«Quackity tiene Trastorno de Identidad Disociativo, él es una de las cinco personalidades distintas compartiendo un mismo cuerpo, mientras intenta estudiar fotografía en la universidad, allí conoce a Luzu, su nuevo compañero de cuarto, y tiene la es...
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—Buenos días, lindo — mencionó el castaño ,viendo al medio dormido de Quackity qué se frotaba sus ojitos, el pelinegro sonrió al verlo y se acercó a él para dejar un suave beso de buenos días en sus labios—. Estás muy hermoso hoy.
—Siempre dices lo mismo, todos los días — respondió el menor, bostezó, aún bastante dormido.
—Será porque estás hermoso todos los días.
Quackity sólo podía sonreír y ruborizarse.
En las últimas dos semanas habían estado muy empalagosos, nunca había sido un secreto de que a Luzu le gustaba dar amor, pero no sabía qué Quackity quería muchas muestras de amor y era muy necesitado.
Por más que a veces se hiciera el difícil, quería mimos y amor todos los días.
Cada oportunidad la usaba para darle un beso, o abrazarlo, dormían juntos y paseaban de la mano, sonreía más que nunca.
Luzu sólo podía admirarlo con ternura y amor, porque era un ser muy cariñoso, y le encantaba.
Desde que habían empezado con esa relación informal, porque no habían arreglado ser nada aún, los otros Alters aparecían mucho menos.
— Alex no quiere salir porqué él es heterosexual y que un hombre esté cerca afecta su masculinidad ,débil— mencionó Quackity, estaban en la cafetería de la universidad, como les era recurrente.
—Hey, deja al chico qué tenga sus gustos, si no le gusta unas buenas vergas,está bien, las tetas no están tan mal después de todo.
—Ese fue el mejor comentario qué he escuchado decirte — Alex mencionó, su voz grave anunciaba su presencia—. No te voy a insultar está vez, te felicito.
—Qué honor, y viniendo de un chico tan lindo —le guiñó un ojo, con una sonrisa amplia, Alex hizo una mueca de asco y se fue, dejando a un Quackity confundido—¿Me perdí de algo?
—No realmente— respondió Luzu, tomó su mano y entrelazó sus dedos—. Quacks, ¿Cuando tendrás una cita conmigo?
—Cuando me invites.
—¿Cuando estás libre?
—Los fines de semana.
—¿Quieres salir conmigo este fin de semana?
—Claro que sí — respondió, y sonrió ampliamente —¿A dónde vamos?
—Quiero ir al centro comercial y pasar una tarde en los juegos.
