Capítulo IV: Solo tu y yo (Editado)

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"A veces la vida nos lleva por caminos inciertos, no siempre obtenemos respuesta a todas las preguntas que nos hacemos, no tenemos la solución a todos los problemas y aunque a veces se trata de enmendar el error y olvidar, hay cosas que jamás se reparan porque el amar te hace dueño del soñar, pero también te hace dueño del odiar".

Colette González

Dos meses después

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Dos meses después

No supe más de él.

El tiempo transcurría sin detenerse, mis preguntas crecían, pero a pesar de ello trataba de ver el lado bueno a la situación, quería pensar que tal vez este distanciamiento que tenía de Oliver haría que lo olvidara por completo, incluso llegue a pensar que sería bueno cambiarme de plantel, solo que la vida nos juega en contra de lo que deseamos y así fue el día que llego un mensaje de la institución a la que asistía.

"Estimada srita. Elisa W. H.

Espero se encuentre bien, el motivo de mi mensaje es para informarle que afortunadamente las clases en la institución de artes y ciencias del colegio S. A. S. reapertura las clases el próximo lunes.

¡Sin más por el momento que tenga una excelente noche!

Atte. Lic. Mayra Hills."

Era claro el mensaje, íbamos a regresar todos los estudiantes, pero la pregunta que no dejaba mi cabeza era ¿Qué va a pasar con Oliver?

Ese día me sentía muy ansiosa porque no tenía idea de lo que me esperaba, tenía miedo de que Oliver estuviera enojado conmigo porque le había dicho que solo me trato más como a una de sus conquistas, cuando salí de mi casa tome el transporte y me dirigí a la escuela con los nervios en la punta de mis dedos, al llegar parecía que no había pasado nada, las instalaciones estaban en buenas condiciones como la última vez antes del tornado, las oficinas directivas se veían igual de insípidas que la última vez que pase por ahí, pero al llegar al salón de clases él no estaba.

Casi todos estaban a excepción por algunos compañeros, ya no estaba Alan ni otros chicos que conocía, los profesores seguían igual de bizarros que la vez pasada, pero algo era diferente, no sabía con exactitud que hasta que ella se acercó a mí con una voz relajada, pero un poco afónica diciéndome:

— ¿Lo estás buscando, verdad? –me dice esa chica– ¡No va a venir!, lo conozco tan bien que sé que no se va a presentar hoy.... mmm, supongo que ya estás muy enamorada de él, ja, ja, ja no te juzgo, es muy bueno en el arte de la seducción; dímelo a mí, yo estuve enamorada de él por un buen tiempo, por cierto ¿ya me presente contigo? –me mira de forma inusual, pero atrevida– Mmm –suspira– bueno... supongo que no, me llamo Lucía, yo sé quién eres, eres Elisa, ¿no?

Me quedo atónita porque es ella.

—Sí, soy Elisa, pero mis amigos me llaman Els, yo te vi en la feria, estabas muy linda ese día. –sonrío como una niña– oye, ¿A qué te refieres de qué me veo enamorada?

La venda en mis ojos  © ✅Where stories live. Discover now