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río cuarto 1995

la radio local está pasando un tema de los piojos, uno que le gusta mucho a pablo y que sin que nadie le preste mucha atención mientras troza un pedazo de asado en su plato, tararea. mary está retando a andres por volver a hablar con la boca llena, laura le saca algún que otro tema de conversación a malena y "el payo" va y viene con la tabla, repartiendo pedazos de asado a los que ve que no tienen en su plato.

era un domingo especial, el último por un tiempo que pablo pasaría en rio cuarto, ya que mañana partía directo a buenos aires y de ahí en avión, junto a sus compañeros de selección, al mundial de la categoría sub17 en ecuador.

las cosas entre malena y el rio cuartense últimamente se habían puesto un poco extrañas, si con eso se podía explicar la situación entre ambos. desde hacía un mes aproximadamente las llamadas y visitas se habían acrecentado por parte del jugador de river, cualquier fin de semana libre era oportunidad para invitar a la joven a buenos aires o para que él fuera a la pequeña ciudad de la provincia de córdoba. el ambiente era extraño, aimar mucho más atento a todo lo que hacia la rio cuartense, no solo cuando estaba a su lado sino en todo lo que le contaba o le llegaba de ella y malena, era historia aparte.

podía sentir que ese sentimiento que hace unos meses estaba diminuto en su interior, ahora crecía con rapidez y le confirmaba lo que ya en un momento sospechaba. le estaba gustando su amigo, le parecía atractivo y alguien con quién comenzaba a ver con otros ojos. tenía miedo pero se lo tomaba con mesura, era lógica, quizás aimar no sentía ni por asomo lo mismo que ella y no pensaba arriesgar a su corazón a eso. era el primer chico por el que comenzaba a sentir esto y no sabía que esperar de ello, solo que no quería salir lastimada.

- come nena que hay más.- dice el papá de pablo apareciendo de la nada a su lado.

malena niega con cordialidad, mostrando su plato vacío.

- estoy llenísima payo, gracias.-

- ¡pero si no comiste nada!-

ricardo habla con asombro, pablo a su lado no puede evitar sonreír en silencio y mary, otra espectadora más de lo que sucedía entre ambos jóvenes hace un tiempo, sonríe a la par de su hijo de en medio.

nerviosamente malena se ríe, pablo no puede evitar perderse en ese gesto, con los ojos iluminados y escaneando su rostro en todos los ángulos. él ya lo asumía hace rato, malena era bellísima, tanto física como personalmente y no podía evitar no querer naufragar en esas aguas. pero a su vez, no se animaba a largarse del todo, tenía miedo a lo desconocido y eso era, afrontar que sentía cosas muy reales por la persona que siempre lo acompaño desde su infancia.

- si, si que comí.- dice casi con indignación de ser acusada.

los presentes ríen y hace su entrada estelar el hermano aimar más estridente de los tres, hablando con la boca llena de pan y un vaso de gaseosa en la mano.

- uy si, vos la tendrías que haber visto pa.. se comió un pedazo así de tira y una montaña así de ensalada.-

dice andres con fingida exageración, marcando con sus manos ocupadas una distancia corta entre ellas, dando a entender las diminutas porciones que ella había comido. pablo niega y se lleva un pedazo de asado a la boca, observando todo en silencio, malena resopla y decide contestarle como siempre solía hacer.

high infidelity - pablo aimarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora