«Quackity tiene Trastorno de Identidad Disociativo, él es una de las cinco personalidades distintas compartiendo un mismo cuerpo, mientras intenta estudiar fotografía en la universidad, allí conoce a Luzu, su nuevo compañero de cuarto, y tiene la es...
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El tiempo siguió pasando, y Quackity hubiera querido que algo de su relación cambiará luego de aquel pequeño beso que Luzu le había dado, pero para su suerte, o desgracia, no avanzaron mucho más.
Sí, solían salir caminando de la mano, y las muestras de afecto del mayor, como los abrazos o los mimos en el cabello, aumentaron, y a Quackity le encantaban.
Pero no hubo más besos, al menos no en los labios, a veces Luzu dejaba un beso en su frente al dormir o en su mejilla al despedirse.
Y Quackity quería besarlo con muchas ganas, pero era muy tímido, se sentía muy torpe e inseguro para dar un simple paso y besarlo de una vez.
"Sólo ve y bésalo" le dijo Alex, cansado de que estuviera todo el día pensando en los besuqueos con su compañero de cuarto.
"Como si fuera tan fácil".
"Sólo tienes que ir y comerle la boca, cobarde".
"Prueba besándolo tú a ver si es tan fácil, Alex" Quackity rodó los ojos.
"Soy hetero, no voy a besar Hombres mayores".
Quackity decidió ignorarlo, tuvo que esperar hasta las seis de la tarde para que Luzu terminará sus clases y regresará al cuarto, con escuchar sus pasos fue hacia la puerta para mirarlo con los mejores ojitos de cachorro triste que pudo poner.
Funcionaron enseguida por qué Luzu lo miró e hizo un leve puchero, cerrando la puerta detrás de él.
-Owww Quacks -tomó sus mejillas con suavidad, acariciándolas con sus pulgares, de inmediato,a el pelinegro.
-¿Tienes mimitis?
-¿Mimitis?
-Falta de mimos, puede ser crónica, muy grave.
-Creo que tengo mimitis -dijo, asintiendo.
Luzu dejó un besito en su frente.
"Mimitis, qué nombre tan ridículo y cliché" se burló Alex, y Quackity se avergonzó un poco.
-Vamos que te doy abrazos y mimos para tu mimitis, Quacks -dijo, tomando su mano y yendo hacia el dormitorio, se quitó su abrigo y dejó el bolso de la universidad a un lado, para luego echarse, junto con la menor, sobre su cama.
Quackity apoyó su mejilla sobre el pecho del mayor, y podía escuchar sus tranquilos latidos, estaba muy calentito, y en el frío de principios invierno se sentía más hermoso, rodeó sus hombros con cariño, mientras Luzu hacía lo mismo rodeando su cintura, y dejaba mimos sobre su cabello.
-Eres como un perrito que no vió a su dueño en todo el día -comentó Luzu con gracia.
-Me estaba sintiendo algo mal.
-¿Por qué? ¿Qué te duele? ¿La cabeza de nuevo?
-No, no... -tomó aire antes de decirlo-. Lusu... Me preguntaba, ¿Por qué no volviste a besarme?
