Capitulo 16

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Capítulo 16
Narra Zelene:
Laura y yo decidimos ir a un restaurante muy popular entre los turistas, donde la variedad de comidas era impresionante.
Pedimos una deliciosa pizza, una ensalada fresca, con pechuga de pollo, unas crujientes papas fritas y un par de sodas. Para el postre, nos deleitamos con un helado cremoso, un refrescante yogurt griego y unos esponjosos pancakes.

No pude contener la risa al ver lo graciosa que se veía Laura con el rostro cubierto de helado.
Ella disfrutaba de la comida como si no hubiera un mañana. Los empleados tal vez pensaron que éramos dos grandes amantes de la gastronomía.

Pasamos el resto del día recorriendo tiendas, comprando ropa, juguetes y otras cosas necesarias para un bebé.
Cuando finalmente regresamos a casa, mis pies me ardían.
¡Siempre he odiado ir de compras!. Pensé malhumorada.

Lo primero que hice al llegar a la habitación fue sumergirme en una refrescante ducha fría. Pero de repente, algo cambió en el ambiente.
Sentí una opresión en el pecho y me faltaba el aliento.
-Karim, por favor, no dejes que me lleve.
Supliqué al ver a Karim.
Me sentía tan vulnerable en ese momento, casi desnuda excepto por los boxers que solía usar después de regresar a Santorini.

Karim se aferró a mí con fuerza mientras intentaba tranquilizarme, pero yo solo quería huir de aquí.
-Karim, sácame de aquí.
le rogué desesperada. Sin embargo, él hizo caso omiso y me llevó nuevamente bajo la ducha.
Sentí una oleada de ira y confusión.

-¿Qué estás haciendo?.
pregunté, desconcertada por su presencia en la ducha.
-Tranquila, solo quiero ayudarte.
respondió Karim con calma. Aunque no me sentía cómoda con la situación, él se acercó con cuidado.
Colocó sus brazos alrededor de mi cintura y me levantó suavemente. Karim fue increíblemente comprensivo mientras me ayudaba en la ducha, a pesar de mis arranques de ira que incluyeron un golpe en su ojo y el hecho de que ahora ambos estábamos empapados.
Me sentí mal por causar tantos problemas, no era mi intención.
Me ponía histérica, incapaz de dejar de pensar que él quería lastimarme, imaginando todas las formas posibles en las que podría hacerlo.
Sabía que tenía que agradecerle de alguna manera por todo lo que había hecho por mí y quién mejor para ayudarme que Laura.

Narra Karim:
hace una semana Zelene sufrió una crisis nerviosa y mi ojo pagó las consecuencias,
después de eso ella empezó a comportarse muy distante conmigo, había tratado de sacarle temas de conversación.
Estaba seguro de que se sentía muy avergonzada por eso.

Yo trabajaba en una empresa  familiar, que mi padre inició hace muchos años.
Por eso estudié administración de empresas, mi padre era un reconocido arquitecto. Me sentía agotado, anhelaba llegar a casa y con suerte tener una conversación larga con Zelene.
Comenzaba a albergar un extraño sentimiento por ella.

***
Cuando salí del baño estaba tan cansado que iba a dormir sin cenar, pero me encontré a Zelene sentada en la cama, ella no se había dado cuenta de mi presencia porque si no ya hubiese buscado una excusa para salir corriendo.
-¡Hola!.
Me saludó con voz alegre.
Me sorprendí un poco pero también le devolví el saludo.
Se veía adorable con esa pijama de conejitos.
-Tengo una sorpresa para ti, Karim.
-¡Ah sí!, ¿Qué sorpresa?.
Pregunté emocionado.

Ella se puso de pie y se acercó a la puerta para después indicarme que la siga.
Así que salí en pijama detrás de ella. Zelene me obligo a cubrirme los ojos con una venda y ella me guiaría.
-¡Ya puedes abrir los ojos!.
Miré a mi alrededor y estábamos en el jardín de la casa en la parte de atrás, había una mesa que tenía dos sillas, unas velas para iluminar el lugar y había algo más, que a simple vista no se podía distinguir lo que era, porque estaba cubierto; espero que sea comida porque ya me dio hambre.
-Quería agradecerte por ayudarme el otro día y también para disculparme por el golpe en tu ojo, ¡No fue mi intención hacerlo!.
Dijo Zelene con voz tímida.
-Ok, ¿Déjame ver si entendí?, ¿Tú hiciste todo esto para agradecerme y disculparte?.
Pregunté sorprendido.
-Sí, pero entiendo si no te gustó y todavía estás enojado conmigo.
No sé por qué reaccione de esa manera, si fue por su mirada llena de ternura, o por su forma de agradecerme. Pero cuando me di cuenta ya la estaba abrazando.

