05; notas

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Largaba leves suspiros a mis manos desnudas, mis nudillos ya estaban rosáceos y en el dorso empezaban a aparecer manchitas del mismo color.

Largue un último suspiro más prolongado y frote mis manos buscando más calor. 

Junte mis piernas y metí mis manos a los bolsillos de la gran campera negra que traía y que llegaba hasta mis rodillas.

Mi amable madre se había negado llevarme hasta mi secundaria y como consecuencia estoy muriendo de frío en la estación mientras espero el autobús.

En la mañana me había notado perdido en mis pensamientos y decidió que era buena idea que fuera caminando hasta la escuela. Lo intente en los primeros cinco minutos de caminata pero mi pantalón se heló haciendo que mis piernas también se enfriaran gracias al roce.

Por eso decidí tomar un autobús, aunque no me percate de que también pasaría frío mientras esperaba.

Decido jugar con mi celular en lo que llega el bus, estoy en lo mejor de mi partida cuando siento que la gente a mis lados empiezan a moverse y acercarse a la calle. Es cuando me percató que viene el bus.

Agarro mi mochila y subo rápido agradeciendo que ya no tendré tanto frío. Paso mi tarjeta pagando y luego camino hacia los asientos vacíos, evitando completamente los que son para mujeres embarazadas.

Me pongo mis audífonos y pongo una canción aleatoria. La escuela está a unos 15 minutos en bus, no era muy lejos pero parece que mamá últimamente no quiere ayudarme. Debería pedirle que me compre un auto. Sería una buena idea, ya no tendré que caminar o tomarme un bus, y mucho menos molestarla a ella.

Siento como una de mis orejas siente el frío ya que unos de mis auriculares ya no estaba en ella. Giro en busca de la causa y lo primero que veo es a mi hyung, mi Minho.

—Pareces un bebé — sus dientes se hacen presentes en su cara. Y yo noto su burla.

—¿Qué?— el nota mi cara de confusión ya que larga una risita.

—Por tus manos— dice señalando las mimas— tienes la piel suave y sensible como la de un bebé.— sonríe por la comparación.

Me dispongo a mirarme las manos mientras que el se sienta a mi lado.

—Si tienes la piel sensible no dejes que el frío la afecte— dice Minho mientras se saca sus guantes y me los entrega.

—Tu también tienes piel sensible— le digo negando sus guantes.

—Pero la tuya es aún más sensible, no puedes ponerte a la sombra de un árbol porque ya estás colorado como un tómate.

Sonrío inconscientemente, no es un secreto que mi piel tiene reacciones ante cualquier cosa.

—De todos modos no necesito tus guantes, mis manos ya entraron en calor.— digo mientras le pongo los guantes en su pierna derecha para que los tome de vuelta.

—Esta bien.

En lo que quedaba para llegar a la escuela nos la pasamos escuchando música y viendo los paisajes que entregaban la ciudad de Seoul.

En lo que quedaba para llegar a la escuela nos la pasamos escuchando música y viendo los paisajes que entregaban la ciudad de Seoul

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𝑨𝑵𝑶𝑵𝑰𝑴𝑶𓂅𓄹𝕸𝖎𝖓𝖇𝖎𝖓Where stories live. Discover now