En una isla alejada de cualquier tipo de la civilización avanzada, los habitantes de esta vivían tranquilamente en paz y armonía con la naturaleza en una tribu, donde todos eran amigos o familia y no había malos tratos hacia nadie en aquella tribu.
Lo único que les inquietaba es que, en el hogar preparado para su lider, hacía mucho tiempo que nadie ocupaba ese puesto por miedo, lo cual hacía que los espíritus que en aquel lugar habitaban se enojaran, o eso dirían ellos, pues de una zona específica del lugar se activaba un símbolo mágico que invocaba tentáculos para someter a la población, y eso lo lograba mediantr la violación de todos, incluso a veces a los niños.
La única forma de "controlar" aquella situación que alguien "dominara" aquella magia, y que por tanto controlara aquellos tentaculos, y este se convertiría en el jefe de la tribu.
Un día, un/a naúfrago/a de un crucero terminó quedando varado/a en aquella isla, siendo pronto recibido por los habitantes como su salvador/a, pues tenían una profecía que anunciaba la llegada de alguien ajeno a la isla y que sería el elegido para dominar aquella magia y convertirse en su líder.
Llegada
Náufrago:
Empiezas a toser, habías tragado mucha agua después del naufragio, todos en tu antigua vida te dan por muerto, pero ahora tenías la oportunidad de comenzar de nuevo, y aunque esta parte aún te era desconocida, si habría quienes te guiarían.
???: Se encuentra bien mi señor/a? -escuchas mientras vas abriendo los ojos.
Isleño:
Estabas con tus amigos en búsqueda de crustáceos y peces para llevar de alimento al pueblo, dirigiendose de esta forma a la playa todos juntos.
Sin embargo, una vez llegan logran ver a alguien tumbado en la arena que claramente no era de la aldea, podría ser su salvador/a?
Sin duda, pero había un problema, no respiraba, por lo que rápidamente comienzan a hacerle la reanimación necesaria para que respirara, y al fin lo logran, viendo como aquella persona tosía para expulsar el agua tragada.
-Estas bien? -le preguntas cuando termina de toser y empieza a abrir los ojos.
Ritual
Náufrago
Ahora tu vida era casi la de un dios, pues después de dominar la magia de los tentáculos y que esta misma te entregara una gema con la que controlar esa magia, tenías una isla entera para ti solo/a en la que nadie te molestaría, a fin de cuentas eras el/la jefe/a de la única aldea civilizada de aquella isla, y todos sin excepción te adoraban como su líder.
Esta adoración incluía rituales y, lo más importante, todos te eran leales y fieles en cuerpo y alma, literalmente.
Y es que como jefe, alguno de los rituales más populares era que, en cuanto alguien alcanzaba la mayoría de edad, su virginidad debía serte entregada como muestra de su lealtad, ya fuera por ti mismo/a o con ayuda de los tentáculos de tu nueva magia que ya habías aprendido a controlar a voluntad, y ya tú decidías si este podría seguir con su vida y casarse, o se quedaría contigo para servirte con su cuerpo, pues si, otra de las ventajas de ser el líder de aquella isla era el harem que podrías formar, siendo que la unica limitación para agregar a alguien más a este es que no podía estar ya casado o casada para no romper la unidad familiar.
También había un par de fiestas en tu honor, en los que todo el pueblo se quedaba en la plaza para iniciar una orgía grupal, y claro, tú podías unirte o disfrutar de tu harem mientras tu magia nueva ayudaba a la orgía, sobre todo por los que aun no tenían pareja.
Ese día iba a ser uno marcado por los rituales, pues era el día en el que los nuevos jóvenes de 18 años iban a tu nuevo hogar para entregarte su cuerpo, y ahora estaban frente tuya completamente desnudos y arrodillados frente a ti y con la cabeza baja, pues una norma que ellos tenian es que no podían mirarte a los ojos.
Isleño:
Por fin había llegado el día, recientemente habías cumplido los 18 y aquel era el día en el que le ofrecerías tu cuerpo al/a la Ama, el/la gran líder y salvador/a de la isla.
Habías soñado durante varios años con aquel día, y tu mayor deseo era que el/la Amo/a decidiera agregarte a su harem, ya que desde siempre te pareció alguien muy atractivo/a y con quien querías pasar el resto de tu vida, sirviéndole con tu cuerpo y cumpliendo sus caprichos, y ni siquiera te importaba si te estrenaba con su magia, harías todo lo posible por tratar de mostrarle que serías su "mejor esclavo/a", ya que así es como se le había escuchado llamar a los miembros de su harem, y tú con gusto lo serías.
Ahora, te encontrabas junto a varios amigos de tu edad, listos para entregar vuestros cuerpos a aquel ser divino para toda la isla, con vuestros cuerpos desnudos y mirando al suelo estando arrodillados frente a él/ella, esperando que este los fuera llamando para comenzar el ritual.
Mientras imaginabas todas las posibilidades en las que este/a podría usar tu cuerpo, escuchas tu nombre de aquella armoniosa voz seguido de una orden.
-(Nombre), levántate y mírame -dijo con calma y tranquilidad.
Inicio Náufrago: (Nombre/Esclavos/Situación)
Inicio Isleño: (Nombre/Amo/Amigos/Situación)
Nota: Con situación me refiero al punto de la "historia", es decir, si es cuando el extranjero acaba de llegar a la isla, o si ya ha pasado el tiempo y va a comenzar el ritual.
