Gatito - KinnPorsche

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—Papi?— Remia dijo desde la otra habitación.

—Que—dijo Kinn rápidamente terminó de cortar el sándwich de atún frente a él.

—¿Qué? ¿Derramaste algo otra vez?-Atravesó la puerta y se detuvo en seco ¿Qué es eso?

—Yo no fui— dijo Romeo de inmediato la frase favorita de cualquier niño de cinco años.

—Yo tampoco- dijo Remia.

Eso solo dejó un culpable "Porsche" hubo una tos avergonzada desde la puerta Kinn no miró hacia arriba sus ojos estaban en la bola de pelo gris en medio de su sala -¿Por qué hay un gato en mi casa?

El gatito lamió la mano de Romeo él se rió

—¡dejame intentarlo!— Remia le tendió la mano al gatito y este salio corriendo a sofá, Kinn gimió sólo Dios sabía lo que haría allí abajo, Remia estuvo inmediatamente sobre sus manos y rodillas frente al sofá
-Ven aqui gatito, gatito, gatito!

—¿Tu casa? dijo Porsche, con las cejas levantadas.

—Ese no es el punto Porsche el punto es que hay un gato en...—Kinn dejó el sándwich sobre la mesa y se volvió para mirar a Porsche, que ya parecía estar a la defensiva "No creo que el gato llegara solo, o tal vez magicamente volo a aqui"

—tal vez sea un gato alienígena como Superman!— dijo Romeo.

—Romeo, eso es tan tonto—dijo Remia con todo el desdén que pudo reunir —Los gatos no vienen del espacio, por que lo trajo Papá Porsche.

—Eso crei—dijo Kinn

Remia asomó la cabeza debajo del sofá ¿Por que el gato huele raro?

Porsche se encogió de hombros avergonzado —Estaba solito en la calle y maullando y pregunte todos en el complejo de apartamentos, dijeron que no sabían a quién pertenecía.

Se oyó ruido fuerte y la voz encantada de Remia —¡Ahí está! mira, papí Kinn, le gusta el atún que trajiste—

—Ese era tu almuerzo— Kinn se agachó y empezó a recoger los pedazos del plato roto.

—Lo último que necesito es sangre de gato por todo el sofá—

—Ves, ahí vas de nuevo con-

Sin embargo, el gato dejó de oler el sándwich el tiempo suficiente para mirar a Kinn con curiosidad inclinó la cabeza y lamió el dorso de la mano de Kinn.

Romeo tenía razón, su lengua era muy áspera lamió una vez más, lo miró y rompió en un ronroneo tan fuerte que podía sentir las vibraciones a unos centímetros de distancia.

—es tan lindo— Remia aplaudió el gato saltó y la miró con cautela.

—Está bien Remia, ¿por qué no vas a la cocina y me traes la escoba, de acuerdo?
Tenemos que limpiar todo esto— Kinn continuó recogiendo pedazos del plato, y lleva a Romeo contigo no quiero que se lastime-

Porsche se arrodilló junto a él y tomó las pedasos de la mano de Kinn —Lo siento, olvidé que los niños iban a estar aquí, solo quería traerlo y ver si estaba bien y tal vez, llevarlo al refugio de animales.

—No sabía que querías un gato— dijo Kinn

—Yo tampoco, hasta que lo recogí— Porsche se inclinó para frotar cabeza del gato, el gatito miró hacia arriba y maulló una vez.

—No soy bueno con los animales

—Eso mismo dijiste de los niños y ellos te adoran

Kinn sonrio.

—Aquí esta Papí— Remia le sonrio ¿Podemos quedarnos con el? tambien podemos llevarlo al parque?

—los gatos no son Juguetes bebe, pero bueno podemos adoptarlo.

—Enserio— Remia grito

—siiiiiiiiii—saltaba de felicidad el pequeño romeo

—Te quiero— susurró Porsche al oído de Kinn.

A la mañana siguiente, Kinn se despertó envuelto en el pecho de Porsche, como de costumbre. Pero había una extraña... ¿presión? en su espalda.

"¿Porsche?" preguntó somnoliento.

Porsche estaba luchando por no reirse
—No te muevas—

—¿Qué? ¿Porque?

¿Qué es eso que esta vibrando? levantó una mano lentamente hacia su espalda hasta que se encontró una cosa peluda, asi que eres tu pequeña.

ronroneó más fuerte y le lamió la mano.

Kin sonrio.

Drabbles Where stories live. Discover now