capítulo 5.

405 62 3
                                    

Seungmin estaba nervioso, casi muerto de la preocupación pues esa noche su tonto novio se enfrentaría a Minho, el motociclista con experiencia en el boxeo y era obvio que Changbin no estaba a la altura de su contrincante. Kim quiso ser positivo y pensar que su pareja podría ganar, sin embargo, no poseía la musculatura que Minho, no era tan alto como él y no sabía pelear con los puños. Changbin era, como él mismo, un niño rico mimado que con levantar la mano tenía todo a su alcance, pero eso no le daría la victoria. De hecho, Seungmin temía que Changbin pudiese terminar herido en demasía, por eso fue antes al Reed, esa bodega de mala muerte con leve aspecto a cantina donde se daban las peleas clandestinas. Su intención era hablar con Minho para pedir clemencia por Changbin.

El cantinero le indicó que Minho estaba en la parte de atrás, en donde tenía una recámara para cambiarse. Seungmin fue hasta ahí siguiendo las luces del estrecho pasillo. Al llegar identificó la puerta pues tenía una placa con el apodo del boxeador. Seungmin tomó un respiro profundo antes de llamar a la puerta.

- ¿Quién es? -gruñó el hombre del otro lado de la puerta.

- S-soy Seungmin -dijo con inseguridad, no sabiendo si Minho recordaría su nombre o debería que decirle que era el chico que se folló sobre el sofá de la casa que intentó robar.

La puerta se abrió a los pocos segundos revelando a Minho vistiendo simplemente un pantalón jean deslavado, con botas negras militares y sin una camisa que le cubriese el torso. Minho estaba sonriendo como el gato de Cheshire, amplia y malvadamente.

- ¿Qué hace este pequeño cachorro por aquí? -increpó curioso.

- Tengo que hablar contigo.

- Es sobre la pelea de hoy -asumió-. Tu novio no vendrá, entonces, y vaya que tiene las agallas para enviar a su novio a pagar sus cuentas.

Seungmin chirrió los dientes con disgusto.

- No soy el pago de ninguna deuda. Él no sabe que estoy aquí.

Los ojos de Minho brillaron con lujuria antes de tirarlo por la cintura al interior de la recámara, cerrando la puerta tras de sí. Seungmin quedó atrapado entre los brazos del delincuente, esa prisión con una fragancia que, aunque barata, le gustó a Seungmin. Sus nuevas preferencias le llevaron a preguntarse si no estaba cambiando tanto simplemente por la novedad de conocer una persona como él.

- Quiero que no seas tan malo con Changbin.

- ¿Qué? Oh, temes por la vida del debilucho de tu novio.

- No es un debilucho, lo que sucede es que tú eres un mastodonte sin juicio ni corazón -masculló-. Hoy van a pelear y...

- Sabes que tu novio no tiene ni la mínima posibilidad contra mí -se vanaglorió a él mismo con arrogancia-. Pues lo lamento, cachorro, pero tu novio se lo buscó.

Lo sabía, claro que lo sabía. Changbin fue insensato al agredir a sus competidores en medio de la carrera y fue aún más tonto por haber confrontado al motociclista, recriminándole no haber ganado. Ahora se enfrentarían en un ridículo cuadrilátero donde Changbin probaría su propia sangre bajo la humillante agresión de su oponente.

- Por favor, al menos se suave con él sino quieres enviarlo al hospital.

- ¿Y qué pasa si sí quiero enviarlo al hospital? -tentó malvado-. Así nos daría tiempo a solas.

- ... Si no lo lastimas, entonces puedo pagarte. ¿Cuánto quieres?

- Creo que eres lo suficientemente inteligente como para saber que lo que, en ese caso, quiero de ti no es dinero precisamente.

Seungmin apartó el rostro abochornado.

- ¿No quieres salvar a tu novio? -se burló.

- Eso es chantaje.

fight for love ✧ knowminWhere stories live. Discover now