𝐏𝐀𝐓𝐑𝐈𝐀𝐑𝐂𝐇𝐘

1.3K 189 37
                                    


.·:*¨¨*:·. .·:*¨¨*:·.
 

        LA MENTE DE BARBIE ERA UN CAOS. No entendía que era lo que estaba pasando, su casa de los sueños parecía no se parecía en lo más mínimo a como ella lo había dejado. Llena de caballos y cosas para hacer ejercicio, con latas y botellas de cerveza aquí y allá. Quería llorar.

        Cada pequeña flor que ella había creado había sido reemplazada por una estúpida decoración de caballo, cada libro fue reemplazado por estúpidas revistas de hombres leñadores y cada cuadro de ella con sus amigas ahora no eran nada más que caballos.

         Esperaba que fuera una mala broma de su novio Ken, pero no lo era, al verlo tan feliz junto a sus otros amigos en la casa de Barbie, viéndolo burlarse de cada estupidez que ellos decían y de como trataban a sus amigas le había dolido. Se sentía una tonta, había confiado en él y en menos de un día había destruido por todo lo que se esforzaron las Barbies.

—Hola Barbie. — Era Ken, sin embargo no se veía como su novio, el muñeco frente a ella no parecía nada más que un cretino aficionado al deporte. — ¿Te gusta mi nueva casa? Decidí llamarla Kappa Alpha Sigma Nu.

— ¿De que estás hablando? — Su voz apenas se escuchaba, por primera vez en su vida sentía ganas de llorar,había un fuerte nudo en su garganta que no la dejaba en paz, se sentía raro y mal.

— Lo que escuchaste cariño, es mi casa ahora.  — Le dijo mientras sonreía, tras él se encontraban otros Ken's que afirmaba lo que el decía.

— Pero... esta es mi casa de los sueños. ¡Es mía! ¡No me la puedes arrebatar como si nada! — No se dio cuanta en que momento había empezado a llorar.

— ¡Oh, vamos cariño! ¡Este lugar es increíble! — Le espetó con una sonrisa. — Desde que Ken volvió y nos explicó como funcionaba el mundo real, las cosas han mejorado, solo mira a tu alrededor, todos están felices. ¿Tanto te cuesta aceptar eso?

— ¡Destruíste mi casa Ken! ¡Mi casa! Por supuesto que no voy aceptar eso. ¡Destruíste todo lo que Barbies les costo crear! — Le gritó enojada, sin embargo a él, le importó lo más mínimo o eso le hizo creer.
        
— Mira Bebé, si no gusta, te puedes ir de vuelta al mundo real junto a tu nuevo amigo o simplemente seguir siendo mi novia a largo plazo sin compromiso. — Le dijo con una confianza que  ni el mismo sabia de donde había sacado, claro que no quería que su novia se fuera. Solo estaba copiando las palabras que Ken le había dicho que dijera.

        En el fondo el deseaba que eligiera la segunda opción, no sabía que sería de él si su novia se iba. Simplemente le estaba haciendo caso a su ahora amigo Ken, a pesar de tener poder y hacer lo que él quisiera no se sentía correcto tratar a su novia así, y el hecho de que pudiera irse con ese extraño tampoco le agradaba.

— ¡Ya no quiero ser tu maldita novia! No eres más que un estúpido y completo patán. — No esperó una respuesta por parte de él y se alejó de su casa, para ir hacia donde se encontraba su mejor amiga.

— ¡Y para que lo sepas, si usas "Sigma" no puedes usar "Alpha" idiota! — Le gritó Max, si bien, no era un buen aporte para la discusión de su nueva amiga, al menos había logrado que el, ahora ex, se enojara más.

       
         ¿Que diablos pasaba en este lugar? Era lo que se preguntaba mientras veía a sus amigas vestidas con un extraño traje de mucama, mientras les llevaban comida a los Kens.

— ¿Alguien necesita una cerveza-veza?

— ¿Que estás haciendo? ¡Se supone que eres una doctora! — Le habló frustrada su amiga.

— Me gusta ser un ornamento útil.

