14

44 7 1
                                    

-Veamos de lo que estás dispuesto, hermanito, a dar por tu amada hija- ella se acerca a él tras soltarla pero es retenida por las dos morenas que la debilitan al ver sus lomos comenzar a brillar

-La hija del Rey del mar es una mercancía muy valiosa que se puede negociar bastante bien- sigo burlándome probando su paciencia y me ve furioso- te di mi palabra de que algún día te haría pagar y sufrir por todo lo que me hiciste y lo que digo lo cumplo, ahora pagarás por aquello que me arrebataste sin piedad alguna- le recuerdo con odio y rencor- ahora decide, ¿estás dispuesto a hacer lo que sea con tal de salvar a ti querida hija?- parece pensarlo y por fin suelta su tridente y nos reímos al conseguirlo, las morenas sueltan a la joven y rodean los brazos del Tritón y comienzan a debilitarlo hasta llegar a hacerlo desaparecer, tomo la corona y me acerco a ella- por fin-

-Por fin es nuestra- me mira sonriendo y yo estoy emocionada- por fin lo hemos conseguido, por fin les has vengado- me acaricia la mejilla y yo no puedo evitar llorar

-No- dice Ariel mientras trata de acercarse a mi amada por la espalda pero le aparta con una de sus extremidades y choca contra el suelo y la retengo con mi magia- sois unos monstruos- nos dice y eso me cabrea

-¿Nos llamas monstruos a nosotras cuando tú has estado viviendo con uno toda tu existencia mientras se jacta de su gloria y méritos falsos?- le digo con ira

-Eso no es cierto, mi padre era un buen gobernante- suelto una risa amarga y exagerada burlándome de sus palabras

-¿Acaso no sabes lo que tú amado papaíto me hizo hace muchos años?- me ve confundida- tu padre no me ayudó cuando más lo necesitaba y estuvo a punto de matarme de no ser por tu tía, ella fue la única que se apiadó de mí, me cuidó y me enseñó todo lo que sé mientras que tu amado padre mandó a buscar a mi familia y los arrastró hasta tu castillo, los encerró en los calabozo y les torturó para que le dijeran dónde estaba yo, no sabían nada de mí desde que me echaron mis padres de casa y de eso hacía dos años, ¿sabías que eso había hecho tu tan justo y bondadoso padre?, no, ¿verdad?- se queda callada analizando y digiriendo mis palabras

-Eso es mentira- se niega a creerlo- demuéstramelo-

-¿Quieres pruebas?, muy bien- le muestro el recuerdo de cómo acabó con lo que quedaba de mi familia- ¿ahora me crees?-

-Tú fuiste quien gritó aquel día en el castillo-

-Al fin abres los ojos pececita- desvío la mirada a la ahora reina del mar y veo que viene nadando el principito con algo en mano y lo lanza con fuerza en su dirección, así que nado rápido hacia ella-¡cuidado!- le aparto y siento un rasguño en mi brazo

-Te arrepentirás de esto, a por él- le ordena a las dos morenas y le apunta con el tridente- despídete de tu amorcito- trata de apuntar bien hacia él

-¡Eric cuidado!- le grita antes de aprovechando mi distracción acercarse a ella y aparta fallando el tiro y dándole a las dos criaturas que se desintegran

-¡No!- decimos las dos con tristeza, ella aprovecha para escapar y subir para ayudar al humano- mis pequeños idiotas- recoge sus restos y los mira con ira- se arrepentirán de esto, Luz, busca un lugar seguro y no salgas de ahí-

-No, no pienso hacerlo, estaré contigo, encárgate de él arriba, yo me encargo aquí de la princesita- asiente y comienza a ser rodeada otra vez por una nube negra y la veo volverse mucho más grande y terrible, se van a enterar de con quién se están enfrentando, noto que comienza a crear un remolino enorme y justo estamos cerca de una zona de naufragios que comienzan a moverse y a dar vueltas alrededor del vórtice, subo con cuidado de no chocar con algún barco, veo a Ariel intentando apartarse y yo me acerco todo lo rápido que puedo a ella, sube a la superficie para asegurarse que su amorcito está a salvo pero no lo está, Úrsula con su remolino ha logrado que sobresalgan unas rocas con un par de cabos en unas de ellas y ahí está Eric luchando por mantenerse sobre ellas, apunta con el tridente y dispara pero acaba fallando, vuelvo a mirar a la pelirroja mientras los barcos suben por la fuerza del remolino y se sube a uno de ellos, ya sé lo que va a hacer, no lo puedo permitir, le sigo y consigo llegar hasta ella- no lo hagas por favor-

-No tengo otra opción, hay que acabar con esto- dice mientras sigue esforzándose por llegar al timón y trato de alcanzarla

-Por favor, no me quites lo último que me queda en esta vida- lloro mientras la veo llegar al timón- no lo hagas, te lo suplico, ya lo has oído, no me queda nadie salvo ella- me mira con pena

-Lo siento- gira con fuerza el timón haciendo que caiga al suelo con fuerza y se clave la punta del barco en el estómago

-¡Noooooooooooo!- grito entre lágrimas, logro verle a los ojos

-Te amo- dice por lo bajo antes de comenzar a desaparecer, el remolino se deshace y nado hasta la orilla y me quedo ahí tirada llorando, caigo cansada hasta que noto movimiento a mi lado, abro los ojos y veo a Ariel con Eric casi inconsciente a su lado, supongo que le ha ayudado a llegar hasta aquí-

-¿Qué?, ¿vienes a terminar el trabajo como tu padre?- me siento tras hacer aparecer un vestido negro y ligero para al menos cubrirme 

-Lo siento, de verdad que lo hago- trata de tocarme pero me alejo y parece entenderlo

-No te me acerques, tú y tu padre me han quitado todo, mi familia, la única persona que me ha querido en toda mi vida, tú al menos tienes a alguien, yo estoy sola, ahora estoy sola por vuestra culpa, márchate antes de que me plantee acabar contigo de una vez por todas- le amenazo a pesar de mi estado

-Lo siento, yo no soy como mi padre, te lo demostraré, por favor, cuídalo por mí- me mira con súplica

Amor bajo el marDonde viven las historias. Descúbrelo ahora