Spark (Zuko x Male Oc)

Capitulo 14

(Zuko pov)

Las cosas estaban yendo muy mal, algo que había sido una constante en mí vida tras mí destierro, pero ahora se había puesto aún peor, había pensado que Zhao robando a mí tripulación antes del asedio al Polo norte podía ser lo peor que me podía pasar tras perder mí honor hace lo que parecía toda una vida, pero, claro, todo se había puesto mucho peor, su padre había decidido marcarlos como un criminal a él y a su tío, tras su fracaso en el Polo norte.

(- ¡Todo es culpa de ese mocoso y los campesinos! -) Había sido una gran humillación, no solo casi había sido vencido por la campesina, que ni siquiera había tenido un maestro real hace más de dos o tres semanas, una noche, sino que había sido completamente apaleado por el mocoso cobarde, la adición más reciente al grupo de niños del avatar, a la siguiente.

Zuko no había pensado mucho en los compañeros del avatar antes, los hermanos que lo acompañaban eran mediocres, la chica era una maestra agua que ni siquiera debía ser considerada como tal y el chico un gritón que ni siquiera peleaba decentemente, aunque los dos le habían causado algunos problemas, realmente no le generarían problemas en una batalla uno a uno, pero su visita al Polo norte le mostró que se había equivocado.

(- Y ese niño brujo... -) Zuko había pensado más en él que en los otros, tras ver de lejos como sus manos brillaban y hacía tierra control sin los movimientos que usaban los maestros tierra, también había escuchado de su tío como había puesto a dormir a la cazadora que habían contratado sin siquiera tocarla (algo distinto a lo que Ty Lee podía hacer), por lo que tras eso Zuko había pensado que él era el miembro más peligroso del grupo después del propio avatar.

(- Un cambio bastante drástico de opinión en poco tiempo -) Pensó con algo de irritación, la primera vez que había visto al chico, le gustaría decir que su primer pensamiento fue que era un cobarde, considerando que literalmente había estado huyendo de la batalla, pero la verdad era mucho más vergonzosa.

(- Que lindo es... -) Había sido un pensamiento involuntario, después de todo, estaba muy concentrado en su lucha con el avatar, pero no podía negar, incluso ahora, con la ira presente cada vez que pensaba en el chico, que era probablemente el chico más lindo que había visto, con su estatura más baja que la suya, sus ojos azul profundo y el cabello rizado oscuro que le quedaba justo sobre la frente, todo hacía una imagen bastante atractiva junto a su piel sumamente blanca. Aunque claro, tras ese pensamiento, se había abofeteado mentalmente y se había vuelto a concentrar en su lucha, después de todo, la atracción por otro chico era algo mal visto e incluso castigable y sería el futuro Señor del fuego, por lo que debía tener a una mujer a su lado, por no mencionar que ese chico era un cobarde.

Su desprecio había quedado de lado al ver y oír de lo que aparentemente era capaz el chico nuevo (especialmente la barrera gigante que había detenido el proyectil más grande que la flota de Zhao poseía), pero, aun así, realmente no había pensado que sería capaz de vencerlo, razón por la que lo provocó en el Polo norte, tratando de enojarlo, cosa que logro. Había esperado que el chico fuera fácil de derribar debido a que obviamente, fueran lo que fueran sus habilidades (se negaba a creer lo que su tío decía sobre la magia), él no era un maestro, pero al parecer el mocoso que había huido de la pelea tan solo semanas antes, había progresado casi tanto como la campesina de la tribu agua, y aunque pensó que al fingir que lo había derrotado con su ráfaga de viento lo tomaría desprevenido y lo acabaría (razón por la que se dejó golpear), el chico parecía haber sacado más poder de un momento para otro, porque su siguiente ataque había sido mucho más poderoso y rápido que el anterior, lo que lo había dejado inconsciente y con una costilla rota.

(- Ahora lo que importa no es él, es lo que me impidió hacer, pero ten por seguro que la próxima vez que nos veamos serás tú el que acabé con más que huesos rotos -) Dejé mis pensamientos de lado para ir a ver si mi tío había logrado capturar algo de comida, pero aún en el fondo de mi mente, la imagen del chico de manos brillantes seguía dando vueltas, evocando cosas en mí que no dejaría salir nunca.