04; letras

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Ya es el tercer día que no puedo dormir gracias a qué mi cabeza no puede dejar de funcionar.

Está vez fue gracias a esa letra idéntica a la de Minho.

No quiero ilusionarme pero mi corazón no deja de latir desesperadamente y mi mente no deja de imaginar en que Minho venga a confesarse en cualquier momento. Claramente tengo que averiguar si es su letra o no.

Hoy es jueves, eso significa que Minho pasará por casa así vamos juntos a la escuela. Se hizo costumbre desde que su mamá no lo podía dejar en la escuela y como solución lo dejaba en mi casa de camino al trabajo así mi mamá lo llevaba.

Salgo de mi trance al escuchar el sonido del timbre.

Es él.

Ni siquiera hice el intento de pararme de mi silla, ya que Minho entraría por su cuenta. Aún no entiendo porque hace sonar el timbre si ya tiene la suficiente confianza para que entre como si fuera su casa.

—Hola nene— siento como se acerca por atrás y besa mi cabeza.

Mi corazón se acelera nuevamente. Maldito hombre hermoso.

—¿A qué se debe ese beso?— pregunto confundido y veo su sonrisa decaer, por mis adentros me regaño por lo imbécil que soy.— No importa, deje mi mochila arriba.

— Yo voy saliendo— dice mientras mete una tostada a su boca y yo sonrió.

—¿Puedes escribirle una nota a mi mamá?— voltea a verme y frunce el ceño con la tostada aún en su boca— ponle que me fui contigo y que llegaré tarde ya que estudiaré contigo.

Mentira, invente todo para que el escriba y confirmar si es su letra.
Minho me mira extrañado y antes de que diga algo corrí a mi habitación a buscar mi mochila.

Cuando la tuve en mis manos fui hasta la pared y despegue la nota para llevarla conmigo.

Baje las escaleras y ví que Minho aún escribía. Me acerqué y esperé a que terminara de escribir. La letra seguía siendo parecida, mis manos empezaron a sudar y mi cuerpo a temblar levemente.

— ¿Nos vamos?— pregunta volviéndome a tierra.

—Si claro— tome la nota que había dejado arriba del mueble y la guarde en mi mochila sin que el se dé cuenta.

—Si claro— tome la nota que había dejado arriba del mueble y la guarde en mi mochila sin que el se dé cuenta

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En clases no me pude concentrar ni un poco, estaba volando en otro mundo.

Hay una gran probabilidad de que yo le guste a Minho. Si lo ponemos en números eso puede ser un 80%. El otro 20% puede que haya escrito la nota para alguien más. No quiero ilusionarme y después quedar como un payaso y más aún con el corazón hecho trizas.

Suspiro cansado de todo. Veo a Minho aparecer con dos vasos de leche chocolatada. Al final si vine a la casa de Minho porque prácticamente me arrastró hacia acá.

𝑨𝑵𝑶𝑵𝑰𝑴𝑶𓂅𓄹𝕸𝖎𝖓𝖇𝖎𝖓Where stories live. Discover now