𝙐𝙉 𝘿𝙍𝙊𝙄𝘿𝙀 𝙔 𝘼𝙇𝙂𝙊 𝙈𝘼𝙎.

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─alana.─mi madre me llamó y yo bufé con molestia dándole un golpecito en la cabeza al droide frente a mí. de color rosa claro, que aún seguía sin funcionar.

─¡¿quién invento a estas cosas?!─me quejé en voz alta, sacudiendolo de un lado a otro─ maldita sea, arranca, vamos...

─así no es como se arreglan.─la voz de anakin me hizo dar vuelta la cabeza con tal rapidez que el cuello me crujió de forma extraña, me quejé de dolor levantándome del suelo. con sorpresa.

─¿qué estas haciendo aquí?─murmuré y el llego a mi lado con una sonrisa tonta, sin responder.

─porqué no me sorprende que lo hicieras rosa.─susurró burlándose, sentándose donde antes estaba yo, pero sorprendiéndose al estado de mi droide.─ ¿que es esto? ¿así quieres que encienda?

─oye...─murmuré sentándome a su lado abultando de mis labios─ yo no sé de robótica.

─puedo verlo.─se quejó incrédulo─ ¿como si quiera enredaste los cables de esta manera siquiera? debes tener mucha dedicación.

yo bufé mirándolo fijamente, el continúo arreglando mi droide, parecía saber lo que hacía de memoria. yo me quedé mirándolo algo embobada.

─¿qué?─preguntó dándome una mirada rápida, sonriendo como si fuera gracioso─ ¿que sucede contigo?

─nada.─murmuré apartando la mirada avergonzada─ no me dijiste que haces aquí, pensé qué... que tu y...

─¿fue por el anillo?─yo me encogí en mi asiento, sin mirarlo.─ alana, ¿te fuiste de esa manera por ese tonto anillo?

─no es un tonto anillo.─susurré y el me miró, sus cejas fruncidas confundido─ era de tu madre... lo ví en su casa.

el bajo la mirada, bajando los hombros con pesadez.

─y querias pedirle matrimonio con el a ella.─le dije, apretando mis manos sobre la tela de mis pantalones.─ ya lo sé. incluso sin leer tus pensamientos era bastante obvio que era así.

─¿leíste mis pensamientos?─se rió tirando su cabeza hasta mi─ ¿en serio?

yo bufé mirándolo, no quería hacerlo, pero al mismo tiempo quería hacerlo. esa clase de sentimientos era los que tenía cuando estaba a su lado, era tan complicado como este droide... imposible de armar, imposible de desarmar.

─¿qué?─pregunté de forma distraída, el negó con la cabeza

─no es nada.─murmuró con una sonrisa contagiosa que terminó por pegarse a mi, claro, ambos estabamos sonriendo de forma tonta.─ veo de donde sale tu personalidad... tus padres son...

─¿exagerados? ─pregunté y el se carcajeó

─muy dulces. ─murmuró, corrigiendome. yo abrí la boca con sorpresa, mirándolo a detalle. no había esperado que dijera algo así.─ no es que tu seas muy dulce... quiero decir a veces... uh...

el enterro su mirada de nuevo en el droide, apresurando sus movimientos, que ahora eran menos precisos. estaba nervioso después de todo.

─uhm, lo entiendo.─murmuré acercándome a él─ crees que soy muy dulce...

sus ojos nerviosos terminaron sobre mi con miedo, entonces yo comencé a avergonzarme de la cercanía. tal vez había dado un paso borrando la línea y ahora no sabía como volver atrás.

─perdon, amor.─mi mamá apareció por la puerta de mi habitación con una sonrisa.─ ¿quieres comer algo? ¿le ofreciste algo a tu amigo?

─el no es mi amigo.─murmuré levantándome del piso con rapidez, pasando sobre él en velocidad record.─ ¡yo quiero fruta!

─¿fruta?─preguntó mi mamá y yo lo miré desde un lado de mí madre─ anakin, ¿tu quieres algo?

─uh, no estoy bie...─yo lo interrumpí, colocándome frente a mi madre.

