Capitulo 27

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Ante la profunda y tranquila voz del pequeño pelinegro todos asintieron con la cabeza, mientras los demonios aun se serían desconfiados tu sonreías contenta.

- Por favor no se incomoden, yo solo los mande a llamar para darles buenas noticias, no deben temer.

- Tenemos derecho, estamos en territorio enemigo. - sekido respondió volviendo a tener su típico ceño fruncido -.

- Pense que no éramos rivales desde que lucharon a nuestro lado, quizá los intérprete mal. - respondió tranquilo kiriya-.

- ¡No!... Bueno, nos aliamos en ese momento, pero...

- ¡Ya callate sekido! En realidad ya estábamos hartos de muzan, y al revelarnos nos convenio estar de su lado, pero el punto es que, quien nos hizo cambiar de parecer es ______, si alguien debe ser elogiado aquí es ella al poder cambiar nuestros corazones retorcidos. - karaku había sorprendido a todos por aquella respuesta tan madura, aquel demonio podía ponerse serio en los momentos adecuados -.

- Eso lo se muy bien, me lo hicieron saber.

- ¿Fue yushiro verdad? - preguntaste y al momento kiriya sonrio, aquella curva en sus labios te hizo recordar cuando por primera vez habías visto a kagaya, ellos eran tan idénticos, y no solo físicamente -.

- Si, fue el, me hizo saber de todo lo que hicieron tanto ellos como tu, y estoy agradecido profundamente con ustedes.

- Pero no hicimos mucho... Los pilares son cazadores fuertes, y lograron acorralar a muzan para acabar con su vida. - aizetsu intervino -.

- Se que ellos son fuertes, pero aún así sus cuerpos son frágiles, una herida grave sería fatal para ellos, pero ustedes hicieron un gran papel al cuidar muy bien de ellos, usando su mismo cuerpo para salvarlos, ustedes hicieron qué sea posible acabar con muzan, y yo... Estoy eternamente agradecido, gracias a su ayuda pudimos por fin acabar con esta lucha qué duro cientos de años... Estoy seguro que padre esta feliz en estos momentos... Muchas gracias. - el se inclino hasta que su frente toco la madera y las niñas peliblancas hicieron lo mismo, al verlo sollozar fue que te acercaste a el y lo abrazaste, se notaba que estaba sufriendo, era muy joven para ocupar un puesto tan importante, y seguro al no tener a su padre y madre para que lo apoyen se sentía decaer poco a poco, pudiste sentirlo al momento que hablaba, el se ponía tan sentimental cada que recordaba aquello -.

- No debes hablarnos tan formal, entendemos que estas haciendo un papel agobiante, has como si fuéramos amigos e interactua de forma normal con nosotros -.

Hablaste cuando porfin había levantado su cabeza de tu pecho, con sus mangas limpio sus lágrimas y sonrió de una forma más sincera.

- Perdón por las lágrimas. - dijo algo avergonzado mientras sus hermanas le pasaban una tela para que se limpie mejor - ¡continuemos hablando!.

Sonreíste al ver como estaba más animado qué antes, acariciaste su cabeza y luego volviste a sentarte en el cojín, esta vez el ambiente fue mucho mejor, ya no estaba tenso ni incómodo, ahora solo eran unos "amigos" conversando.
Aquel pequeño había tomado demaciado enserio lo que dijiste y al final le terminaste contando todo lo que habías vivido con los demonios, contando tus experiencias y planes a futuro, algo que llamo mucho la atención del menor.

- Padre me contó algo de ti y me hizo prometer qué te ayudaría con lo que necesites, y ahora que veo que conseguiste lo que deseabas, me toca hacer mi parte.

- ¿Hum? Y que es. - ladeaste la cabeza mientras una de las hermanas sacaba un pergamino de su ropa y luego se lo entragaba a su hermano -.

- Voy a darte la comodidad qué mereces, pero creo se atrasara un poco, reconstruiremos la casa para que alcanzen todos ustedes.

En Sus Brazos Halle Mi Felicidad  - clones de hantengun x t/n. Where stories live. Discover now