— Y a Alan le gusta ayudarme a darle masajes en los pies a los Kens. — Miró a Alan, quien negaba esa afirmación, mirando mal a todos los Kens se acercó a Alan para traerlo junto a ella y dejarlo al lado de Max, quien lo saludo con asentimiento.

— ¿Que les pasa a mis amigas? — Le preguntó de forma de exigente a Ken.

        Al parecer el patriarcado las había arruinado, y ahora Barbieland es Kenland. Al parecer, según Ken, ahora tenían todo resuelto al igual que en Century City.

— ¡No hay nada resuelto en Century City Ken!— Le gritó ella.

— No lo hay porque les fallamos... — Habló esta vez su amiga Barbie.

— No. ¡Tú me fallaste a mi! — Le gritó Ken a su amiga. Automáticamente Max se había puesto delante de ella, en caso de que Ken se pusiera violento. — Allá fuera... yo era alguien importante, una señora incluso me pidió la hora. — Sonrió.

— No puede ser. — Susurró incrédulo su ex novio. Sin embargo, su cara de incredulidad volvió a estar enojada viendo como su Barbie estaba tan cerca de ese otro chico.

— Aquí solo soy alguien... y ¿Les digo algo? Con eso basta... — Prendió el televisor, mostrando como los Kens habían cambiado todo.

— No puedes hacer eso. ¡Las Barbies trabajaron duro y mucho para hacer Barbieland exactamente lo que es! — Le reclamó su mejor amiga.

— No puedes deshacer eso en un día Ken. — Le dijo ella.

— ¿Como se siente eh? — Las miró a ambas, al fin y al cabo, todas las Barbies trataban a los Ken como sus accesorios. — Todas las noches son noches de chicos.

         No se iba a quedar a mirando como su antiguo amigo tiraba la ropa de su mejor amiga por el segundo piso de la casa. Decidió ir a su antigua casa para hacer una maleta e irse de ese lugar, al fin y al cabo ese ya no era su hogar.

— ¿Que estás haciendo? — No quiso mirar, sabía quien estaba detrás de ella y por lo mismo decidió ignorarlo.

        Continuó guardando ropa en su maleta mientras que él iba sacando cada prenda que ella metiera adentro. Se estaba hartando de esto, no quería verlo, no quería escucharlo, no quería tener nada que ver con él.  El mismo lo había dicho si quería se podía ir al mundo real y era exactamente lo iba a hacer.

— ¿Vas a ignorarme? — La siguió hasta el baño, mientras ella sacaba sus productos de higiene. — ¡Amor!

— No me llames así.  — Le dijo de forma pausada. — Perdiste ese derecho en el momento en que pusiste un pie en esta casa.

— No es necesario que vayas... Esta también es tu casa amor. — Trató de acercarse a ella, sin embargo lo único que consiguió fue que ella pasase por lado para volver a guardar todas sus cosas. — ¿Por qué no arreglamos las cosas amor? Seremos felices aquí.

— ¡¿Como se supone que voy a ser feliz con un idiota que ayudó a destruir todo por lo que tanto me esforcé junto a otras barbies?! — Le gritó mientras le tiraba cualquier cosa que tuviera a su alcance. — ¿Te golpeaste la cabeza o siempre fuiste así de idiota?

        Sin dejar que respondiera y sin ningún cuidado, tiro su malta hacia afuera para bajar rápidamente y subir la maleta a su auto. No pensaba esperar a nadie más que Max, quien ya estaba abajo esperándola.

— ¡Alan, nos vamos! — Le gritó a penas lo vio. Este sin pensarlo corrió hacia ellos y se subió al auto.

        No tuvo el valor de despedirse de su amiga, se sentía como una cobarde, huyendo de sus problemas, la muñeca Barbie jamás huye, pero ella lo estaba haciendo. No estaba descompuesta ella lo sabía, pero no podía evitar pensar que algo estaba fallando dentro de ella.

𝘍𝘭𝘰𝘸𝘦𝘳𝘴 - 𝘒𝘦𝘯 (𝘚𝘪𝘮𝘶 𝘓𝘪𝘶)Where stories live. Discover now