07;novio

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Trataba de hacer el desayuno, tratando de no pasar ningún detalle por alto. Quería que fuera perfecto y delicioso, pero un meloso castaño no deja que me mueva ni un poquito.

Minho está atrás mío abrazándome por la espalda mientras que deja besos en mi cuello. No me quejo, me encanta que este tan cerca de mí y que sea cariñoso solo conmigo.

Anoche dormimos juntos en mi cama después de muchos besos y sonrisas bobas. Minho decidió quedarse en mi casa por voluntad propia, (se invitó solo). Diciendo que de paso podríamos pasar tiempo juntos. Después de eso me abrazo y no dejó que me moviera de la cama, durmiendo así toda la noche.

En la mañana desperté y el seguía abrazándome, cuando me levanté y saque su brazo el se despertó y me atacó con muchos besos y se negaba a dejarme ir, como pude lo convencí de que me dejara hacer el desayuno y ¡Lo logré! Pero segundos después bajo y me abrazó dandome muchos besos en el cuello y mejillas.

—¿Te falta mucho?— pregunta frustrado Minho— quiero besarte.

Sonrio y niego con mi cabeza, pongo el platillo con cosas dulces en el lugar que Minho siempre ocupa y luego le dejo una tasa con café junto con un vaso de sumo.

El sonríe, me agradece y luego come. Y yo espero que el pruebe primero para después hacerlo yo.

—Changbin— me llama y yo lo miro— ¿Desde cuándo te gusto?.

Yo sonrío y empiezo a hacer memoria, no recordaba desde cuándo exactamente, pero en los últimos meses me di cuenta que no tenía ojos para otra persona que no fuera él.

—Hace unos cuatro meses atrás me di cuenta de lo que sentía.

—¿Y por qué no te confesaste? ¿Realmente pensaste que te rechazaría?—Yo le muevo la cabeza efusivamente ante la última pregunta y el ríe — yo también pensé que lo harías.

—De todos modos— tome un poco de café — ¿Cómo se te ocurrió lo de las notas? No te creía tan romántico— digo y larga una carcajada.

— Yo hago hasta lo imposible por tí, mi nene— me sonríe preciosamente.

—Se supone que yo si me confesé, en el amigo invisible me tocaste tú —le cuento, esperando a que se sorprenda y no lo hace.

—Lo sé, esa misma mañana te ví con el estuche rosado, luego pensé que fue una coincidencia.— vuelve a sonreír— pero no lo fué.

Yo abro mis ojos sorprendido y me empiezo a preguntar por qué me dió el anillo a mi en ese entonces. Observo mi mano aún con el anillo de gatito.

El agarra mi mano y la acaricia con su dedo pulgar.

—Ese anillo era para ti desde un principio, solo que te adelantaste a comprarlo tú.— me volví a sorprender por la declaración.

— Pero yo quería hacerte un regalo— dije algo apenado, al final no le pude dar nada a Minho.

—Tu eres el regalo más preciado que tengo en mi vida— sus palabras hacen que me sonroje y mire en otra dirección.

El agarra mi barbilla y corre mi cara para dejar un fugaz beso en mis labios. Yo sonrío y le devuelvo el beso.

—De todos modos déjame hacerte un regalo— le digo y el empieza a pensar.

— Cuando haya algo que quiera te lo haré saber, ¿Ok?— dice y toca mi nariz con su dedo.

—Esta bien, señor romántico.— el vuelve a largar una carcajada.

—¡Oye! tu no sabes que se siente vivir como un anónimo para confesar su amor, vives al máximo y sientes una adrenalina increíble, esperando que tú bonito crush no te pille.

𝑨𝑵𝑶𝑵𝑰𝑴𝑶𓂅𓄹𝕸𝖎𝖓𝖇𝖎𝖓Onde as histórias ganham vida. Descobre agora