─si, traele un té.─le dije y ella levantó sus cejas con una sonrisa─ de limón y a mi uno también y... ah, si tienes también de esas naranjas de la abuela, y arándano y...

mi madre asintió con la cabeza dándose la vuelta mientras yo seguía hablando.

─¡la fruta de estrella azul tambien!─le pedí dando un saltito impaciente y ella asintió una vez más casi ignorandome─ ¡gracias!

─dije que estaba bien.─susurró molesto él, estirando su cabeza hasta mí yo sonreí negando con mi dedo.

─no lo estás.─le dije─ quiero decir, el último picnic apenas y miraste la fruta que sirvió padmé para tí, en mi casa es una falta de respeto eso.

el rodó los ojos, frunciendo el ceño frustrado al trabajo horrible que habia hecho al construir mi droide.

─¿como confundiste estas placas?─susurró con dos metales entre sus manos, ambos completamente iguales para mi─ esta es de arriba y esta abajo... y te preguntas porque no anda.

─ah, vamos.─me quejé mirando las dos cosas metalicas entre sus manos─ es... son iguales.

─no lo son.─advirtio dandolos la vuelta. uno tenia cables azules, el otro cables celestes... probando aún mas mí punto de que eran iguales.

─¡no lo entiendo!─me quejé tirandome sobre mi cama de forma dramática─ no, son lo mismo. deja de hacerme querer ver cómo la loca aquí.

─bueno son imprescindibles para que el droide encienda.─murmuró con obviedad, hasta el punto de sonar ofendido─ si los pones en cualquier...─el comenzó a ordenar todo de nuevo─ lado, claramente jamás...─suspiró cerrando la cabeza del droide y presionando un botón detrás de su cabeza─ encenderia.

el robot comenzo a dar la vuelta la cabeza, dejando sonidos saludándome. grité con emoción, dándole varios golpes y moviéndolo de un lado a otro.

─¡funciona! ¡funciona realmente!─dije saltando de mi lugar como si no lo pudiera creer─ ¡no hay manera! ¡míralo!

─bueno, al fin puedo hacer que te separes de R2.─resopló de forma divertida viendo mí emoción

─¡no lo entiendes! ─respondí apuñando mi mano sobre mi boca─ esesmidroideahora...

─¿huh?─preguntó tirando de mi brazo─ no entiendo si te llevas las manos a la boca...

─¡es mi droide ahora!─le dije con obviedad, sacudiendo su brazo─ es... ¡es mío!

─lo es.─dijo con una risa, sus ojos estaban brillando de manera bonita de nuevo. yo me senté a su lado, otra vez sin palabras con vergüenza.─ alana... ─sonaba sin voz, cuándo volteé a mirarlo de nuevo estaba mirándome con timidez.

el se acomodó en su lugar dejando su mano sobre la mía y yo no podía despegar mis ojos de los suyos. el trago de forma nerviosa y yo suspiré bajando la mirada de la misma manera.

─¿no lo hiciste?─pregunté sin verlo directamente a los ojos y oí una sonrisa aparecer en sus labios.─ ¿qué?

cuando levanté con la mirada el estaba más cerca de lo que esperaba. relamio sus labios con miedo, pero yo puse una mano sobre su pecho sintiendo el retumbe de su corazón.

─no tienes que...─susurró casi sobre mis labios─ no tenemos qué...

─¿tienes miedo?─pregunté despacio y el tragó saliva, como si mis palabras lo hubieran hecho enojar. yo me reí rápidamente antes de estrellar mis labios con los suyos. me separé de él luego de un piquito, y el bufó.

─eso no es un beso.─murmuró molesto, tirando de mi mandíbula para darme otro beso, esta vez mucho más largo de lo que esperaba. paró el beso de golpe pero aún así no se alejó.─ no debiste hacerlo.

─¿por que?─pregunté avergonzada, bajando la mirada.

porqué ahora no sé como parar.─murmuró volviendo a buscar a mis labios, dejándome sin aire.

STAMP ON IT | ANAKIN SKYWALKER Where stories live. Discover now