◑𝐀𝐟𝐫𝐚𝐢𝐝◐

◑Yeonjun◐

Conocí a Yeji mientras caminaba por el parque de la universidad. El viento hacía que su cabello se moviera por todas partes, revelando su dulce y atractiva sonrisa.

Su belleza me atrajo al instante, impidiendo que me pudiera deshacer de su imagen en mi cabeza. Cada cosa que quería hacer, ya estaba pensando en ella.

Pensé que ya era una obsesión pero mi mejor amigo Soobin, me dijo que significaba que me había enamorado. No quería admitirlo, pero no había otra razón que pudiera explicar mis sentimientos hacia ella.

Un día, como cualquier otro, me acerqué a su casillero lo más rápido que pude, antes de que se juntara con su grupo de amigas, y le dije "Hola". Fue un simple saludo, pero al mismo tiempo, el comienzo de lo que se transformaría en una relación.

Ella me había contado que estudiaba para ser fotógrafa, así que aproveché la oportunidad, y le pregunté si podía enseñarme a sacar fotos con una buena cámara que había tenido que comprar con mis propios ahorros. Tengo que admitir que casi me quedé sin dinero al comprarla.

Logré vivir un momento inolvidable con la chica que me gustaba. Igualmente, en el fondo de mi corazón me sentía muy inseguro, tenía mucha vergüenza de que no pudiera declararme por el miedo al rechazo.

Empecé a sentír que otros chicos se acercaban mucho a Yeji y tenía temor de que ya no se fijara en mí. Por esa misma razón, logré armarme de valor y fui directo a la dirección que me había pasado una de sus amigas, donde supuestamente se encontraba su casa.

Respiré profundo y toqué el timbre. Ella salió enseguida y pude ver su hermosa sonrisa con su cabello todo desordenado alrededor de su cabeza. Tomé una gran bocanada de aire y expulsé esas palabras, las cuales tenía atragantadas desde hacía mucho tiempo.

—¡Me gustás mucho Hwang Yeji!

A partir de ese día, Yeji y yo, nos convertimos oficialmente en una pareja. Pasamos los mejores momentos juntos, riendo, disfrutando, comiendo, aprendiendo uno del otro, pero...todo se fue viniendo abajo cuando tuve que dedicarme a rendir todos los exámenes de baile que había reprobado por pasar tiempo con Yeji.

No era culpa de ella, era la mía por querer pasar más tiempo en su compañía y no tomarme el tiempo de practicar las coreografías para aprobar.

Sin embargo, algo se apagó en nuestra relación y el remordimiento me fue carcomiendo poco a poco. Sentía que no podía hacerla felíz como antes de conocernos y estaba sufriendo por mi culpa.

Tenía mucho miedo de perderla.