CAPÍTULO II: SIN FUERZAS

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La noche consumía la luz del atardecer, y junto a ella; mi vida entera.

Me debilitaba física y mentalmente con cada hora, el agua escaseaba, el hambre me convertía en una bestia salvaje, apretaba los dientes con fuerza, cerraba con dureza mis manos y maldecía los cielos.

Recuperaba el sentido después de cada rabieta contra mí mismo, sentía un peso menos con cada hora que pasaba, repasaba mi plan una y otra vez.

Aquel edificio estaba rodeado por un muro, no era muy alto, además tenía desperfectos en sus ladrillos, podría escalarlo con facilidad y luego estaría dentro del porche, sonaba fácil, pero tenía un gran problema; estaba debilitado.

Apenas podía estar en pie, me sentía mareado y solo quería descansar, sería un gran esfuerzo hacer tal hazaña, pero me armé de motivación y estaba listo, la oscuridad sería mi amiga y la luna testigo de mi valor.

¡Es hora! – Clamé con ánimos.

No había nadie cerca, corrí hasta el muro y entre los agujeros que tenía apoyaba mis manos y pies, se me acalambraban los brazos con cada esfuerzo al subir, cuando casi llegaba a la cima del muro perdí las fuerzas, y caí...

¡Jeje!, menudo golpe me llevé sobre mi espalda.

Un mar de pensamientosTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang