Capitulo 9: Te lo juro

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Se sintió arrastrada, la presión de la mano de Miguel sobre su muñeca le producía un efecto escaldado, aun sobre el traje. Su agarre era rudo, como si un animal estrujara a una presa en sus fauces.

- ¡Suéltame maldito animal abusivo! -forzaba la mano de Miguel con la evidente idea de ser puesta en libertad, sus bases plantares no se movían, aun con toda su fuerza Miguel manifestaba una fuerza física superior.

De haberse hallado aun bajo los efectos de su ira primitiva, estaba segura de haber tenido la capacidad motriz de tundir al titánico hombre.

-¡Te estoy hablando animal! ¿Estas sordo?

Una vena hinchada hizo acto de presencia en las sienes de Miguel, quien giro con velocidad exhibiendo un rostro encolerizado, ceso su marcha y con su mano liberta tomo el rostro de Moon, prensando sus mejillas y dando por resultado que sus labios se elevaran en forma de "pescadito".

- ¿Puedes cerrar el pico por unos segundos? No estas en posición de exigir nada. -La soltó rápidamente para tomar su otra muñeca donde Moon mantenía su gizmo.

Lo retiro ágilmente provocando un gemido asustadizo de parte de la chica, y coloco un brazalete modesto, era un "pase de un día".

- ¿Qué haces?¡Dame eso, es mío!

Elevo su mano para arrancar de sus garras su gizmo, pero Miguel valiéndose de su desmedida estatura alejo el brazo.

- No soy de robarle caramelos a los niños mal portados, pero hasta que no respondas a todas mis preguntas, no tengo la mínima intención de devolvértelo. -Libero una sonrisa mofándose

El semblante de Moon se ruborizo por la indignación, la había hecho sentir muy infante a pesar de rondar casi por la misma edad.

- Si pendejo, como no. -Cruzo sus brazos sobre su pecho, huir no seria posible, al menos no sin su gizmo.

El rostro de Miguel se volvió algo severo esa niña tonta lo había llamado pendejo.

- Excelente, primero animal, después pendejo ¿No te falto valiente y guapo? - Respondió citando una frase de una película antigua de juguetes que a Gabriela le agrada mucho ver.

Moon gruño, apretó su mandíbula emitiendo un chirrido de sus colmillos aglomerándose uno sobre el otro.

-Que ocurrente, no te recordaba el papel de bufón.

- ¡Claro, amo la comedia! -Respondió con sarcasmo -Pero eso tu no lo sabes.

- El Miguel que conocía no era tan cretino y bruto, mucho menos era ladrón. -Sonrió con suficiencia reparando en el rostro iracundo de Miguel, había logrado sacarlo de sus casillas y sentía una placer secreto en percibirlo fastidiado.

Un enojo acumulado se formaba y aglomeraba en los labios de Miguel, el sabía que estaba a punto de decir algo horrible, o solo de hablar de forma inexacta. Cuando se enojaba solía ser algo hiriente con sus palabras.

- ¿De que hablas niña? Si apenas estuvimos un día juntos, y no por gusto. No vengas a decir que me conoces cuando no eres nadie, no en mi vida al menos - Escupió con furia, su tono era mas bajo que antes pero el veneno en cada palabra Moon lo percibió y por desgracia lo recibió.

No supo que decir, las palabras se sintieron tan fugaces pero tan filosas.

La realidad le azoto en la cara, Miguel no decía nada que no fuera correcto. Ellos no habían coexistido mas de 8 horas durante su encuentro, no había pasado algo mas personal y después de eso era posible que la única persona ilusionada y un poquito encantada, era ella.

Apología | Miguel O'HaraWhere stories live. Discover now