VEINTICINCO

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abrió un poco la ventana para que entrara un poco de aire fresco, se sentía acalorado y su corazón no dejaba de latir con frecuencia; cuando estaba estacionando el vehículo sintió un extraño escalofrío, se detuvo unos momentos para luego suspirar con cansancio.

Quizás la extraña caricia del doctor solo fue un gesto amigable, nada amoroso supone en su mente; estacionó el vehículo y salió de el, no podía dejar de pensar en otra cosa. Que no se dio cuenta que se había quedado parado frente a la puerta de su casa.

Negó con la cabeza mientras giraba la perilla de la puerta y la abría, camino hasta la cocina en donde se preparó algo de comer; al terminar miro hacia el refrigerador, encontró una nota adherida al objeto, la tomo y leyó

Leo...

Papá decidió sacarnos a comer pizza, no sabíamos a qué hora llegabas por eso nos fuimos; te traeremos pizza para que comas, nos vemos al rato, buenas noches

Mike

Suspiro mientras gruñía levemente, arrugó la hoja entre sus manos y la lanzó al bote de la basura; dejó su comida sobre la mesa, camino hacia las escaleras y subió hasta su habitación.

Al entrar cerro su puerta con llave aunque se encontrara completamente solo en casa, quería mantener la tranquilidad de su habitación intacta; se acostó en su Cama mientras cerraba sus ojos, su radio aún sonaba, cosa que lo molestaba un poco.

Gruño en voz baja

Posó uno de sus brazos sobre sus ojos, se sentía realmente extraño estar en esa posición y en ese momento; suspiro nuevamente mientras intentaba dispersar esas ideas locas en su cabeza, su corazón se agitó de pronto.

No sabía que sucedía

Su respiración comenzó a entrecortarse a tal punto del ahogo, quito su brazo de su rostro y se sentó agitada mente sobre la cama; trato de regularizar su respiración pero no podía, de alguna manera habia algo o alguien que se lo impedía

Los recuerdos nuevamente llegaron

(.......)

la puerta de la casa se abrió mostrando a la familia llegar a casa, algo cansados, dejaron sus cosas sobre el sillón y se estiraron perezosamente.

-muy bien chicos- Splinter sonrío a sus hijos- es hora de dormir, mañana tienen un día muy agitado. yo iré a revisar a Leonardo

el anciano comenzo a subir las escaleras mientras sentía a sus hijos corretear en la planta baja de la casa, camino hasta llegar a la habitación de su hijo mayor, al llegar abrió la puerta y lo primero que vio fue a su hijo pelinegro dormir profundamente dormido sobre la cama; negó con la cabeza mientras se acercaba y tomaba una manta, para así cubrir el cuerpo de Leonardo protegiéndolo del frío de la noche.

Había sido un día muy largo para todos, inspeccionó la habitación deteniéndose en una de las paredes; de la cual colgaba un cartel policial con muchas fotografías, al mirarlas minuciosamente noto los rostros de las personas que formaban parte de la banda, fotos de las pistolas que formaban parte de la evidencia, pero algo mas llamo la atención de splinter. eso fue las fotos de las víctimas de esa banda  


-no puede ser- susurro perplejo, cubriendo su boca con una de sus manos


comenzo a retroceder en busca de la salida, choco con un mueble, dio gracias sal no haber tirado nada que hubiera hecho despertar a su hijo; al salir de la habitación se apoyo contra la pared tratando de controlar su respiración, las lagrimas amenazaban por caer de sus ojos.

TOMAR NUESTROS CAMINOS  [TEMPORADA 2]✓Where stories live. Discover now