo. Era Soonyoung, sus abrazos siempre lo hacían sentir lo suficientemente seguro para cualquier cosa. Un pequeño sollozo salió, y así siguieron los sollozos silenciosos junto a pequeños espasmos. Soonyoung sólo apretó más el abrazo y puso su mano sobre la cabeza de Hansol, haciéndole saber que todo estaría bien.

— Tranquilo Solie, llora todo lo que necesites, estoy aquí.

Y así lo hizo, lloró y lloró en los brazos de uno de sus mejores amigos, dejando salir todo lo que guardó. Sabía que nunca podría estar con Seungkwan pero no pensó que dolería tanto el verlo con otra persona, y tampoco sabía que dolería aún más al conocer a esa persona y no poder odiarla. Y odiaba no poder odiar a ninguno de los dos, pero no tenían la culpa de sus sentimientos.

Poco a poco el llanto fue calmándose y Soonyoung se separó de Hansol, limpiando las lágrimas que estaban en sus ojos—. Iré por algo de beber, espérame aquí, ¿si?

— Está bien, hyung.

Soonyoung corrió en busca de una máquina expendedora mientras Hansol se sentaba en una banca del pasillo, aún sollozando un poco pero tratando de respirar y calmarse.

— ¿Estás mejor? —preguntó Soonyoung, llegando con dos latas de coca cola y pasándole una a Hansol.

— Sí, muchas gracias hyung —Hansol tomó la lata y la abrió mientras sorbía su nariz, pero antes de siquiera poder tomar un sorbo, las arcadas llegaron a él y no pudo contener el vómito de pétalos. Soonyoung miraba la escena atónito–. Ah, hyung... Esto —Hansol trató de buscar una excusa mientras tosía más pétalos.

— Hansol —Soonyoung se levantó, dejando su lata de lado y llevándose a Hansol con él—. Voy a llamar a Wonwoo, vamos al hospital ahora mismo.

— Pero hyung...

— Pero nada, Hansol, esto es hanahaki, se supone que es una enfermedad que ya no existe —explicó Soonyoung mientras tomaban un taxi—. La enfermedad del amor no correspondido.

— ¿Qué? ¿Amor no correspondido? ¿Una enfermedad? Hyung, no estoy entendiendo nada.

— Estás en riesgo de morir, Hansol.

Hubo un silencio entre ambos y sólo se escuchaban los autos en la calle. Hansol se encogió en su lugar, confundido cómo nunca antes, ¿iba a morir por amar a Seungkwan? ¿Cómo podía ser posible siquiera? Pero sabía que Soonyoung nunca mentiría sobre algo tan grave, de por sí ya era absurdo que estuviera vomitando pétalos blancos. Tenía sentido después de pensarlo bien.

Cuando llegaron al hospital, Soonyoung lo guió rápidamente a un consultorio en específico. Hansol leyó la placa en la puerta "Kwon Boah". Era la prima de la que Soonyoung tanto hablaba.

— Boah noona, necesito tu ayuda.

— Soonyoung, te he dicho que no puedes venir cada que quieras, estoy trabajando...

— ¡Hansol tiene hanahaki!

Boah volteó rápidamente y dirigió su mirada al menor de la habitación, sus ojos abiertos grandemente. Se acercó a Hansol—. ¿Has vomitado pétalos o flores y has tenido dificultades para respirar?

Hansol tardó un poco en responder, aún confundido por toda la situación, asintió con la cabeza.

— Tendremos que hacerte unos exámenes.

— Hyung...

— Vas a estar bien, Hansol, voy a esperarte aquí, ¿si?

— Está bien.

Había pasado un buen rato hasta que la doctora Kwon finalmente dejó ir a Hansol, Wonwoo y Soonyoung lo esperaban en unas sillas, el mayor leyendo con su novio apoyado en su hombro. Ambos se levantaron en cuánto lo vieron—. Hansol, ¿cómo fue? ¿Estás bien? ¿Quieres quedarte en nuestro apartamento?

— No puedo, me van a internar.

— ¿Qué? ¿Por qué?

— La doctora dijo que deshacerme de mis sentimientos por Seungkwan era la única forma aparte de la operación...

— ¿Operación? —Wonwoo indagó, preocupado.

— Me van a quitar las flores del pulmón... ¡Pero no quiero!

— ¿No es lo más viable, Solie? Si sigues así, puedes morir —Soonyoung habló, colgándose del brazo de su novio.

— Si lo hacen, me quitaran también la capacidad para volver a enamorarme... Yo quiero enamorarme. Quiero encontrar a una persona que me haga tan feliz como lo son ustedes, quiero sentir el amor que he leído —el tono de voz de Hansol cada vez se hacía más bajo, algo avergonzado de sus palabras.

— Solie... —Soonyoung se soltó de Wonwoo para abrazar al menor, no pasó mucho para que Wonwoo le siguiera, ambos brindando su apoyo con esa pequeña muestra de cariño—. Vamos a estar contigo en todo el proceso, ¿si?

— Gracias, hyungs.

Hansol suspiró viendo a la ventana, ya estaba en su habitación de hospital, compartida con un chico qué, según le dijeron, estaba en unos exámenes en ese momento. Al parecer tenía algunos problemas cardíacos y siempre tenía que volver al hospital porque amaba sobre esforzarse.

— ¡Hansol! —el castaño se paralizó cuando escuchó la voz de su mejor amigo—. Me enteré por Seungcheol que estabas hospitalizado por problemas en los pulmones, ¿por qué no me dijiste nada?

— No quería preocuparte —Hansol fingió su mejor sonrisa, engañando a Seungkwan fácilmente—. ¿Y cómo se entero Seungcheol?

— Joshua lo mencionó. Te traje ramyeon y tu laptop, pensé que te aburrirías.

— Gracias, Kwan, no debiste molestarte.

— Vendré a visitarte cuando pueda, ¿si? —Seungkwan sonrío en grande y Hansol no pudo decirle que no.

Una vez que Seungkwan se fue, un joven de cabello rojo entró en la habitación—. Escuché que tienes hanahaki, ¿es verdad? Esa enfermedad es toda una leyenda.

Hansol se le quedó mirando un par de segundos antes de asentir lentamente. El chico, además de un llamativo cabello rojo, tenía una sonrisa linda y labios rosas—. ¿Tú eres...?

— ¡Ah, lo siento! Me llamo Xú Minghao, tengo un problema con mi corazón y por estoy aquí, un gusto conocerte...

— Soy Vernon, y pues tengo hanahaki, ya lo sabes.

— ¿Y es feo? Me imagino que debe serlo, ¿no? A mi me rechazaron y me sentí horrible, si hubiera tenido una enfermedad habría sido peor — el chico empezó a irse por las ramas mientras se sentaba en su cama.

Hansol soltó una pequeña risa, quizá su estancia en el hospital no sería tan aburrida después de todo.









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another chance - verhaoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora