◑Cap.2◐

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Me encontraba tomando un café en una cafetería cercana a mi departamento, junto a Soobin. Le había pedido que nos juntemos para hablar sobre Yeji.

—¿La vas a dejar?—largó sus típicas preguntas directas que no te dejan pensar con claridad y eso lo odiaba.

—¡¿Qué?! ¡Claro que no! No sería capáz de hacerle algo así.—golpeé su hombro mientras daba otro sorbo a mi taza de café.

—Si no querés separarte de ella, entonces deberías buscar la manera de reavivar el amor entre ustedes dos.—dijo mientras observaba cómo la camarera le traía una torta de chocolate con crema y bañada en dulce de leche. Él se quedó mirándola fijo pero la chica solo le sonrió amablemente y se fue hacia otra mesa.

—¿Te gustó?—señalé con la cabeza a la chica que seguía atendiendo a la otra mesa.

—Pff, si claro, no me fijo en chicas como ella.—negó con la cabeza y se metió un pedazo de torta en la boca.

—Lo que vos digas.—miré a la lejanía y mis ojos se encontraron a Yeji, caminando pacíficamente por las calles. Estiré mi brazo hasta arrancarle los lentes negros que tenía puestos Soobin e inmediatamente me los puse.

—¡¿Qué demonios Yeonjun?! Son mis lentes.—tapé su boca con mi mano y le señalé con mi dedo punzante hacia la dirección de Yeji.

El asintió en silencio y seguimos disfrutando nuestro desayuno. Ella pasó por la cafetería pero por suerte no nos reconoció, o al menos eso pensé cuando la camarera le gritó para llamarla. Le rogé a todos los dioses para que no sepa sobre mi existencia.

—¡Yeji!

—Hola Jisu, ¿Cómo estás con la cafetería?—preguntó con su dulce y encantadora voz.

—Todo bien, ¿Y vos cómo estás con Yeonjun?

Hubo un silencio incómodo entre ellas dos pero Yeji se limitó a sonreír y asentir en señal de que 'todo estaba bien', cuando en realidad no era así. Todavía me faltaba averiguar quiénes la habían lastimado el día de ayer, y eso lo estaba por descubrir en unos breves instantes.

—Debemos irnos, necesito que me ayudés con algo antes de que te vayas.—le dediqué una sonrisa cómplice a Soobin y antes de irnos, dejamos la plata que habíamos gastado en la comida.

Una vez en la universidad, arrastré del brazo a mi compañero hacia el callejóm donde había encontrado a Yeji inconsciente.

—¿Qué vamos a hacer Yeonjun? Me das miedo.

—Vamos a golpear gente.

—¡¿No te pusiste a pensar que podés arruinar mi carrera como idol?!—gritó desesperado a lo que tuve que tapar nuevamente su bocota con mi mano para que dejara de hacer barullo.

—No hay nadie en este lugar que te pueda reconocer, además te traje un barbijo y una gorra.—extendí mi brazo y se lo entregué mientras esperaba a que se lo pusiera.

Nos acercamos al lugar en cuestión y pude visualizar al grupo de estudiantes que se había reído después de lastimar a Yeji. Le dí un bate a Soobin y yo estaba preparado para repartir puños.

—¡¿Ustedes lastimaron a mi novia?!

El grupo se asustó y se dieron la vuelta rápidamente. Sin embargo, el que parecía ser el líder, se fue acercando cautelosamente hacia nuestra dirección con una sonrisa retorcida en su rostro.

—¿Quién eres?—preguntó con el ceño fruncido.

—Eso no importa, ustedes lastimaron a mi novia y la dejaron tirada en el suelo, ¡¿Acaso no sienten culpa?!—grité enfurecido pero Soobin posó una de sus manos en mi hombro para que me tranquilizara.

—No hace falta dar tanto detalle idiota, ya entendí, además...nosotros no hicimos nada.—las palabras que salían de su asquerosa boca me hicieron llegar a mi límite y corrí hacia él, dándole un fuerte golpe en la nuca, provocando que caiga desmayado en el piso.

El resto de su pandilla se acercó con insultos y listos para iniciar una guerra, pero ese momento fue perfecto para agarrar a Soobin del brazo y salir corriendo. Mi plan estaba saliendo a la perfección.

Mientras corríamos, giré mi cabeza para mirar de reojo y ver cómo todo ese grupo de desgraciados nos perseguían, pero no se esperaban lo que estaba a punto de pasar. Llegamos a la entrada de la universidad y llamé con gritos a los guardias de Soobin. Ellos se acercaron con sus robustos cuerpos y detrás nuestro, se encontraba la policía. No tuvieron otra opción que afrontar las consecuencias y ser llevados con la dirección de la institución.

—¿Qué fue todo esto Yeonjun? ¡¿Por qué diablos involucraste a mis guardias y a mi manager?!—Soobin gritó enfurecido y ya no podía controlar su enojo.

—Te lo iba a decir pero sabía que te enojarías. Le pedí a tu manager que se encargara de ese grupo, diciendo que te estaban molestando a vos y a mí.—le expliqué mientras entrelazaba los dedos de mis manos para calmarme.

—Está bien, pero la próxima me tenés que avisar de lo que estás tramando, lo bueno es que ya no van a molestar a Yeji.—revolvió mi cabello y me dió unas palmadas en la espalda para que no me sintiera culpable por la situación.

 ◑𝐀𝐟𝐫𝐚𝐢𝐝◐Where stories live. Discover now