Amor bajo el mar

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-Me han comunicado hace un par de horas que ya han terminado con la reformación de vuestra casa y que ya ha sido acomodada y amueblada, si quieres mañana mismo puedo llevarte para que lo veas o si quieres ir también con ella no hay ningún problema, perdona es que me tengo que acostumbrar a que ella es tu pareja y que no es como yo la conocí- se rasca la nuca nervioso

-Tranquilo, es entendible, no pasa nada- le resto importancia- y por mí encantada de que me muestres dónde va a ser nuestro hogar, mañana si queires podemos ir tras desayunar- le propongo y vuelve a sonreír

-Claro, pues entonces nos vemos mañana-

-Hasta mañana- me retiro y entro en la habitación para sentarme en mi cama y me quito las botas

-¿Ocurre algo?- pregunta quedándose a mi lado

-No es nada malo, es sólo que mañana iremos a ver nuestro nuevo hogar, me lo acaba de decir el principito, ya han terminado con la obra y ya está amueblada, sólo falta que nosotras la ocupemos- le sonrío y ella hace lo mismo con felicidad

-Qué gran noticia, ya me muero de ganas por ver nuestro nuevo hogar-

-Nada de morirse por favor, ya he tenido más que suficiente- le recuerdo y ella se ríe- y yo ya tengo muchas ganas de llegar a nuestra casa y poder estrenar cada parte de la casa muy a fondo, ¿qué te parece la idea?- digo dándole un beso en el cuello mientras nos reímos

-No suena mal la idea a decir verdad- comenta mientras me rodea con sus brazos a la vez que  se sienta en mi regazo y poso mis manos en su cintura para acercarla más a mí

-Oye, ¿no te apetece hacer un pequeño adelanto ahora?- empiezo a darle besos en el cuello al igual que ella pasa sus brazos alrededor de mi cuello 

-¿La verdad?- asiento con la cabeza mientras subo mis manos- pero prefiero más esperar a mañana, así tendrás más ganas y no estarás tan cansada- de repente se levanta de encima y me deja sin saber qué hacer

-Ey, no puedes dejarme así- me levanto para reclamarle- no me dejes así con las ganas- me cruzo de brazos con el ceño fruncido- no puedes hacerme esto-

-Pues claro que puedo, y lo estoy haciendo, mocosa y sabes que no vas a lograr nada por mucho que me ruegues y demás cosas que se te pasen por esa cabeza que tienes- declara con firmeza y no puedo evitar refunfuñar- y ahora cámbiate para poder dormir, ya mañana podemos hacer otras cosas, pero debemos estar descansadas- sonríe sabiendo que tiene un punto a su favor

-Mañana no te escapas de mí, que te quede bien claro- le señalo fingiendo seriedad y ella sonríe, al final acabo haciendo lo que ella ha dicho y vuelvo a quedarme con una camisa y ella con un camisón ligero

Después de una pequeña sesión de mimos al final acabamos durmiendo y al día siguiente nos levantamos y tras prepararnos y vestirnos colocamos en un bolso lo poco que tenemos y lo que he traído de nuestro hogar en el mar. Desayunamos mientras hablamos de algunas cosas hasta que terminamos. Nos vamos a los establos donde ya nos esperan Ariel y Eric en un carruaje, subimos y yo presto mucha atención a nuestro entorno para recordar todo y así no perdernos. Cuando llegamos es tal cual como imaginé, es una casa ni muy grande ni muy pequeña, de dos pisos, de paredes pintadas de azul, con un patio techado y con algunas sillas y demás, con ventanas grandes para que entre bien la luz del sol y a un par de metros hay una playa de agua cristalina. Al detenerse el carruaje ayudo a Úrsula a bajar y nos acercamos.

