⑥. ❝𝗣𝗲𝗿𝗱ó𝗻❞

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Tras lo que parecieron horas, ambos jóvenes se separarían lo suficiente como para observarse el uno al otro cara a cara. Así, Genji no dudaría en llevar lentamente una de sus manos a una de las mejillas ajenas para limpiar las lágrimas que bajaban por la misma. Sin embargo, el emotivo momento se vería interrumpido por el sonido de un rugido profundo. Ambos jóvenes se verían algo confundidos, solo para entonces romper la tensión del momento con una pequeña risa apenada de parte de ambos. Había quedado claro para los dos: aquel sonido había sido el estómago de Kiriko.

—Je... Perdón. Con mis deberes, y todo lo que pasó, aún no he tenido tiempo de cenar.—Se disculparía la peliverde, con la mirada baja, claramente avergonzada por haber sido su metabolismo el que acabó abruptamente la emotividad de su reencuentro.

—Descuida, no pasa nada. Entiendo.—Le respondería el joven Shimada, en un tono empático. Por un momento, giraría su cabeza para volver a fijar su mirada en la calle en la cual había visto a aquel grupo de hombres misteriosos. Ya no había rastro de ellos... Y siendo así, una nueva idea llegaría a la mente del cyborg mientras volvía a mirar a Kiriko.

Por su parte, tras limpiar rápidamente los rastros de lágrimas en su rostro, la joven guardiana de Kanezaka se mostraría algo más confiada. Justo a tiempo para escuchar la propuesta de su contrario...

—De hecho, ¿Te gustaría...-

—¿Cenar juntos? ¡Claro!—Respondería Kiriko, de forma casi instintiva, completando así la oración de su opuesto.—Creo que nos vendría bien, jaja.

El espadachín reaccionaría gustoso al escuchar como su contraria aceptaba la invitación. Pareciera que ambos jóvenes hubiesen recuperado algo de confianza en presencia del otro. Como un pequeño atisbo de la que alguna vez fue su relación. Y con esa misma confianza notándose en su voz, Genji volvería a hablar, mientras procedía a cubrir nuevamente su rostro con su máscara.

—Tenemos mucho de lo que hablar... Y conozco el sitio perfecto.

Solo eso bastó para que la peliverde se hiciese una idea del lugar al cual el ninja se refería, pero prefirió mantenerse en silencio. Así, ambos bajarían cautelosamente del techo en el que se encontraban, saliendo de un callejón para adentrarse nuevamente por las calles de la villa. Algunas miradas se posaban sobre ellos, principalmente por el peculiar a aspecto del cyborg. Sin embargo, ambos jóvenes parecían ignorar aquello, centrándose en seguir su camino a paso lento. A medida que Genji guiaba el camino, las luces neón y el aroma de la deliciosa comida callejera comenzaban a llenar el aire a su alrededor, creando una atmosfera tan vivida como la recordaba.


• • •


Pronto, tras una caminata no muy larga, se detendrían frente a un establecimiento en particular; uno que no había cambiado su fachada en todo este tiempo. El espadachín parecía mirar el lugar con cierta expectación, mientras su acompañante más bien lo miraba a él, esperando alguna reacción de su parte. Estaban ante el Rikimaru Ramen, un modesto pero acogedor restaurante localizado en una tranquila esquina de la villa. Aquel fue durante mucho tiempo el restaurante preferido del ninja.

—Ah, el Rikimaru. Buena elección.—Comentaría Kiriko en voz baja, fingiendo algo de sorpresa ante el lugar que había elegido su compañero.

Este último solo respiraría profundamente a modo de prepararse mentalmente para una experiencia que no tenía hace años. Así, procederían a pasar al interior del local. Al entrar, el familiar aroma del rico caldo y los fideos recién preparados los envolverían, transportando a Genji al pasado. Nuevamente, recuerdos comenzarían a inundar su mente, rememorando tiempos más simples en los que frecuentaba este lugar con su hermano y la chica que ahora lo acompañaba. Su familia.

Reconexión | Genji x Kiriko | OverwatchWhere stories live. Discover now