LOVERS ROCK | Mechoa

No sé si es amor

— ¡Seguro es la comida! Ve por ella mientras pongo unos platos

Lionel asintió y sin muchas ganas fue hacia la puerta. Arregló un poco su cabello y acomodó su pijama, desde aquella noche en la que su corazón fue pisoteado se descuidó por completo y no es como que le importara mucho, algún día vendría su desarrollo de personaje.

Al llegar hasta la puerta soltó un bostezo mientras la abría, sus ojos se abrieron como platos y su boca quedó entreabierta. Todo su cuerpo se paralizó.

— ¿Lio..?

Escuchar su voz de nuevo es lo que más quería pero ahora no podía reaccionar, empujó la puerta y la cerró azotándola.

Se escuchó un quejido adolorido del otro lado.

— ¿Pero qué haces? ¡Mi comida!.— Apareció Santi en segundo plano, corriendo a abrir la puerta. El seguía ahí sin poder moverse.— ¿Memo? Diego no me dijo que ibas a venir.— Abrazó fuertemente al rizado, tenían tiempo de no verse y se notaba en la emoción de Santiago.
Al separarse pudo notar que sobra en ese lugar, un Lionel muy nervioso y sonrojado hasta las orejas siendo observado por la intensa y brillante mirada de Guillermo, podía jurar que se estaban transmitiendo algo.

— ¿Se conocen?.— Dijo desconcertado, vale, le encanta la idea de que se conozcan su primo y su amigo, lo que no le agrada es el nerviosismo de Lio.

El mencionado salió de su trance y se dirigió a Guillermo.

— ¿Qué hacés acá, pelotudo?.— Lo empujó lejos de la entrada.

— N-no sabía que vives aquí, y-yo..

— ¡Claro que no vas a saber gil! Tal vez si me hubieras llamado esa noche sería muy diferente

— ¡Perdón! Soy un pendejo, ya sé que debí hacerlo pero..

— Pero prefieres a Neymar y nunca quisiste algo conmigo, sos medio tarado si pensás que no sé nada

— ¿Neymar? Mira si lo dices por lo de la fiesta.. Es que siempre quiere estar conmigo y esa noche no me soltaba

— ¡Ahg cállate! Ni siquiera hablo de eso.— Hizo un ademán con la mano, está furioso ¿Cuántas interacciones más entre esos dos tiene que soportar?.— Andate con él

— Lionel, el no me gusta. De hecho quería decirte desde hace días que tú me..

— ¡Basta!

Pensó que sería buen momento para decirle sobre sus sentimientos, pero como siempre, ese argentino siendo tan terco, le molesta ser rechazado.

— Además, no vine por ti. Vine a dejar esto.— Le empujó la bolsa de papel en la que lleva las tortas para darse la vuelta y caminar molesto, ahora aparte de ese mal momento se quedó sin su propina.

— Guille... ¡Espera!.— A pasos rápidos alcanzó al rizado, tomando su mano para llamar su atención.

Guillermo volteó casi sacando humo por todos lados aunque al verle con los ojos cristalinos, su boca casi haciendo un puchero y tomando su mano, perdió su raciocinio.

Cortó la distancia que existe entre ellos, estampó sus labios en los contrarios e inició un beso lento, disfrutando el momento y el sabor tan dulce que tiene, justo como lo imaginó. En medio del beso, soltó una ligera mordida en el labio inferior del castaño para que abra su boca y le permita ingresar su lengua; Se encuentran en una pelea de poder sobre el beso, si al principio todo era amor ahora es una lucha, tal vez demostrando de esa forma por parte de Lionel, lo molesto que está y lo frustrado que se quedó todos esos días, por parte de Guillermo, lo enojado que estaba con él mismo, lo difícil que fue imaginar ese beso sin soltar alguna lágrima.

Ambos quedaron sin oxígeno, tuvieron que separarse más por su bien y no porque quisieran. Un hilo de saliva los seguía conectando, es hermosa la vista de ambos. Mirarse y notar el desastre en sus rostros, la respiración agitada y los labios rojizos, increíble.

— Me gustas, Lionel.— Decirlo fue un alivio, le salió desde lo más profundo de su alma y sin miedo a afrontarlo.

El argentino se volvió a acercar y depositó un tierno y casto beso sobre sus maltratados labios. Quiso responder lo mismo, lo siente de igual forma pero está confundido. ¿Será amor o un simple capricho que generó a costa de haber sido ignorado? Tal vez sólo quería lograr tener por fin la atención del rizado, o tal vez sí lo quiere de verdad.

Al voltear atrás pudo observar a su primo recargado en el marco de la puerta, con los brazos cruzados y al parecer analizando todo con los ojos entrecerrados. La vergüenza se apoderó de él, regresó su mirada a Guillermo que podía notar que entendió la situación, pues se alejó unos pasos con una media sonrisa.

— ¿Vas a llamarme ahora si?

Antes de volver a su casa necesitaba saber y dejar en claro que no lo puede volver a ghostear.

— Lo haré, chaparro. Es más, te invito al cine y te marco para pasar por ti..

El castaño se ruborizó y asintió con su cabeza para volver corriendo a la puerta y meterse junto a su primo quién le arrebató la bolsa de papel.

neta se me queman los dedos por escribir algo angst así q ya me voy a apurar a terminar lovers rock, tenía muchísimas ganas de escribir algo cliché caraho