-No es gran cosa, pero espero que les guste- las dos nos acercamos y miro todo al detalle y parece un sueño hecho realidad

-Así ambas podrán estar en ambos mundos sin que nadie les moleste, y sin ser perseguidas injustamente- aclara Ariel dando un paso más cerca de nosotras

-Es como siempre había soñado, es perfecta- miro sobre todo al príncipe- gracias, de verdad-

-Solo nosotros, mi madre y Grimsby saben de este lugar, así que podrán vivir sin molestias, están en un punto intermedio entre el castillo y el pueblo, las despensas han sido abastecidas con lo necesario para una larga temporada al igual que los armarios con vestimentas de diferentes tipos para mayor comodidad, tras la casa hay un pozo de agua potable y creo que ya es todo- trata de hacer memoria de todo lo necesario

-Y con eso es más que suficiente para las dos, gracias otra vez por todo- les sonrío

-Si nos disculpan, nosotros nos retiramos y así les dejamos para que exploren su nuevo hogar, si necesitan cualquier cosa ya saben donde estamos y Luz, mi madre dice que cuando quieras que te pases por el castillo para que vea tus dibujos- asiento sonriendo 

-Y avisad cuando sea la boda- les guiño el ojo divertida y lo veo sonrojarse bastante haciéndome reír 

-Tenlo por seguro- confirma Ariel mientras se sube al carruaje mientras que su pareja desengancha a uno de los caballos que acabo de reconocer como el que yo usé cuando la pelirroja aún no podía hablar

-Lo dejamos aquí para que les sea más cómodo desplazaros y también he hecho que hagan un pequeño establo y ya tiene todo listo para el caballo, así que os lo dejo ahí- nosotras asentimos y esperamos a que se marchen y nos dejen completamente solas por fin

-Parece que algunos sueños sí se pueden hacer realidad- comenta Úrsula rodeando mi cintura con su brazo

-Sí, parece que sí- le miro sonriendo- ¿por qué no vamos a descubrir nuestra casa?- le miro divertida antes de tomarla por sorpresa y alzarla en volandas mientras se ríe, camino hacia la casa y entramos por la puerta para encontrarnos con un acogedor y espacioso salón cocina con grandes ventanas que dan hacia la playa

-Es muy bonito- comenta mirando a nuestro alrededor una vez la he dejado en el suelo

-Y que lo digas, pero me sé de una manera mejor de descubrir cada parte de esta enorme casa- digo en su oído mientras noto cómo su piel se eriza- ¿te apetece?-

-Querida, eso no se pregunta-

Las dos recorremos prácticamente cada estancia de la casa de forma muy placentera para las dos hasta que acabamos en la habitación principal que tiene una gran cama que sobra espacio para las dos y estamos las dos agotadas. Al día siguiente yo me levanto temprano, me visto con una camisa blanca y bajo a la planta principal para hacer el desayuno de las dos y subírselo a la cama para comer las dos juntas al igual que le he incluído una pequeña sorpresa. Dejo la bandeja a un lado y me recuesto a su lado para repartir ligeros besos en su rostro consiguiendo que se despierte con una hermosa sonrisa.

-Buenos días- digo cuando por fin abre los ojos

-Buenos días- sonríe desperezándose antes de percatarse de que he traído la comida

-He pensado que te gustaría que comiéramos juntas- le acerco la bandeja y la dejo en medio de las dos, ella se cubre con las sábanas y entre las dos desayunamos hablando de todo  de nada a la vez hasta que sólo queda una pequeña caja que coge un poco distraída hasta que la abre y se queda petrificada con lo que ve- ¿qué pasa?- le miro sonriendo

-Luz, esto es…., no sé qué decir- se cubre la boca con asombro y emoción

-Sólo debes decir unas simples palabras a esta pregunta, ¿quieres casarte conmigo?- le miro a los ojos y los suyos se van humedeciendo

-Sí, sí y un millón de veces sí- se tira prácticamente sobre mí para besarme con amor y yo le correspondo de igual manera 

-No sabes lo feliz que me has hecho al decirlo-