TREINTRA Y TRES

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5 días después

Leonardo volvió al trabajo tal como sus hermanos, su padre los llamaba constantemente preguntando como estaban; el trabajo en la comisaria había cesado, Martínez había hecho un buen trabajo ayudándolo con su trabajo. al llegar a la comisaria, ya no había ningún trabajo que hacer. su herida estaba cicatrizando normalmente, aunque aun tenía algo de dolor; Henríquez se había mejorado notablemente también, por suerte la bala no había roto el hueso del brazo y con un poco de terapia podría empezar a moverlo normalmente. era jueves, lo que indicaba que era el día de patrullaje; se dividieron en 3 equipos bien conformados, Leonardo no sería parte del patrullaje debido a su recuperación aun en proceso. Leonardo veía los autos irse por diferentes direcciones, suspiro levemente mientras se daba media vuelta y entraba a la comisaria nuevamente. en donde estaría completamente solo hasta el horario de salida.

entro en su oficina sentándose en su escritorio, cerro los ojos unos momentos para intentar relajarse; pero al sentir la puerta de su oficina abrirse, le provoco que abriera los ojos rápidamente se pusiera en alerta.

-¿Stockman? ¿Qué haces aquí?- pregunto confundido, el hombre se acerco sentándose en el asiento frente al pelinegro- ya atrapamos a la mafia, no es necesario que vengas a investigar nada aquí

-lo se, pero quería visitarte- sonrío, Leonardo comenzo a sentirse algo incómodo- somos amigos ¿no?, puedo visitarte de vez en cuando

-ya veo- respondió el pelinegro

Stockman tenía un comportamiento extraño, Leonardo lo noto de inmediato; el científico no le aparto en ningún momento la vista del policía, movía sus manos nerviosamente, sudaba a veces y movía sus pies inquietante.

-¿sucede algo?- pregunto Leonardo, Baxter se levanto del asiento poniendo sus manos sobre el escritorio. se cargo sobre el y guío su rostro hacia Leonardo. el pelinegro incómodo intento apartarse.

pero los labios de Baxter apresaron los suyos, conmocionado Leonardo tardo unos momentos en darse cuenta y separarse bruscamente de el; limpió sus labios con la manga de su uniforme, y miro molesto a su supuesto amigo.

-¿¡pero que te pasa?!- pregunto enojado, el castaño lo miro con una sonrisa, satisfecho- ¿¡porque hiciste eso?!

-cuando nos conocimos vi algo especial en ti- respondió manteniendo esa sonrisa coqueta-de ahí no deje de pensar en ti, no me importa la edad que tengas, podemos ser felices

-¿que estas diciendo?- Leonardo lo miro molesto- tu no me gustas ni me atraes, ¿Qué te hace pensar que siento algo por ti?, claro que no, no quiero nada contigo. 

-sabes que me amas Leonardo, no lo niegues mas- sonrío, Leonardo lo abofeteo

-vete de mi oficina, no quiero verte ¿escuchaste?- amenazo mientras apuntaba hacia la puerta, Baxter miro mas de cerca a Leonardo

-pero Leonardo- trato de defenderse

-vete, o me obligaras a encarcelarte por acoso- comento Leonardo

triste el científico se levanto del asiento y camino hacia la puerta, antes de salir volteo a ver a Leonardo quien seguía con su postura indiferente y frío; no le quedo de otra que irse, pero aun con la esperanza de que Leonardo cambiara de opinión. Cuando finalmente se fue, el pelinegro soltó un suspiro cansado, estaba conmocionado por lo que había pasado. su corazón latía rápidamente, no creía lo que había pasado; no recordaba que le hubiera dado falsas esperanzas de estar juntos, el no quería tener pareja por ahora, estaba feliz solo, con su trabajo y su familia. 

-no puede ser cierto- cubrió su rostro con ambas manos, suspiro una vez mas apretando sus puños contra su rostro- no puede estar pasando esto

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TOMAR NUESTROS CAMINOS  [TEMPORADA 2]✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora