6

93 13 2
                                    

-¡¿Luz?!, ¿qué te ha pasado?- pregunta alterada y preocupada mientras me carga con cuidado y yo estoy que me duele mucho la espalda del dolor- tranquila, te pondrás bien- me deja recostada en posición fetal a un lado para dejar al descubierto mi espalda- madre mía, menudo daño te han hecho, deja que busque una poción para sanarte, aguanta un poco- se va lo más rápido que puede mientras yo sigo llorando, no sólo por el dolor físico, también por el emocional ya que ahora estoy sola, lo he perdido todo, la veo regresar y se queda frente a mí y me ayuda a sentarme de manera que pueda beber la poción- venga, tienes que tomarla toda para que te deje de doler- me ayuda hasta que termino de tragar hasta la última gota y siento cómo mi espalda va sanando hasta que me encuentro mejor pero sigo llorando- ¿qué te pasa?, ¿te duele algo más?-

-É-el lo-los ma-mató, él me los arrebató- consigo pronunciar

-¿Quién?- pregunta más desesperada, intento hablar pero no encuentro palabras por lo que muestro mis recuerdos y consigo hacer que se escuche todo lo que ocurrió hasta que termino y sigo llorando, se acerca y me acoge entre sus brazos- sabía que mi hermano podía ser muchas cosas al igual que podía ser bastante cruel pero esto ya es otro nivel, y todo por sentirse amenazado, ya decía yo que aquel temblor no era normal, lo siento tanto querida, de verdad- escondo mi rostro en su hombro mientras me aferro a ella por un buen rato hasta que consigo calmarme

-Juro que le haré sufrir, que pagará por lo que me ha hecho, le haré sufrir con lo que maś le duela, aunque sea lo último que haga, vengaré a mi familia- declaro decidida de mis palabras

-Y lo harás pero no ahora ni pronto, la venganza es un plato que se sirve bien frío, y es mejor tramar un buen plan, sólo hay que esperar al momento adecuado, la oportunidad vendrá a nosotras, ya lo verás, pero hasta entonces, debemos prepararnos para cuando llegue nuestra oportunidad, no sabía si enseñarte los conjuros más poderosos y a la vez más oscuros, pero creo que ya estás preparada para aprenderlos, ¿te parece bien?-

-Perfectamente, juntas podremos acabar con él- ella asiente sonriendo levemente mientras sigue abrazándome a pesar de estar más calmada, poco a poco me voy quedando dormida ya que ha pasado a acariciar mi nuca y ese es un punto débil para calmarme

-Veo que este es un punto débil- comenta divertida 

-Sí, pero no se lo digas a nadie- contesto adormilada

-Lo tendré en cuenta para otras veces, pero ahora debes descansar, debes estar agotada- me deja con cuidado en mi cama y se dispone a alejarse pero tomo el valor de sujetarle el brazo y me mira un poco preocupada- ¿qué pasa?-

-¿Te quedas conmigo hasta que me duerma?, por favor- le suplico con la mirada y tras ella salir de su asombro sonríe 

-Claro, descansa mocosa, te lo mereces-

Tras escuchar esto al poco tiempo caigo dormida. Al día siguiente despierto sola y con un poco de dolor en la espalda pero es soportable, me levanto de la cama y encuentro a Úrsula observando la bola de cristal y a través de esta puedo ver a Ariel, me acerco y me quedo a su lado observando, parece que la pelirroja se siente más atraída por el mundo exterior desobedeciendo las órdenes de su padre.

-Veo que la pececita se va a meter en problemas- comento captando su atención

-Pues sí, esto puede resultar interesante- se gira para verme- ¿cómo te encuentras hoy?-

-Mejor, me duele un poco la espalda pero es soportable- le resto importancia y me alcanza algo de cómoda- gracias- empiezo a comer mientras una idea se me pasa por la cabeza 

-Se te ha ocurrido una idea, lo veo en tus ojos, ¿qué se te ha pasado por la cabeza?- arque una ceja con curiosidad

-¿Qué te parece si ese hambre de saber más cosas sobre el mundo de arriba poco a poco se va alimentando para que tenga más curiosidad?- 

Amor bajo el marDonde viven las historias. Descúbrelo ahora