Midnight rain

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De mis ojos rodaron anchas lágrimas saladas. Mi madre me miraba decepcionada y enfadada. Quería desaparecer, ¿Porque simplemente no puede entenderlo?

- ¿NO DIRÁS NADA? - me gritó.

Cerré los ojos y lágrimas siguieron cayendo.

- Si no me piensas contestar, vete a tu habitación. Estás castigada todo un año.-

Corrí hacia mi habitación y me encerré. Chester me siguió y consiguió entrar antes que yo.

Me estire boca arriba en mi cama sollozando y deseando morir.

Chester se puso encima mío y limpiaba con su lengua rugosa mis lágrimas. Estaba agradecida de tenerlo. Le abracé y le acaricié mientras lloraba.

Pude ver compasión en sus ojos por mucho que fuera un gato. De alguna manera, él entendía lo que estaba sucediendo.





Es triste sentir como un gato te quiere más que tu propia madre.







Sequé mis lágrimas y me senté. Chester saltó de la cama y se subió a una estantería. Desde ahí tiró mi chaqueta y bolsa verde del perchero.

Le miré con confusión y me maulló.

Saltó hacia el suelo y se sentó al lado de lo que acababa de tirar. Me miró y luego miró la ropa y la bolsa.

Entonces le entendí. Asentí y me puse mi chaqueta junto a la bolsa verde.

Agarré a chester y lo puse dentro de la bolsa. Podía sacar la cabeza y meterla cuando quisiera.

Abrí mi ventana, habrían unos 7 metros de altura. Mis piernas temblaban y yo seguía llorando. Chester saltó antes que yo, pero lo tenía fácil, era un gato y los gatos son expertos en estas cosas. Me senté en el borde de la ventana y cerré mis ojos. Suspiré para relajarme y salté.

Mis pies tocaron el suelo. Me sacudí un momento y me di unos segundos para analizar si me había hecho daño.

Todo correcto, podía seguir.

Chester volvió a meterse en mi bolsa y empecé a andar.

Unos 20 minutos después llegué a casa de Taylor. Había un poco de luz en su habitación. Supuse que seguía despierta así que empecé a tirar pequeñas piedras a su ventana.

Una luz más intensa apareció. "La lámpara de la mesilla de noche" pensé.

Distinguí una sombra al otro lado de las cortinas. Hasta que por fin se abrieron.

La rubia me vio en la oscuridad y pude ver una expresión de sorpresa en su rostro. Abrió la ventana y dijo;

-____, ¿Qué estás haciendo aquí? ¿Porque no estás en tu casa? ¡Tu madre te va a matar! Sube, te resfriarás.-

Asentí y escalé como pude (casi me caigo). Al llegar a la habitación de Taylor, chester salió de mi bolsa y maulló. La rubia le saludó y jugó un poco con él. Yo me senté en su cama y empecé a llorar.

Al percatarse, Taylor se sentó a mi lado y me rodeó con el brazo. Puse mi rostro en el hueco de su cuello y seguí llorando. Ella me acariciaba el hombro y yo le abrazaba con todas mis fuerzas mientras dejaba salir toda la tristeza.

Estuve llorando así durante unos 30 minutos.

- ¿Qué ha pasado? - Dijo cuando me vio más calmada.

- No es solo lo de hoy, Taylor. Llevo años mal con mi madre solo por ser como soy.-

Ella suspiró y yo seguía escondida en su cuello.

▪︎ Invisible String (Taylor Swift) ☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora