𝑨𝑵𝑶𝑵𝑰𝑴𝑶𓂅𓄹𝕸𝖎𝖓𝖇𝖎𝖓

02; rosa

Son las 6:45 A.M y voy camino a la escuela, decidí caminar para aliviar mi ansiedad. No es mucho decir que casi no dormí en toda la noche, me ponía nervioso pensando en el momento en el que Minho habría el regalo y las miles de posibles reacciones que el podría tener. Incluso pensé en darme por vencido y no llevar nada fingiendo que lo había olvidado, pero Minho me conoce y se daría cuenta que no me olvidé.

En fin, ahora llevo la bolsita negra colgando entre mis dedos. En la cual cae el peso de una amistad de muchos años y también mi dignidad. Es horroroso pensar que Minho se entere que fui yo y decida que ya no podemos ser amigos.

Me volví a desanimar con mis pensamientos.

Muerdo mi labio y saco la caja rosa rápidamente en un intento de arrojarla a cualquier lugar en el que Minho nunca la vea, pero me arrepiento al recordar lo mucho que pagué por ese anillo.

Miro mi mano que tiembla levemente con la caja aún en ella. Mirando que no tenga ningún rasguño, pienso en lo estúpido que fuí al forrar una caja en la cual no hacía falta que fuese forrada. Y mucho más estúpido al forrarla de rosa pastel.

Seo Changbin, te vuelves realmente estúpido cuando piensas en él.

Cierro mis ojos tratando de calmarme y no mandar todo a la mierda por el pánico que corre por mi cuerpo.

Guardo la caja otra vez a la bolsa y sigo mi camino a la escuela.

-Chicos por favor dejen sus regalos aquí.

Veo como todos se paran lentamente para dejar las bolsas negras en un baúl que estaba cerca de la pizarra.

Mi pierna no deja de rebotar en el suelo, pienso si debería dejar el regalo o no.

Ya se fue todo al carajo.

Muevo mi brazo y tanteo con mi mano al costado de la mesa en dónde está colgada la bolsa. Rápidamente la encuentro y la agarro.

-Voy a dejar mi obsequio, ¿quieres que lleve el mío también?- dice Minho a mi lado y mis ojos se abren exageradamente.

¿Acaso ya se dió cuenta que yo le tenía que obsequiar algo? Mierda, voy a llorar.

-¿Qué?- Mi respuesta fue rápida aunque hice lo posible para que mi voz no pareciese exaltada.

Una risita sale de sus labios-Me equivoqué, perdón - me muestra un poco sus dientes y esa es su señal de que está nervioso- ¿llevo el tuyo?.-corrige.

Le estaba por dar mi bolsa pero recordé que las bolsas tienen el nombre del destinatario, rápidamente vuelvo la bolsa hacia mi e invento una excusa.

-No, mejor la llevo yo. Quiero ver qué tantos regalos hay- le sonrió para que no dude demasiado.

El asiente y vamos juntos a dejarlas. Al dejar las bolsas busco mi nombre entre las bolsas que estaban en el baúl pero fue en vano ya que no lo ví. Me fijo en Minho y parece que el también buscaba su bolsa pero esta aún colgaba entre mis dedos. Suspiro y la dejo entre las otras.

Volviendo al lugar la presidente empezó a llamar y dar las bolsas correspondientes a cada alumno.

Fuí uno de los últimos el cual recibió su bolsa negra, que de hecho era distinta a las demás. Esta tenía pequeños corazones grisáceos que a simple vista parecían puntos, y también tenía mis iniciales bordadas en color dorado. Era muy linda y me gustó el detalle.

Muchos abrieron los regalos de inmediato y otros decidieron no hacerlo.

Minho no quiso abrir el suyo y yo le agredecia a todos los dioses que existan. Aunque a la vez quería ver su reacción.

Yo tampoco quise ver el mío, no hasta que llegara a casa. Suelo emocionarme con los regalos y una reacción exagerada podría dar malentendidos.

-Los abramos en mi casa- sugiere Minho.

-Mmm-pienso en mis tareas- tenía pensado estudiar matemáticas hoy, pero está bien, vamos-digo sin más.

No puedo negarme a pasar más tiempo con él. Estar con él es demasiado agradable y tranquilo. En pocas palabras el me da paz.

Veo como Minho está acostado en su cama con sus gatos cerca de él mientras los acaricia. No puedo evitar imaginar en que es un Dios de los gatos o algo parecido.

Dónde su torso está desnudo y lleva un vestuario algo egipcio, maquillaje que le deja ver un visual perfecto, y obviamente no podían faltar los felinos cerca de él y uno en sus manos pálidas y largas.

Caigo en cuenta lo fuerte que puede maquinar mi cabeza cuando se trata de él -wow, estás loco Seo Changbin. -Susurro lo suficientemente bajo para que Minho no escuche.

Pero fue en vano ya que me vio murmurando.

-¿Qué pasa?- pregunta y yo niego sin decir alguna palabra.

Voy hasta donde está mi mochila y saco el regalo para abrirlo, la verdad es que ya no me puedo contener. Me da mucha curiosidad. Minho por mientras se acomoda en la cama para ver cuál es mi regalo.

Al abrir la bolsa y mirar veo que hay una bolsa blanca adentro.

-¿Quién es tan estúpido para meter una bolsa dentro de una bolsa?- pregunto y Minho ríe dándome la razón.

Saco la bolsa blanca y meto mi mano en ella sacando una vincha color rosado con una nariz de cerdo en medio. Mis ojos brillaron, era muy hermosa y va mucho con mi estilo.

Miro a Minho y le muestro la banda que están en mis manos y el levanta sus cejas y asiente mostrando aprobación.

Vuelvo a mirar a la bolsa blanca por si olvide sacar algo y lo que encuentro es una nota.

"Para la persona más hermosa de este Mundo, te amo precioso Bibi"

Fruzo el ceño, otra vez esa palabra desagradable. ¿Te amo? Wow, no puede ser. ¿Cómo puede alguien confesarse así?

- Arruinó el regalo gracias a esta nota- le digo a Minho quien me miraba confundido.

Dejo la nota otra vez en la bolsa y tomo la vincha para guardarla en su lugar.

Me siento en la cama y espero a que él abra su regalo, para ver su reacción y esperar cualquier cosa.

Woooow, volví después de demasiado tiempo. Espero que les guste este capítulo!!! 💖
Les dejo a Bin con su vincha rosa😻