En un gobierno injusto para con los omegas, Kang Yukio es un omega soltero que terminará embarazo luego de una noche de pasión con un alfa desconocido. Devastado ante el resultado decide contarle todo a su amigo y jefe, Hwang HyunJin.
Al ser un omeg...
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—Por favor deben darnos espacio—pidió uno de los paramédicos apartando a Yukio que aún presionaba la herida de YongSeung—, nosotros nos haremos cargo.
—Deben mantenerlo con vida, él es el único que sabe sobre nuestro hijo—suplicó Yukio reteniendo sus lágrimas.
—Omega, nosotros nos encargaremos, apártese por favor—y esta vez el castaño quitó sus manos de la herida de YongSeung que había perdido la consciencia hace demasiados minutos atrás.
Uno de los oficiales se acercó a donde estaba y le hizo una reverencia.
—Señor Kang, necesito que de su testimonio—pidió el oficial.
—¿Tendremos que ir a la estación?—inquirió sentándose en el sofá que le había indicado el policía.
—No será necesario—respondió—, la situación ha sido en defensa propia y además su alfa está mostrando las cámaras de seguridad a los demás oficiales. Puede empezar a contarme cuando desee.
—Habíamos recibido una llamada de una supuesta persona que había encontrado a nuestro hijo, pero resultó ser falsa. El timbre sonó y abrí la puerta, YongSeung me apunto con un arma y me llevó a donde estaba HyunJin—Yukio miró sus manos manchadas con la sangre del alfa Kim y suspiró—, dijo cosas hirientes y que mataría a mi pequeño cachorro, luego mi cuñado Ni-Ki lo golpeó con un florero e hizo que bajara la guardia, HyunJin se apresuró a tratar de quitarle el arma.
—¿Qué hizo usted en ese momento?
—Lleve a los niños a que se escondieran en una de las habitaciones. Y fue cuando escuché el disparo. No estaba presente así que no se cómo fue el enfrentamiento entre ellos dos. Cuando volví YongSeung ya estaba herido.
—¿Quién llamó a la policía?
—Fue Ni-Ki, pero HyunJin volvió a llamar mientras yo me encargaba de presionar la herida de YongSeung—respondió.
—Gracias por su colaboración omega Kang—el castaño asintió y sujetó el brazo del hombre—. ¿Ocurre algo?
—¿No les ha llegado alguna información hoy sobre mi pequeño Yuan?
—Lamentablemente no, pero tenga las esperanzas de que será pronto. —El omega asintió y alejó su mano del brazo del oficial, que dio unos cuantos pasos antes de voltear a verlo—. No se preocupe por su alfa si su testimonio y lo que se vea en cámaras es verdad no habrá nada que lo pueda acusar ya que fue en defensa propia. Le recomiendo mejor vaya y limpie la sangre de sus manos.
—Gracias—respondió levantándose del sofá.
—Es mi deber—y el omega se dirigió a su habitación ignorando al resto de policías en la sala, comedor y cocina.
Entró y cerró la puerta tras de él con seguro. Pegó su espalda a la madera y se deslizó hasta quedar sentado en el suelo. Las lágrimas se deslizaron por su mejilla.
