𝗧𝗿𝗲𝗲𝗵𝗼𝘂𝘀𝗲 𖦹 SAHYO

030

Jihyo estaba hecha un manojo de nervios ¿Cómo podía ser? ¿Habrá sido Dahyun quien les contó todo? ¿Por qué? Se estaba mordiendo las uñas como nunca, tanto que se había empezado a hacer daño. Sana lo notó, entonces tomó su mano para detenerla.

-¿Qué ocurre, Hyo? -Acarició los nudillos de la menor con su pulgar causando que esta le regale una pequeña sonrisa que se esfumó casi al instante.

-¿Tu crees que Dahyun podría hacer algo en mi contra? -Esa pregunta confundió a la japonesa.

-¿Por qué la pregunta? - Jihyo se encogió
de hombros.- La verdad, no estoy segura...

-Tengo la teoría de que ella ayudaba a Momo a hacernos maldades.- Eso le encendió la bombilla a Sana. Ya le parecía que algo andaba mal.

-A veces la veía merodeando al rededor cuando estábamos tu y yo juntas, Jihyo.- La menor asintió, aún sumida en sus pensamientos. Lo único que le preocupaba en ese momento era llegar al fondo de todo de una vez por todas. Sana aún sosteniendo su mano, se acercó a ella y le dió un beso en la mejilla.- No te preocupes demasiado, te va a hacer mal.

-¡Es que no puedo entenderlo! -Se levantó de su silla exaltada, tomando por sorpresa a Sana.- ¿Por qué Dahyun haría eso? Se supone que es mi amiga.

-Hyo, relájat-...

-Ya vuelvo, debo hablar con ella. -Dicho esto, Jihyo salió por aquella puerta, dejando a Sana preocupada. Nunca había visto a la coreana de esa manera.

Por su parte, Jihyo estaba caminando por los pasillos, buscando a Dahyun. Iba a entrar a la habitación donde estaba Momo, pero no lo hizo ya que encontró a la menor sentada afuera, abrazando sus rodillas y llorando.

-Dahyun...- La nombrada se limpió rápidamente las lágrimas y miró a la coreana que se había sentado a su lado y la llamaba.- ¿Podrías explicarme todo esto?

-S-sí, lo siento. -Se enderezó en la silla y respiró profundo antes de comenzar a hablar. Pues... Seguramente ya te diste cuenta de todo, o casi todo. Y-yo fui quien les dijo todo...- La mandíbula de Jihyo se apretó por el enojo de saber eso, pero quería escuchar todo lo que tenía para decir.- Pero tiene una explicación. N-no sé si te diste cuenta p-pero... Me gusta Momo desde que éramos niñas. Igualmente nunca le había hablado personalmente hasta hace poco. Primero le escribía Chaeyoung y le mostré una foto que tomé de ti y de Sana cuando estaban en la azotea, para llamar la atención de Momo. C-creí que sería una buena idea. Creí que me notaría si la ayudaba un poco, pero no quise que terminase tan mal.

-Dahyun, tu sabías que esa chica siempre fue algo peligrosa ¿Proseguiste aún así con tu plan para gustarle?

-S-sí, pero...

-¿Crees que le gustarías sólo porque la hayas ayudado? Si alguien te quiere, debe ser por tu manera de ser, no por conveniencia. La menor bajó la cabeza. Se sentía tan culpable en ese momento.- Además... A Chaeyoung también le gusta Momo y creo que tú mereces algo mejor.

-¿Eso significa que... m-me perdonas?

-No, no aún. Todavía debo procesarlo pero voy a intentarlo. Lo que hiciste no fue nada pequeño que se pueda solucionar como si nada.- Respiró profundo y Dahyun se cubrió el rostro con las manos. Pero sé que no lo hiciste con malas intenciones. Al menos no con las peores intenciones.

-¿Q-qué debo hacer? -Dijo la Coreana, llevando sus manos a sus sienes, masajeándolas ligeramente.

-Ayúdalas, no sé. Nunca estuve en tu situación. Haz lo que creas mejor, pero trata de no ponerlo peor.- Dahyun asintió y bajó la cabeza. No tenía idea de qué hacer. La coreana apoyó su mano en su hombro y le dió una ligera sonrisa.

-Puedo ayudarte en lo que quieras.- La más baja levantó la mirada y miró a la sonrisa de la contraria.- Aunque esté enojada, sé que te arrepientes de verdad por lo que hiciste. Además, aún somos amigas.

Al escuchar esas palabras, Dahyun se rompió en lágrimas y abrazó con fuerza a su amiga. Perderla era lo que más le preocupaba. Casi se queda sin amigos por actuar de manera imprudente y, escuchar que, al menos, contaba con Jihyo, le hacía sentir mejor.