Capitulo 29

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Faltaban pocos minutos para el amanecer cuando unas manos traviesas te rodearon desde atrás, podías sentir sus dedos colarse entre tus ropas, husmeando todo tu ser para saciar sus más grandes deseos.

- Espera karaku... Acá no. - agarraste sus manos intentado detener sus movimientos sobre tus muslos, lo podías sentir tan cerca de tu intimidad qué en cualquier momento podías caer en la tentación -.

- Vamos... solo la puntita ~. - susurro cerca a tu oído y luego lo lamio, creando una descarga eléctrica qué recorrió tu cuerpo entero, haciéndote tensar -.

Sus cuerpos se juntaron más, quedando demaciado pegados, podías sentir claramente como un gran bulto empezaba a crecer, chocando directamente contra tu trasero, te removiste un poco creando una fricción entre ustedes que hizo gemir a karaku.
Su voz sono grave, cosa que te puso ansiosa, pero debías controlarte, estaban en una casa ajena y en cualquier momento podría entrar alguien. Agarraste las manos de karaku y las alejaste de tu cuerpo, haciendo que el demonio suelte un chasquido, pero no se rindió fácil, con su lengua hizo un recorrido de tu nuca hasta tu oreja qué te hizo soltar un jadeo algo fuerte, el sonrio orgulloso.

- Karaku, ya basta. - una voz ronca resonó por toda la habitación, siendo sekido el culpable -

El se levantó como pudo de su futon y camino balanceándose hasta donde estabas, quitándote con facilidad de los brazos del pasional karaku, dejándolo con un puchero de completa molestia al no poder cumplir su cometido.
Agradecias qué sea sekido quien se haya despertado, si urogi fuera el que se levantará una historia diferente hubiera sucedido, aun podías recordar como ambos demonios te habían rodearon en tu habitación para luego tener una noche de completa lujuria, jamás olvidarías esa noche.

Al final continuaste durmiendo junto con sekido en su futon, quien te tenia bien envuelta entre sus fuertes brazos qué te protegían de cualquier peligro o ansioso ser.

Era medio día cuando fueron interrumpidos en su pieza por el pequeño kiriya y tres pilares hombres quienes habían venido a ayuda al pequeño para escoltarlos al comedor, esta mañana todos comerían juntos por que el patróncito daría una noticia.

Te sorprendía como aquellos pilares qué anoche ni se podían levantar podían estar de pie al día siguiente.
Tanto karaku y urogi fueron ayudados por uzui para que caminen ya que eran los más afectados por el alcohol, lo demás solo fueron guiados hacia el comedor junto contigo.

Cuando llegaron ya había varias personas sentadas, y entre ellas podías divisar a tanjiro junto a dos chicos más que discutían, luego estaba su hermana que conversaba junto a una niña de coleta.
Mitsuri fue quien levanto la mano saludándote y señalando a su lado para que vayas a sentarte, todos los demonios te siguieron se cerca, aun no confiaban en mitsuri luego de verla casarse, ellos eran algo estúpidos.

El desayuno fue tranquilo, hablando de cosas triviales mientras el patrón terminaba de comer, esperaría a que todos degusten tranquilos de su primera comida del día.

- Seré directo y no los haré esperar más. - comenzó a hablar cuando todos habían comido sus respectivos alimentos -. Hice un trato con una ciudad en donde había mucho espacio libre para comprar e hice varias casas para ustedes, pero esta en su derecho si lo aceptan o no... Menos a una persona, ella si tiene que aceptarlo por que si. - el volteo a mirarte y tu sonreíste apenada ante la obvia refencia -.

Algo en la cabeza de mitsuri hizo click y de inmediato se paro llamando la atención de todos.

- ¡Yo quiero pedir una casa cerca al hogar de _____! ¡Porfavor patrón, quiero que nuestros hijos crezcan como amigos! Aunque ella ya se adelantó... Pero no importa! - dijo muy feliz, no midiendo las palabras que dijo y cuando por fin se dio cuenta fue que se cubrió la boca con ambas manos y volvió a sentarte, se sentía avergonzada pero ahí estaba su esposo para consolarla -.

En Sus Brazos Halle Mi Felicidad  - clones de hantengun x t/n. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora