CAPÍTULO 2 - Agente Redfield

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Preparaba la maleta lo más rápido que podía. No quería perder un segundo y tomar el avión más temprano hacia Washington y descubrir qué estaba pasando.

Moira estaba parada en la puerta del dormitorio de Claire tratando de persuadir a su compañera. Ella creía que lo que iba a hacer era una idea estúpida, considerando que iba a dejar su trabajo pendiente, viajar a otra ciudad sin previo aviso y perseguir a tal vez el hombre más buscado por todo el mundo.

-Claire piensalo dos veces, no sabes lo que estás haciendo- le decía Moira.

-Sí lo sé, iré a Washington y buscaré a Leon- le decía seriamente mientras acomodaba su ropa dentro de la maleta.

-¡¿Y te irás así nomás sin dar explicaciones?! Nos fuimos en medio del trabajo y seguramente todos se estarán preguntando en donde estamos.

-Tú quisiste seguirme, nadie te obligó.

Una vez terminada cerró el bolso y se lo apoyó al hombro. Tomó el arma que estaba en la cama, se aseguró de que estuviera cargada y la guardó dentro del pantalón. Iba en camino a la puerta cuando Moira la frenó con ambas manos en sus hombros.

-Espera, tranquilizate. Pensemos bien la situación, no sabemos qué es lo que pasa en realidad. Tal vez no sea él y sea un impostor.

-Es él Moira, es Leon. Era él el del reportaje, lo pude reconocer. Sus movimientos, su mirada seria, todo. No había nada en ese hombre que me hiciera pensar que era otra persona. Y ahora, si me disculpas- le dijo mientras la corria con el brazo mientras caminaba hacia la puerta de salida.

Moira la seguía a la salida con preocupación. Sabía que se iba a meter en problemas y que nada la iba a detener. Claire se paró delante de la puerta de salida con la mano en la perilla.

-¿Puedes cubrirme por un par de días?

-Sí, claro- Moira se le acercó y le dio un abrazó desde atrás-. Ten cuidado.

-Lo haré- le respondió, luego abrió la puerta y se fue.

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El viaje había sido relativamente rápido. Tomó el primer avión hacia Washington DC con equipaje liviano. Tenía pensada hospedarse en casa de Sherry mientras solucionaba todo. Aún no le había avisado al pequeña rubia de su visita, en toda la confusión se había olvidado de hacerlo. En fin, pensó en sorprenderla y aprovechar el tiempo para que ambas se pusieran al día.

Caminaba hacia la salida del aeropueerto cuando dos hombres de traje se pararon enfrente de ella y la detuvieron.

-¿Claire Redfield?- preguntó uno de ellos.

-¿Quién pregunta?- respondió ella con todos sus sentidos en alerta.

-Somos agentes federales del gobierno, necesito que me acompañe- le dijo mientras los dos hombres le mostraban la insignia a Claire.

-¿Por qué debería de ir con ustedes?

-El Presidente pidió su presencia. Quiere hablar con usted.

-¿Cómo dijo?- la respuesta que le dieron fue la menos esperada por ella. «Esto se pone interesante».

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Durante todo el trayecto no se emitió palabra alguna. Ella permaneció sentada en el asiento de atrás del auto mientas que los dos hombres con quien se encontró estaban adelante. Pese a que le hubiese mostrado las identificaciones, ell sentía que algo no iba bien. Su experiencia le demostró que no había que confiarse en este tipo de situaciones ya que era lo previo a un secuestro. «Siempre pide que te muestren sus identificaciones, y si te llevan en auto, sentada sobre la puerta por si necesitas saltar», una de las tantas enseñanzas de Chris.

Resident Evil - La CaceríaWhere stories live. Discover now