13 | Morning

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"¿Cómo se siente?" Tom preguntó de repente mientras me sacaba de mi mente y le lancé una mirada sonriente a su rostro.

"No particularmente especial" mentí y reduje la velocidad un poco mientras él se reía.

"Te gusta el auto, ¿no?", dijo en un tono más lento pero con un fuerte tono de arrogancia, ya que no pude evitarlo.

"Bien, me encanta" gemí mientras él se reía un poco. Giré y me detuve junto a la enorme puerta del garaje mientras conducía dentro del oscuro garaje donde estaba iluminado un poco por todas partes con la suave luz de la ciudad de afuera. Detuve el auto y salí y rodeé el auto mientras Tom salía, todavía haciendo sonidos dolorosos.

Me mordí el labio ligeramente, sintiendo un poco de lástima por él, pero rápidamente recordé cómo estuvo tan cerca de golpearme en la cara y me encogí de hombros para alejar mi simpatía por él mientras ponía su brazo alrededor de mis hombros otra vez. Usó mi ayuda cuando lo llevé arriba a su habitación. Todo lo que puedo decir es que no es fácil ayudar a un tipo realmente grande a sanar.

Tom todavía emitía sonidos, pero lo puse de cabeza y se inclinó, suspirando profundamente. Decidí quitarme los tacones, que me estaban haciendo doler los pies. Me agaché y comencé a quitármelos, mientras me sentía un poco observada. Por el rabillo del ojo vi cómo
Tom se inclinó hacia arriba de la cama, mirándome.

"Jugando sexy para mí, ¿eh?" de repente sonrió y me levanté, sonrojándome.

"¡No lo estoy haciendo!" Dije con firmeza mientras el sonreía aún más.

"Adelante" dijo y agitó un poco sus manos mientras se recostaba sobre sus brazos. Apreté la mandíbula ante eso. A pesar de que quería caminar hacia él y abofetear su cara sonriente, lo necesitaba y quería quitarme las heridas. Desaté las cintas que estaban alrededor de mis tobillos y pateé los zapatos mientras lo miraba de nuevo. Estaba mordiendo ligeramente su aro en el labio mientras me miraba detrás de las gafas que aún tenía puestas.

"¿Eres un maldito fetiche de pies o algo así?" Dije obstinadamente mientras ponía sus manos en mis caderas. Él se rió y sonrió.

"No, pero te ves bien" dijo y sonrió cuando de repente se estremeció de nuevo. Observé cómo la sangre en su camisa se extendía un poco más cuando rápidamente me acerqué a él.

"Creo que tu herida se volvió a abrir" dije mientras me gruñía. Entrecerré los ojos le devolvieron la amenaza completamente.

"Quítate la camisa" exigí mientras me miraba con una ceja levantada. Suspiré.

"Solo quítatelo" dije irritada mientras tomaba su camisa roja y trataba de quitársela sin mucha suerte. Suspiré y lo ayudé a quitárselo mientras tomaba su camiseta blanca y lentamente se la quitaba por la cabeza. Tuve que contener la respiración cuando vi que cada músculo de la parte superior de su cuerpo se movía cuando tiró la camiseta y se acostó de nuevo en la cama con un gemido. Me mordí la lengua dentro de la boca para no babear sobre la parte superior de su cuerpo increíblemente en forma. ¡Debajo de su ropa holgada tenía muchísimos músculos!

Miré su herida y traté de concentrarme en ella mientras me sentaba en la cama a su lado mientras ponía el pequeño botiquín de primeros auxilios a mi lado. Tomé un trozo de algodón suave y limpié alrededor de la llaga sangrante cuando lo escuché hacer una mueca y me puse un poco de crema refrescante.

"No creo que debas estar bebiendo alcohol hasta que esto haya sanado correctamente" dije mientras respiraba agradecida de que él no había arrancado los puntos para que tuviera que volver a hacerlos, acababan de estirarse un poco pero si se calmaba un par de horas volverían.

HATE, LOVE, CARS, AND MAFIA TOGETHER IN TOKYO,  tom kaulitz.Where stories live. Discover now