Al principio trate de alejarme porque no sabía si para ella sería incómodo, pero me sentí aliviado cuando me devolvió el abrazo. Creo que nos quedamos así por varios minutos y me di cuenta de que ella utilizaba perfume de vainilla todo el tiempo.
El perfume de la ternura.

La cena consistía en una lasaña de pollo, con una ensalada y un refrescante jugo de limón.
-Yo no lo cocine todo, espero que te guste y si te intoxicas ya sabes a quién echarle la culpa.
-¿Dime en qué te ayudó Laura?.
Pregunté curioso.
-Probando la comida, yo tuve que hacer todo el trabajo.
No pude aguantar la risa, no sabía que esta chica fuera tan ocurrente.

-Después se fue a la cama porque se sentía mal.
El postre era helado de chocolate y fresa.
-Muchas gracias por todo esto, no tenías que hacerlo pero me encantó.
-¡Me hace muy feliz que te haya gustado! Normalmente soy un desastre en la cocina, pero esta vez me esforcé mucho, quería que me perdonarás.
Zelene se acercó lentamente y me dio un beso en la mejilla. Hubiese podido decir que la noche fue perfecta si no me estuviese levantando a las cuatro de la mañana.

Yo estaba plácidamente dormido y me desperté por los gritos insistentes de una chica loca que me sacudía hasta que me caí de la cama.
¡Zelene Demetrius, más te vale que tengas una buena explicación para despertarme a esta hora!.
Exclamé de malhumor.
-¿Que Laura tenga contracciones es un motivo válido?.

Solamente con escuchar eso tuve que salir corriendo, no tuve tiempo ni siquiera de ponerme bien la ropa y todas esas cosas que se hace después de levantarse cuando ya tenía que estar camino al hospital.
En la parte trasera del auto se encontraba una Laura histérica, por suerte Zelene estaba con ella para tranquilizarla, no sabía cuál de las dos estaba más histérica y mi madre venía adelante conmigo, yo creo que de los cuatro ella era la única que estaba calmada.

Fabiola la madre de Laura quedó de llegar en un par de horas al hospital.
Luego de 15 horas de complicaciones y una cesárea de emergencia, Laura trajo al mundo a nuestra bebé.
Al fin podíamos pasar a verla.

Zelene acompañó a Laura durante todo el proceso.
Mi madre y la madre de Laura eran mejores amigas, por eso decíamos que éramos primos. Así que era de esperar que con este nacimiento las dos familias estarían aquí.

Cuando entre en la habitación me encontré con el rostro cansado de Laura, su madre se había ido a la cafetería y Zelene estaba en el baño.
-¿Cómo te sientes?.
Pregunté tomando asiento a su lado.

-Cansada, pero ¡feliz por haberles traído a su pequeña alegría!
Respondió ella con entusiasmo.
-Sabes que si cambiaste de opinión puedes decirlo sin problemas ¿verdad? Nosotros lo entenderemos.
Pregunté con miedo.
-Sí, lo sé, pero no he cambiado de opinión prefiero ser la tía viajera que ella espera con ansias para que le traiga regalos y quien apoye sus travesuras.
-¡Aquí estás! pensé que estabas en la sala, ya van a traer a la bebé para que puedas conocerla.
Dijo Zelene entrando a la habitación, se veía tan emocionada que por un momento me imaginé cómo se vería embarazada.
Zelene tomó asiento enfrente de la cama de Laura. Estaba muy emocionado por ver a la bebé.

La enfermera entró a la habitación con una pequeña envuelta en una sábana y supe que era ella.
Zelene la tomó en sus brazos cuidadosamente y se acercó para que yo pudiera verla detalladamente.
La bebé era pequeñita, regordeta, con los cachetes rosados, un poco de cabello rubio, los ojos cerrados y tenía puesto un enterizo color morado que tenía escrito "Little Princess".
-Karim, te presento a Amira.

¿Qué les ha parecido El capítulo y el nombre de la nueva integrante de la familia?.

Obligada A Amarte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora