El final de Omniverse nos dejó con ganas de ver el viaje por el universo, y de ello tratará está historia.
Es una continuación directa de Omniverse.
Se relatarán las aventuras de Ben, Rook, Kevin, Gwen y Kai por el cosmos.
Será un capítulo cada dos...
Ben escuchó el sórdido rugido de aquel depredador. Su cuerpo tembló en anticipación mientras experimentaba algo, que si bien no le era desconocido, si era poco frecuente; la visión de túnel.
Los ojos del Kineceleran se cerraron en un único parpadeo, su visión se concentro en un solo punto, mientras el frío que generaba su sudor llevaba la frente del alienígena. Dos latidos surcaron los oídos de Ben quien, por primera vez ese día, fue verdaderamente consciente del hecho de estar vivo. Su primer instinto tras esa reflexión, ocurrida en milésimas de segundo, fue clara; "Quiero permanecer así".
El visor se cerró cubriendo el rostro estoico de Ben. La carrera había comenzado, ya no una por la gloria de ganar, sino por el placer de seguir perdurando en dicho mundo, el de continuar vivo.
Xlr8 nunca había tenido dificultades para correr, sin embargo, las ondas electromecánicas del Turborraptor hacían que sus ruedas se atascaran, ello al atraerlas atrás mientras su usuario lo hacía hacia adelante. Un agudo dolor de cabeza le pesaba a Ben mientras intentaba seguir. Lo que usualmente era una estela azul y negra de pura velocidad, se había convertido en un patético intento de aquel alienígena de siquiera moverse un metro.
Ben podría haber jurado que aquella bestia sonrió.
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Kai abrió los ojos cuando miro detrás de aquel mercenario. La visión de Xlr8 siendo embestido por aquel depredador, quizá a una velocidad un poco menor que la usual del alienígena, y ser arrojado en consecuencia había sido suficiente para despertarla de su estado de shock.
El arma que descansaba en su cinturón tomó su lugar en las manos de la chica, el agarre poco familiar impulso el brazo hacia arriba, finalmente los dedos fueron los encargados de, por primera vez aquel día, acercar el gatillo hacia la dueña de aquella pistola. El tronar de la ignición de plasma saliendo adelante aturdió momentáneamente a la chica; rara vez ella había realmente disparado un arma, así sea una particularmente silenciosa como la de un plomero.
El Dunasapien, mucho más acostumbrado al combate desarmado que Kai a su arma, se deshizo en arena y voló por el aire. Aquel Lenopan disfrazado, que había tomado apariencia antes de un Kineceleran que iniciaba la carrera, volvió a ser lodo y atacó de la forma que mejor sabía; por la espalda. Kai se arrastró por el suelo llenadose de polvo, raspones abiertos recorrían su rostro y piernas además de sus manos, ella con un gruñido se recompuso, ahora verdaderamente ofendida por la táctica deshonesta.
El arma volvió a su dueña tras la distracción de Kevin, quien había saltado, ahora cubierto en concreto de las gradas, golpeaba el rostro del alienígena lodoso, el mismo se deformó y regresó rápidamente a la normalidad, tomando con su mano al Osmociano, y lanzandolo atrás con una ola de barro salida de la misma mano.
- Amigo, eso apesta - Murmuró Kevin volviendo a ponerse de pie. - Yo no apesto, soy lodo, es ofensivo llamar apestosa a una mujer.... - Los ojos de Kevin se abrieron y la Lenopan, algo fastidiada, solamente señaló los dos bigotes moviles que adornaban sus mejillas. - Oh...¿perdón?, solamente creí que en la libertad no te cambio debidamente la voz - Digo comentario le valió a Kevin volver a chocar con la pared.
