CAPÍTULO IV: UN EXTRAÑO LUGAR

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Una vez dentro del porche, explore todo el sitio, logre dar con las escaleras que conducían hacia dentro de la obra, pero antes, fije mi atención en dos bloques de ladrillos, decidí tomarlos y ponerlos apilados al lado donde colgaba la soga, de ese modo, si necesitaba salir con rapidez esos bloques me brindarían altura.

Hecho eso, era momento de subir las escaleras, cada paso que daba era lento y sigiloso, estaba asustado, cuando logro llegar al primer piso, una puerta delante de mí bloqueaba mi paso, estaba puesta horizontalmente, era claro que no querían visitas, sin embargo, mi mundo se vino abajo cuando me acerque y trate de ver por el borde de esa puerta y observe una luz encendida en el pasillo.

Maldición, ¿hay alguien aquí acaso? – Tal situación retumbo mi mente.

Por si lo anterior fuera poco, trate de empujar la puerta hacia adelante para observar más, al hacerlo, distingo lo que parece ser una cama improvisada, y en la pared que había cerca, una cruz negra colgante acompañada de varias fotos religiosas, eso me puso los nervios de punta, quería irme de ese maldito lugar...Con todo y eso, me arme de valor, y antes de remover la puerta quise asegurarme que no había nadie allí, así que dije en voz alta:

- Hey, ayuda por favor, ¿pueden ayudarme?

Espere unos minutos, al no recibir respuesta confirme que estaba solo, tire aquella puerta hacia delante, y sin perder tiempo, me apresure a buscar las siguientes escaleras y subí; piso 2, piso 3, piso 4, piso 5, piso 6, piso 7.

Y ahí estaba, en el último piso, delante de mí se hallaba el balcón, me acerque, una hermosa vista contemplaban mis ojos, la luna y las estrellas me estaban esperando para ser formar parte de ellas...

Un mar de pensamientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora