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buenos aires 1995

- decile que ojo dónde se mete...-

dice a lo lejos del otro lado de la línea, una voz varonil con severidad, malena rueda los ojos al oír a su padre mientras sostiene con su hombro y mejilla el aparatoso teléfono.

a su vez, mira en el espejo del escritorio en la habitación de hotel, su reflejo, toma el lápiz de labios y retoca el maquillaje en su boca. de reojo ve al joven rio cuartense pasear distraídamente a lo largo de la habitación, sin suponer que este esta evitando poner la vista en su figura que lleva un ceñido y corto conjunto de fiesta.

la selección argentina no había ganado el mundial de la categoría sub17 pero había quedado en tercer puesto, siendo coronado como campeón ghana y seguido, para la desgracia de muchos, la selección brasileña. a pesar del trago amargo, el grupo argentino, una vez llegado a su país de origen no se limito en festejar su puesto, eran de los tres mejores dentro de muchos países que habían competido y eso era muy valorable.

- dice papá que ojo con dónde te metes.- repite cuál loro la madre de la joven.

- si ma.-

responde con cierta monotonía malena, girando sobre sus talones, caminando unos pocos pasos hasta la cama donde había estado durmiendo hasta hace unas horas y sentadose muy recta sobre el borde de esta. pablo con un brazo apoyado sobre el borde del ventanal que daba al pequeño balcón de la habitación y una mano sobre su cadera, observa a su amiga cruzarse de piernas y hablar con cierto cansancio con sus padres.

suspira ante el escenario frente a él y no puede evitar dejar volar su imaginación.

aimar no negaría que desde el momento en que piso suelo argentino y la vio firme, esperando junto a su familia detrás de las puertas de vidrio que daban a la entrada del aeropuerto, casi se desploma. estaba más hermosa que la última vez que estuvo en rio cuarto o quizás, seguía igual que siempre y tenerla lejos había hecho efecto en él. no podía evitar sentir que ese pequeño sentimiento que paulatinamente crecía con el paso del tiempo ahora era casi imposible de pasar por alto.

menos cuando la tenía radiante a metros de él, con tanta naturalidad.

- y que no me entere que anda a esta hora paseando con el hijo del ricardo.- dice con cierta carga oculta en sus palabras.

malena gira su rostro hacia el rio cuartense, quien se siente expuesto al ser descubierto observándola y conectan miradas. la joven no puede evitar ruborizarse, no solo por intensa mirada del jugador de river sino por lo dicho por su progenitor.

su padre no era boludo, como ya le había dicho un par de veces y a pesar de que sabía que no había nada entre ambos jóvenes, no podía evitar proyectar ciertas cosas que aunque sean incipientes, como mínimo le llamaban la atención y despertaban su lado cuida.

como digno padre de su única hija.


- y dice que...-

la mujer está punto de repetir una vez más las palabras de su marido a traves del teléfono pero malena con cargada molestia la interrumpe.

- lo escuché, que se quede tranquilo, no voy hacer nada.- dice tajante.

de reojo observa a aimar, aún parado a lo lejos pero consiente de que su mirada divertida está en ella y no puede evitar ponerse algo nerviosa por la mentira que esta a punto de decir.

high infidelity - pablo aimarWhere stories live. Discover now