◑𝐀𝐟𝐫𝐚𝐢𝐝◐

◑Yeji◐

Conocí a Yeonjun mientras disfrutaba de un helado con mis mejores amigas Jisoo y Ryujin. Su belleza me había atrapado y me había enamorado de él al instante.

Cada vez que me lo cruzaba en los pasillos de la institución, no podía quitar mis ojos de encima de su hermoso rostro. Incluso a veces me quedaba hipnotizada viéndolo.

Le había preguntado a las chicas si era normal que pensara tanto en Yeonjun y me dijeron que era obvio que me gustaba. Yo no lo quería admitir pero supongo que no había otra razón o excusa, que justificara el pensar tanto en él.

Un día, como cualquier otro, estaba guardando unos libros en mi casillero, hasta que sentí que alguien se acercó y me dijo "Hola". Al levantar mi vista, me encontré con Yeonjun y su sonrisa de oreja a oreja. Sentí que ese simple saludo, sería el comienzo de una amistad que luego se convertiría en una relación.

Él me había contado que estudiaba para ser un bailarín profesional, así que aproveché la oportunidad y le pregunté si podía enseñarme a bailar una coreografía que le gustara mucho. Lo malo fue que tuve que gastar la mitad de mis ahorros para comprarme ropa especial para la ocasión y que sea cómoda, por supuesto.

Fue el mejor momento que pasé junto a Yeonjun, su aroma, su personalidad, todo lo que se relacionaba con él, me atraía de una manera especial. Sin mencionar lo buen bailarín que puede llegar a ser una vez que se desenvuelve en el escenario.

Sin embargo, tenía miedo que otras chicas se acercaran a Yeonjun y que ya no se fijara en mí. Pero no pude hacer nada al respecto, simplemente me quedé mirando fijo mientras un grupo de jóvenes iba en multitud a preguntarle si podían darle su número. Aunque él no les dió nada, me sentí muy frustrada e inútil.

Pero no todo es tan malo, ¿No es así?

Estaba durmiendo plácidamente en mi cama, arropada hasta la cabeza para que ninguna corriente de frío atravesara las sábanas. Pero para mi mala suerte, empecé a escuchar el sonido del timbre que provenía de la entrada de mi casa. Maldije unas cuantas veces hasta que decidí salir de la cama.

Bajé las escaleras mientras intentaba acomodar todo mi pelo que estaba hecho un desastre. Abrí la puerta y me encontré con la sonrisa nerviosa de Yeonjun, no entendía nada hasta que gritó esas palabras que hicieron abrir mis ojos como platos.

—¡Me gustás mucho Hwang Yeji!

A partir de ese día, mi vida cambió para bien. Disfrutaba cada momento y cada sonrisa con él, pero... todo se fue desmoronando cuando tuvimos que enfocarnos en nuestros estudios y Yeonjun dejó de llamarme, escribirme e incluso había empezado a evitar mi mirada.

Pensé que todo era mi culpa y que lo estaba lastimando, no sabía qué hacer.

Pero no quería perderlo, lo amaba.